Sobre la Necesidad de Conformar y Generalizar los Grupos de Choque (1)

Grupos de Choque en Bolivia

¡Contestad a la violencia con violencia, haced todo lo que esté en vuestras fuerzas para impedir que os aplaste el viejo orden moribundo, no dejéis que os aten las manos, aquellas manos, con las que derribaréis el viejo sistema!

José Stalin

Grandes huelgas, protestas, enfrentamientos y todo tipo de manifestaciones han venido alterando la aparente paz y armonía del sistema capitalista mundial; un fuerte sacudón llegó a contagiar con la lucha de masas a muchos países, y solo se ha contenido su curso momentáneamente gracias a la COVID-19.

Bajo esta pandemia y pese a las fuertes medidas de control policivo y represivo de los distintos gobiernos, surgieron varios brotes de rebelión en contra del hambre, por las reivindicaciones de los trabajadores del sector salud, contra el desempleo, etc., lo que indica que tras la breve pausa la lucha va a continuar su trayectoria, e inevitablemente va a terminar contagiando a todo el mundo, más con aquel desborde de furia e indignación popular de antaño, ahora acrecentado por la crisis social, económica y sanitaria que aceleró la COVID-19.

Es en las mismas calles abarrotadas de multitud que ha venido emergiendo una embrionaria fuerza popular ―las semillas de las futuras Milicias Populares― una fuerza consistente en grupos de choque que son organizados de forma espontánea y aparecen como por encanto, sorprendiendo por su disposición de enfrentar a las fuerzas represoras del Estado fuertemente organizadas y mucho mejor equipadas. Tales fuerzas populares con su rudimentario equipamiento compuesto de cascos, escudos, máscaras antigás de procedencia comercial o artesanal, piedras, resorteras y bombas molotov, se han venido convirtiendo en un serio peligro para la estabilidad internacional del capital, toda vez que tienden a aumentar su número y a paralizar toda la sociedad ―incluidas las fábricas― y sobre todo, contagiar con su rebeldía a los demás explotados y oprimidos.

No por otra razón, todas las fuerzas materiales e ideológicas del viejo orden, auxiliadas por el reformismo y el oportunismo que buscan constantemente desmovilizar y atenuar la lucha, han satanizado duramente aquel movimiento; lo han violentado con amenazas, cárcel, muertes, desapariciones y torturas. Aun así y pese a la santa cruzada de las clases dominantes a través de su terrorismo estatal, los motivos que llevan a la lucha crecen; y por eso los reaccionarios son incapaces de frenar la marcha general del movimiento, que lejos de desaparecer, tiende a aumentar y a radicalizarse cada vez más.

Con un escalofrío sobre su espalda, el viejo orden es incapaz de frenar la indignación que se desborda por ahora las redes sociales, convertidas en una poderosa tribuna de agitación y denuncia de las miserias del sistema, el viejo orden ve cómo aquella corriente irrefrenable amenaza su paz, de igual forma como los gusanos informáticos colapsan y ponen en jaque el funcionamiento de toda la red.

Sobre la Necesidad de Conformar y Generalizar los Grupos de Choque (1) 1

Ya no existe tal desarrollo armónico de la sociedad; ni tras los mundiales de fútbol, ni después de las cumbres por el cambio climático, ni Mega Conciertos artísticos de los emporios musicales, ni las reuniones del G8 se realizan en calma. Las huelgas fabriles, el asesinato impune de algún afrodescendiente en Estados Unidos, la sanción de alguna ley o decreto lesivo, son acompañadas y alteradas por aquella primigenia fuerza popular, que pese a su escaza organización, se bate en las calles con valentía y heroísmo. Un fenómeno mundial que merece la atención de los marxistas revolucionarios, quienes hoy ven en ello escaramuzas de la Revolución Proletaria Mundial, el preludio de grandes estallidos y convulsiones sociales con la irrupción de Guerras Populares y revoluciones que pronostican el fin del caduco sistema imperialista.

Para cumplir con el papel de vanguardia, los comunistas revolucionarios deben aprender de la realidad y estudiar la ciencia del proletariado para ayudar a dar una conciencia clara al movimiento; esto es, sobre la tendencia del desarrollo de la presente lucha, sobre las tácticas y estrategias correctas de combate, etc. Y así, sobre la marcha de la misma lucha, el grueso de la masa combatiente conozca a sus enemigos y falsos amigos; y especialmente, eleve su comprensión sobre la finalidad última de todos los movimientos huelguísticos y de todas las luchas de masas, cual es la de destruir el viejo poder para construir sobre sus ruinas el Estado de nuevo tipo.

