De nuevo los proletarios agitaron la India con una movilización sin precedentes históricos, el pasado 26 y 27 de noviembre se dio la segunda huelga general en lo que va del 2020, la cual fue llamada por 10 de las principales confederaciones sindicales del país; INTUC, AITUC, HMS, CITU, AIUTUC, TUCC, SEWA, AICCTU, LPF y UTUC. Se calcula que en total entre 200 y 250 millones de trabajadores se sumaron al paro general, huelga igual o más grande que la que sacudió a ese gran país el año pasado, lo que la convierte en la huelga más masiva en la historia de la humanidad, desatada por la clase más numerosa del planeta: el proletariado.
La Huelga General en la India fue una verdadera Huelga Política de Masas, pues se sumaron en masa organizaciones estudiantiles y cientos de organizaciones agrarias de campesinos y pequeños productores rurales que lanzaron un paro agrario y marcharon hacia las principales ciudades y se unieron a las manifestaciones obreras, siendo uno de los puntos neurálgicos de la jornada la ciudad de Nueva Delhi, la capital del país. La huelga paralizó al país más poblado del planeta e hizo meter debajo de la cama a las reaccionarias clases dominantes hindúes.
La contundencia de la gran Huelga fue resumida así por una de las conferencias sindicales que organizó la jornada: “La huelga fue total en muchos conglomerados industriales del país: en Karnataka, Telangana, Punjab, Maharashtra, Delhi, etc. La mayoría de los trabajadores en los puertos de Calcuta, Chennai, Tuticorin, Cochin, JNPT, Vizag y Paradip estaban en huelga. Los trabajadores del carbón, los trabajadores del acero, los trabajadores metalúrgicos, etc., incluso los trabajadores contratados participaron en la huelga a pesar de las amenazas de los contratistas. La huelga fue casi total en el sector público con sede en Bengaluru y también en gran medida en las UPM en la región de Hyderabad. El transporte público y privado por carretera se vio gravemente afectado por la huelga en varios estados como Assam, Punjab y Madhya Pradesh, etc. Los marineros indios, no solo en la India, sino también aquellos que estaban de servicio en diferentes partes del mundo realizaron acciones de solidaridad desde dondequiera que fueron ubicados. La huelga fue total en las aseguradoras, masiva en los bancos. Los empleados del gobierno central y estatal participaron en la huelga en casi todos los estados. Los trabajadores de las telecomunicaciones se unieron a la huelga en gran número. En la huelga participaron decenas de miles de trabajadores del sector no organizado” – CITU (Centre of Indians Trade Unions).
Las fuertes movilizaciones que arrancaron desde el año pasado en contra de las medidas antipopulares y antiobreras del gobierno de turno indio y que bajo la pandemia han agravado aún más la crisis social y económica, han encontrado en la fuerte movilización popular de millones de proletarios una incontenible marea que amenaza no sólo al gobierno, sino con abrir un inmenso dique en todo el sistema mundial de explotación asalariada, pues la conciencia de la organización y lucha adquirida por los obreros indios ya no se puede borrar ni suprimir de alguna forma; de allí, a que tomen conciencia sobre la necesidad de la revolución está a un paso, hace falta la vital tarea del Partido Comunista de la India (Moísta) que debe salir al encuentro de tan poderosa fuerza social y dirigirla a la revolución socialista.
El proletariado es el protagonista histórico del presente momento de lucha mundial, hoy de forma clara y directa se enfrenta el proletariado internacional con la burguesía internacional en escaramuzas que son el preludio de fuertes revoluciones e insurrecciones proletarias; hoy más que nunca la fuerza material de la revolución proletaria mundial ya está resuelta, los obreros son la mayoría en el mundo, hace falta la levadura que fermente y materialice aquella fuerza, hoy más que nunca hace falta la guía del saber y de la organización. Hace falta con urgencia una nueva Internacional Comunista y que los auténticos partidos comunistas se pongan al frente de dicha tarea.