Un camarada nos hizo llegar una crítica con respecto al artículo Ni el terrorismo individual ni las urnas: ¡solo el pueblo salva el pueblo!, señalando que peca de unilateralidad solo haciendo énfasis en que es contraproducente el acto terrorista porque justifica la represión y no ayuda a organizar el movimiento de masas, y no explica, por un lado, los motivos que llevan a que se presenten este tipo de actos y por otro a que se puede entender que rechazamos el terrorismo en general.
Agradecemos al camarada su crítica constructiva y al respecto queremos dejar claro que los comunistas efectivamente no rechazamos el terrorismo en general, como lo hacen los mayores terroristas, el imperialismo y las clases reaccionarias, o como vociferan los demócratas y pacifistas reformistas, quienes llaman a no actuar de forma violenta para amarrarle las manos a las masas e impedir que enfrenten al enemigo, quien sí emplea el terrorismo estatal y para estatal sin ninguna vacilación. No, los comunistas respaldamos la acción violenta de las masas, el terrorismo de las masas, la guerra popular como respuesta apenas lógica y justa a la violencia reaccionaria y al terrorismo de los enemigos de clase.
Así mismo, entendemos las motivos que llevan a algunos grupos e individuos a realizar acciones de tipo terrorista aisladas de las masas, pues es profundo el odio del pueblo colombiano contra el mayor terrorista que ha sido el régimen de la mafia, quien ha respondido con sevicia a la lucha del pueblo con los 80 asesinatos y más de 400 desapariciones presentadas en el levantamiento iniciado el 28 de abril, o las 90 masacres y cientos de asesinatos de dirigentes sociales perpetradas el año pasado, por hablar de lo más reciente, pues qué decir de los 6402 crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas mal llamados “falsos positivos”. Es justificado el odio de las masas y entendible la respuesta de algunos grupos e individuos pero que al final resulta inútil para derrotar a tan odiado enemigo.
Los marxistas leninistas maoístas, con el mismo y profundo odio no solamente contra el régimen mafioso, sino contra todo el sistema capitalista imperialista, insisten en llamar a continuar por el camino de la lucha revolucionaria de las masas, llevando a cabo lo que se dijo en el artículo mencionado:
La lucha para enfrentar con éxito a las clases explotadoras y al régimen criminal, cada vez más odiado por el pueblo, debe ser a través de la Huelga Política de Masas, con el paro de la producción por parte de los obreros industriales, con la movilización revolucionaria de las amplias masas y los bloqueos, con la organización de las Primeras Líneas y las milicias populares unidas en un solo movimiento a través de las Asambleas obrero populares quienes, como embriones del nuevo poder, deben organizarlo y dirigirlo todo, desde las movilizaciones y los enfrentamientos contra el ESMAD y demás fuerzas represivas, hasta tumbar al régimen narcoparamilitar, el cual evidentemente no caerá en las urnas como sueñan los politiqueros reformistas.