Desde hace ya varios años los obreros revolucionarios han levantado la bandera del alza general de salario, advirtiendo que el secreto de por qué la burguesía colombiana puede competir con la burguesía de los países imperialistas, es la superexplotación de la fuerza de trabajo, es decir, a costa de la degradación física y moral de la clase obrera, que en cada farsa de negociación del salario mínimo ve cómo los capitalistas en contubernio con las dirigencias vende-obreras de las centrales sindicales acuerdan una rebaja del salario.
Todos estos años las arcas de los Sarmiento, los Santodomingo, los Gilinski, el GEA, los Char, los Uribe… se han llenado, gracias a la rebaja continua y sistemática del salario, pagando la fuerza de trabajo por debajo del valor real, que según cifras del mismo gobierno supera los tres millones de pesos en la actualidad.
Desde este portal se ha reiterado por años que ante la superexplotación, el peligro de la degradación física y moral del proletariado era inminente, siendo necesario y urgente impedirla para garantizar el porvenir de la clase y de la misma revolución, pues una clase física y moralmente derrumbada no tiene capacidad para tomar en sus manos las riendas de la sociedad.
En estos días, ante la creciente carestía de los productos de primera necesidad, que deja en evidencia como el “grandioso aumento” del salario mínimo quedó por el suelo con la inflación, los dirigentes de la centrales sindicales se vieron obligados, para seguir posando de defensores de los asalariados, a tomar la bandera del alza general de salario y suplicarle al gobierno un incremento del salario. Ellos saben que el hambre de miles de hogares donde no se come o se está comiendo muy mal, agrava la crisis social y desemboca en nuevos protestas y levantamientos.
Anoche en el debate final de la farsa electoral un periodista les pregunta a los tres candidatos que asistieron, Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez, si están de acuerdo y siendo presidentes adoptarían la medida del alza general de salarios: ¡todos respondieron que no!
Para Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez basta con aumentar las limosnas que todos los gobernantes han dado, pero que no han resuelto la crisis social y, en cambio sí han servido como fuente de corrupción y enriquecimiento de la burocracia parásita estatal.
¿Pero por qué Gustavo Petro, que en toda su campaña ha hablado de paliar el hambre, de estar con los trabajadores, de ser la alternativa de cambio, tampoco aceptó esta medida?
Su principal argumento es el mismo que todos los años han esgrimido los empresarios y los dirigentes vende obreros de las centrales: si más de la mitad de los trabajadores ganan por debajo del salario mínimo, esta medida no beneficia a los más pobres. Para quien sabe un poquito de economía, este es un argumento estúpido, pues un aumento general de los salarios solo disminuye la ganancia de los capitalistas. ¿Por qué entonces Petro, quien dice ser economista, utiliza ese mismo argumento?
Es cierto que una buena parte de la clase obrera está en el subempleo y gana muy por debajo del mínimo, como también es cierto que si mejora la estabilidad laboral, mejora la condición de los asalariados; pero también es cierto que un alza general y real de salarios, inmediatamente repercute en la mejora de las condiciones de TODA la clase obrera, pues ¿quiénes sostienen a los desempleados y subempleados?
El salario no es una relación personal individual, sino social, donde los trabajadores en activo que devengan salario, sostienen el ejército de reserva. Ver en detalle esta explicación en ¡A Conquistar el Alza General de Salarios Con el Paro Nacional Indefinido!
Gustavo Petro no acepta adoptar una medida elemental como esa, que dicho sea de paso es a su vez dinamizadora de la toda la economía capitalista en la media en que contribuye a realizar la plusvalía disminuyendo stocks de mercancías, porque están de por medio los intereses de clase de la burguesía que él defiende. Un alza general de salarios, además de paliar el hambre del pueblo trabajador de inmediato, afecta directa y proporcionalmente la ganancia de los capitalistas. Petro como los demás candidatos dejaron claro que no van afectar los bolsillos de los explotadores. Sacarán del presupuesto del Estado, es decir, del bolsillo de los trabajadores, las limosnas que entregarán a los más pobres si es que las entregan, y van a suplicarles a los capitalistas para que sean más equitativos, una quimera con la que han soñado todos los demócratas en su intento por humanizar el capitalismo y conciliar la irreconciliable lucha de clases.
Ayer nuevamente en el debate, el futuro presidente dejó claro que el camino para los trabajadores sigue siendo el de la lucha directa y en las calles. Un alza general de salarios se conquistará de la misma forma que lo hizo el pueblo en 1977 con el que llamaron en su época Paro Cívico Nacional, es decir, con un próximo levantamiento popular, con la huelga política de masas.
Un comentario
El salario más que una suma de limosnas es un distractor del hambre. Pero nos sirve de fulminante para desarrollar la lucha haciendo que el hambre movilice millones de trabajadores y en estas circunstancias de confrontación y de lucha de clases lleva a elevar la conciencia revolucionaria proletaria de los trabajadores donde se van templando en el combate rojo que va señalando el camino de la revolución trazado por el partido.
Dice Engels:”Se comprende que la cantidad, como la calidad de la comida, es adecuada al salario, y que entre los obreros peor pagados, aún durante el tiempo en que tienen trabajo, especialmente si tienen una familia numerosa, domina el hambre; y el número de éstos obreros es muy grande”. «La pobreza es una fuerza impulsora de la revolución, los pobres son los más revolucionarios, la pobreza es el más hermoso canto; la pobreza es honra, nuestras serranías con sus masas son la fuente de nuestra revolución con sus manos va a construir un nuevo mundo”. Continúa Engels”: I Hermosa libertad, donde al proletariado no le queda otra elección que sus suscribir las condiciones que le impone la burguesía, o morir de hambre y de frío, o echarse desnudo junto a los animales de la selva!”.
El periódico de los trabajadores y vocero del Partido tienen que dar serias señas de que todos los caminos de cambio formal están cerrados la burguesía-fascista los ha atrancado por dentro tales puertas tienen que se derrumbadas por la furia de las masas en guerra no enseñar y señalar que éste es el camino y que no hay más que el de la violencia violenta del proletariado se le está engañando entorpeciendo y desarmando ideológica y política para su emancipación.
Así que hay una tarea ardua que emprender sin descanso.