Si tal vanguardia renuncia u omite el cumplimiento de todas esas tareas, nunca llegaría a cumplir su papel. Asimismo, como el combate no es una filosofía sino una acción, se deben dar las primeras puntadas prácticas en cómo organizarse mejor para pelear, organizando las fuerzas propias y las masas cercanas para tal fin, a sabiendas de que para extraer el mayor provecho de cada combate, es indispensable un previo trabajo propagandístico y de agitación, de racionalización de luchas pasadas y de la aprehensión de su experiencia, elevando cada vez más la conciencia de las masas acerca de los principios militares aplicables a las huelgas políticas de masas en general, y de los principios tácticos usados en los grupos de choque en particular.

Grupos de Choque, Primera Línea

Conciencia y Movimiento Espontáneo

Aunque los movimientos espontáneos de masas tienden hacia la revolución como la planta hacia la luz, por sí solas las masas son incapaces de comprender a fondo la finalidad de su lucha y la necesidad de aplastar y sepultar el viejo sistema moribundo. La tarea de educación y de concientización de las masas en lucha, debe ser desempeñada por un auténtico Partido Obrero Revolucionario de nuevo tipo, tal Partido debe saber guiar a las masas tras de sí por las distintas etapas de la revolución, un Partido experimentado y templado en la lucha de clases, guiado por la poderosa ciencia del marxismo, hoy cohesionada bajo el Marxismo Leninismo Maoísmo. Lamentablemente para la clase obrera hoy en Colombia, y para las amplias masas trabajadoras, tal Partido no existe y aún está en construcción, una situación adversa que da una ventaja temporal a los falsos amigos del pueblo y a sus enemigos centenarios para derrotarlos.

Sin embargo, el pueblo se levanta sucesivamente y continúa luchando, siguiendo su marcha imparable de derrota en derrota hasta la victoria final. Lo importante que debe destacarse en las luchas de carácter espontaneo e inmediatista, es que todo levantamiento popular siempre se realiza en concreto, es decir, por reivindicaciones que la amplia masa presiente cercana a su conquista, aún sin cuestionarse la continuidad o no del sistema capitalista o la instauración de un nuevo tipo de Estado de dictadura proletaria, es por esa razón que cada revuelta, huelga y lucha debe ser analizada detenidamente y estudiada sobre la marcha general de la revolución para saber incidir y organizar mejor las fuerzas, es sobre aquel terreno donde las ideas claras y de avanzada del elemento consciente deben germinar y florecer.

En tal punto siempre yerran los comunistas de tendencias “izquierdistas”, quienes no participan de ninguna lucha económica por considerarla reformista, terminan irremediablemente aislándose de las masas y siendo derrotados o capitulando ante la burguesía. Por su parte, los anarquistas al rechazar “toda política” ―incluyendo la proletaria― en las luchas económicas, terminan haciendo un gran daño al movimiento al no permitir la educación de las masas, de la necesidad de la organización y de la conquista del poder, las ideas anarquistas en el movimiento son nocivas y la historia siempre ha demostrado que a través de sus ideas, las masas nunca van a tener un panorama claro de sus objetivos y nunca llegarán a destruir el viejo poder, ni siquiera llegan a vencer al enemigo.

Peor aún es el papel desempeñado por los reformistas y oportunistas, quienes ven en cada oportunidad de lucha popular, en cada grieta del sistema capitalista, una oportunidad de remendarlo y salvarlo. No luchan en contra del sistema sino por su conservación, solo buscan vanamente limar sus aspectos negativos a través de la reforma parlamentaria y legal. Son los traidores que pretendieron entregar la gran lucha desatada tras el 21N por insignificantes modificaciones en las leyes hechas e interpretadas por los ricachones y sus jueces, reformas que distaban mucho de las verdaderas reivindicaciones populares y sociales en las calles. La gran máxima de Hegel, es muy diciente al respecto: “La verdad es concreta”. Se debe saber organizar a las masas trabajadoras en cada lucha para que conquisten victorias parciales, las cuales le van a permitir acumular fuerzas para acelerar la marcha de la revolución.

Grupos de Choque, Primera Línea en Colombia

Hoy en Colombia la revolución se encuentra en un periodo de defensiva estratégica, en el que la superioridad del enemigo a través de sus fuerzas armadas legales e ilegales, la dominación ideológica del Estado y de los medios de comunicación, la iglesia y cultura dominante sobre el pueblo, ha logrado dispersar y aplastar las distintas luchas populares: de los obreros en huelgas, los estudiantes y maestros en las calles; pero dentro de tal periodo, nos encontramos en una ofensiva táctica, pues las luchas populares se han venido generalizando y radicalizando, hasta llegar al gran referente histórico del 21N, el cual corroboró la marcha de la lucha hacia una gran Huelga Política de Masas que paralice todo el país y se enfrente violentamente en las calles con las fuerzas armadas del Estado para conquistar derechos arrebatados y reivindicaciones tan sentidas y necesarias como las de carácter salarial.

Continuará.

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