«El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y los seres humanos» Karl Marx
El pasado 22 de agosto la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), a través de la resolución 574 le aprobó la licencia ambiental a la empresa Colcco, representada legalmente por Jorge Manuel Castellanos, para que se ejecute un proyecto de explotación de carbón a cielo abierto entre los municipios de San Vicente de Chucurí y el Carmen de Chucurí en el Departamento de Santander. Dicho proyecto estaría planteado para los próximos 30 años en un área de 1949 hectáreas, con la proyección de sustraer entre 500.000 a 800.000 toneladas cada año, lo que traería consecuencias ambientales y sociales desastrosas para la región.
Por una parte, la naturaleza se vería seriamente afectada por este proyecto, porque alteraría el ecosistema cercano a la zona de explotación; además, que eso generaría afectaciones en el microclima lo que llevaría a daños irreversibles en el Parque Nacional Natural Yariguíes, lo que ya sucedió en la misma región con el proyecto de Hidrosogamoso que trajo impactos ambientales severos, lo que terminó afectando a los campesinos y pescadores de la zona aledaña al río Sogamoso. Con estos casos se sigue demostrando la incompatibilidad del capitalismo y su lógica de obtener ganancia con la existencia de la naturaleza.
Ahora bien, las consecuencias sociales de este proyecto minero de la Colcco caerían sobre el pueblo del Carmen y San Vicente de Chucurí, porque el polvillo o sílice del carbón produciría afecciones respiratorias u otras enfermedades en la gente. Igualmente, ese mismo polvillo contaminaría los cultivos, el pasto que consume el ganado y los estanques de peces, lo que llevaría a que muchas familias campesinas tengan más problemas económicos, pero en el capitalismo importa más la competencia, la producción despiadada para cubrir mercados y la ganancia, ese es el llamado crecimiento económico que tanto alardean los gobiernos burgueses en el planeta.
Las instituciones municipales, departamentales o nacionales son serviles al gran capital, porque a pesar que el Consejo de Estado hace unos días ordenó al gobierno nacional que a través del Ministerio de Ambiente en un plazo de dos años establezca reglas más claras sobre la expedición de títulos mineros, para la protección del medio ambiente, la CAS le entrega la licencia ambiental a este proyecto que la venía solicitando desde 2012, pero estaba suspendida por la lucha de las organizaciones sociales que se oponen a esta explotación en la zona. Por eso, es necesario que los trabajadores agrícolas, los jóvenes, las mujeres, los campesinos de San Vicente y el Carmen de Chucurí se organicen para movilizarse contra cualquier proyecto que los afecte, porque únicamente usando vías legales solo será alargar el problema y que el Estado burgués en algún momento favorezca a la empresa. No se debe confiar en las instituciones que son enemigas del pueblo.
Asimismo, los comunistas y revolucionarios deben juntar esfuerzos para unir las luchas en la región, Santander y el nororiente colombiano. Son necesarias la organización y la movilización con conciencia, no confiemos en los politiqueros que hoy posan de amigos del pueblo, pero que solo les importa sus beneficios personales y escalar en la sociedad capitalista. Hoy más que nunca se hace necesario el Congreso de Restauración del Partido Comunista que será el instrumento para organizar la revolución socialista en Colombia.
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