Colombia fue declarado el año anterior en alerta de hambruna por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) emitieron una alerta para Colombia, Honduras y Haití, proyectando que en el 2022 7,3 millones de colombianos necesitarán asistencia alimentaria.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), ubicó a Colombia como el segundo país más desigual de América Latina y para rematar entre otras tragedias que sufren los pobres del campo y la ciudad, Colombia también ocupa el segundo puesto en el índice de criminalidad global junto al Congo y Myanmar, por encima de México, Nigeria, Afganistán, Siria e Irán. Como también se mantiene en el índice de los Estados más corruptos, ello significa que la sociedad colombiana es una bomba a punto de estallar debido a la gran agudización de sus problemas económicos y sociales generados por el capitalismo.
Lo que en parte esconden las estadísticas burguesas, es que el capitalismo es el causante de las tragedias sociales incluida la guerra contra el pueblo, víctima de los desplazamientos y masacres realizadas por la fuerza armada estatal o paramilitar al servicio de las clases parásitas.
A manera de recordéis es preciso citar algunas cifras elaboradas por INDEPAZ, donde se ilustra que Colombia es el país donde más asesinan dirigentes sociales, ambientalistas y sindicalistas, las cifras de los últimos años son:
1- Corte al 31 de diciembre de 2020 = 91 masacres en el 2020
2- 96 masacres, con 338 víctimas – corte al 31 de diciembre de 2021
3- Corte al 13 de Mayo de 2022 = 39 masacres con 133 víctimas.
El registro actualizado al 15 de mayo del año 2022 de los dirigentes sociales y defensores de DDHH arroja una cifra de 75 asesinados.
Dentro de los casos más recientes tenemos los de Misael Ávila y Mauricio Balanta, dos trabajadores de la Universidad del Valle de Cali asesinados a principios de este mes y Luis Ferdinando quien sufrió tres impactos de bala, dirigente sindical que trabajó en la empresa por más de 30 años, fue directivo sindical de Sintrapulcar, estaba dictando un curso de negociación y preparación del pliego del Sindicato Nacional De Trabajadores De Cartón De Colombia (Sintracarcol).
Las causas de la guerra contra el pueblo:
La causa más profunda de la guerra contra el pueblo es el sistema de producción capitalista que debido a la crisis económica y social a la que ha llevado al mundo y a la sociedad en Colombia no tiene más salida que aplicar políticas anti-obreras y antipopulares que permitan mantener o subir sus niveles de ganancia, es decir, para poder contrarrestar la tendencia a la baja de la cuota de ganancia, tienen que acabar con la estabilidad laboral, la contratación directa, aumentar el desempleo, que se mantienen en un 12.5 %, aprovechar la superexplotación de los migrantes venezolanos y mantener la agricultura en permanente crisis alimentaria, por cuenta del incremento de los cultivos de coca, marihuana, palma africana etc…, entre otras medidas.
Y no satisfechos con las medidas antiobreras tienen que matar a todo aquel que se oponga a sus intereses económicos, lo vemos en la ciudad con el asesinato de dirigentes sindicalistas y en el campo, masacrando a los campesinos y dirigentes ambientalistas.
El terrorismo de Estado es la respuesta que da el Estado representante de los burgueses y capitalista y peor aún con la mafia gobernando.
En palabras asumen la libertad, igualdad y defensa de los derechos humanos de todo el pueblo, pero en los hechos hacen todo lo contario, veámoslo en algunas cifras:
Los falsos positivos: Se reconocen oficialmente 6.402 ejecuciones extrajudiciales de civiles por parte del Ejército Nacional entre 2002 y 2009.
Durante el estallido social del 28 de abril: Más de 87 asesinados, 215 heridos con arma de fuego, 103 con lesiones oculares, 28 víctimas de agresión sexual, 129 activistas desaparecidos, otros más incinerados y descuartizados, miles detenidos y centenares encarcelados.
Reciente masacre: el 28 de marzo el Ejército realizó la masacre en Puerto Leguízamo (Putumayo), asesinando a 11 campesinos.
Las anteriores cifras y hechos nos llevan a no confiar en la democracia burguesa que significa beneficios y libertades para los burgueses y represión, muerte, desaparición y cárcel para el pueblo trabajador que exige sus derechos.
En general no podemos confiar en la democracia burguesa que es guerra contra el pueblo y en particular necesitamos organizar nuestra propia defensa y seguridad.
Es necesario prepararnos para el gran estallido social que se aproxima, ello incluye organizar la defensa y ofensiva de los luchadores.
Si bien hay la ilusión de un cambio con el posible gobierno del Pacto Histórico, en el fondo la guerra contra el pueblo seguirá, porque Petro ha explicado que aunque haga algunas reformas, su misión es “desarrollar el capitalismo,” que precisamente es el causante de las tragedias del pueblo incluida la guerra, donde Colombia no será la potencia para la vida sino seguirá siendo el paraíso y el vivir sabroso para los ricos.
En la realidad por la trágica historia contra el pueblo, se debe asumir que no hay salvadores supremos solo el pueblo unido y organizado puede llevar las riendas de su lucha y como lo ha demostrado la historia de la lucha de clases en otros países, se puede apreciar que el poder radica en su fuerza organizada y armada.
También es necesario aprender críticamente de los aspectos positivos de la guardia indígena y cimarrona, como también de la reciente experiencia dejada por el estallido social del 28 de abril retomando la organización de las Asambleas Populares que decidan cómo enfrentar el terrorismo de Estado y que se oriente la construcción de las diferentes organizaciones militares comenzando por los Grupos de Choque, las Milicias Populares que en lo inmediato defiendan la vida de las masas y comisiones de seguridad o una guardia obrera que enfrente a los asesinos del Estado.
Un comentario
«La pobreza es una fuerza impulsora de la revolución, los pobres son los más revolucionarios, la pobreza es el más hermoso canto; la pobreza es honra, nuestras serranías con sus masas son la fuente de nuestra revolución con sus manos va a construir un nuevo mundo”.
Amemos y respetemos a las masas trabajemos con las masas y levantémosla en rebelión y ellas transformarán este inmundo imperialista monstruoso aterrador cruel una maldita pesadilla. Vamos a la masas con la ciencia del proletariado no trabajemos con el corazón sino con la ciencia.
La rebelión de las masas proletarias son potentes terriblemente despiadadas superan cualquier arma letal los esclavos han construido el mundo pueden destruirlo. Se avecina una tormenta de masas en rebelión toda su capacidad bélica será puesta en acción sus verdugos temblarán.
El capitalismo es el infierno que tiene que ser destruido implacablemente.
Ser pobre es un delito un peligro la muerte acecha, el verdugo cada instante aplica la ejecución desde hace 500 años de dominio imperialista nunca ha cesado.
Transformar los estallidos sociales en una fuerza implacable cuyo movimiento vaya a la transformación de la sociedad de manera radical.
La reívindicación es la venganza por la muerte cruel de éstos obreros que enriquecieron a los dueños de la empresa la engrandecieron y la hacen poderosa, murieron aplastados por la feroz explotación como mueren los esclavos, los opresores se apropiaron de su carne y de su sangre.
Las masas claman venganza los maoístas tiene esa noble tarea irrenunciable e indetenible de organizarla y dirigirla…