El régimen de la mafia uribista, quiere asestarle otro golpe a la clase obrera, esta vez, radicó el Proyecto de ley 099 de 2021, que en el fondo es una reforma laboral, una ley de primer empleo camuflada, al cambiar el Contrato de Aprendizaje que ya sufrió una reforma en el año 2002. El proyecto, que tiene entre sus propósitos ampliar la población objeto del contrato de aprendizaje y crear el contrato de aprendizaje extendido, entre otros, es un duro golpe a la clase obrera, tanto a la juventud que tiene que vender su fuerza de trabajo para sobrevivir como al conjunto de los trabajadores, pues es otra rebaja del salario.
De un lado, con la excusa de supuestamente ayudar a superar el desempleo juvenil, la ley que ya fue aprobada en primer debate del Congreso, propone contratar por un salario mínimo a los profesionales universitarios, técnicos y tecnológicos de cualquier institución educativa que no hayan tenido una contratación previa; pero además, quieren extender este esperpento a todos los bachilleres, es decir, a los jóvenes que salen de sus colegios directamente a ser superexplotados por los capitalistas, pagándoles como máximo ¡el 75% del salario mínimo!
Esto significa condenar a toda la clase obrera joven a condiciones paupérrimas de trabajo mientras los capitalistas se lucran superexplotando mano de obra enérgica y barata. Es una rebaja de la mano de obra calificada al nivel del mínimo y del salario mínimo al generalizarse la contratación por el 75%; con tales ventajas para los capitalistas no existe estímulo alguno para contratar a los mayores de 30 años. Es un aumento de la superexplotación en carne viva, es uno de los anhelos de los capitalistas desde que nombraron al títere Iván Duque como presidente y quedó plasmado en la Agenda Empresarial, el verdadero mandato que debe cumplirle el uribismo a los capitalistas.
Actualmente el contrato de aprendizaje incluye una remuneración tanto en la etapa lectiva (de estudio) como en la etapa práctica (o laboral), sin embargo, el proyecto de ley quita de tajo la retribución en la parte lectiva, pues literalmente dice que «no se causa el apoyo de sostenimiento mensual propio de la fase lectiva del contrato de aprendizaje tradicional», dejando al aprendiz con mayores dificultades para terminar su formación y dándole más gabelas a los capitalistas.
¡Vaya demagogia la de este régimen mentiroso! Cree que puede venderle al pueblo la idea de que va a generar empleo para los jóvenes cuando en realidad pauperiza -aún más- la clase obrera, cuando realmente lo que le interesa es exterminar los empleos que ya existen y que cuentan con contratos a término indefinido, con todas las prestaciones sociales, con salarios por encima del mínimo, con convenciones colectivas de trabajo y demás; pero sobre todo, que no se generen empleos en condiciones óptimas para los obreros, pues todo lo que es beneficioso para la clase obrera está en detrimento de los patronos y su Estado, y viceversa.
Mientras el proyecto de ley avanza su trámite legislativo, el pueblo debe avanzar en su grado de unidad, organización y lucha. Unidad en torno a un Programa Inmediato que acabe de tumbar al régimen de la mafia, que no le interesa la educación gratuita y científica del pueblo, sino que se lancen cada vez más obreros a la producción capitalista como carne fresca para moler en las factorías y grandes cultivos agroindustriales con contratos y salarios miserables. Organización en Asambleas Populares que decidan los pasos a seguir para continuar en la lucha contra el régimen, los capitalistas y su Estado de dictadura; en Grupos de Choque y Primeras Líneas que enfrenten al Esmad cuerpo a cuerpo para hacerlo retroceder cuando impidan ejercer el derecho a la protesta; en Guardias y Milicias Populares que garanticen la seguridad de las masas populares, que puedan neutralizar los elementos de la Policía, el Ejército y los paramilitares que disparen contra las masas desarmadas. Y lucha directa de las masas que están interesadas en tumbar este régimen paramilitar, reorganizando las fuerzas en este periodo para preparar un Paro General Indefinido que vincule las fuerzas de los jóvenes obreros, campesinos, estudiantes, desempleados con el proletariado industrial, principalmente el fabril, para lograr ejecutar realmente el Paro de la producción por encima de la política de conciliación y concertación entre clases sociales antagónicas, promovido desde la dirección de las centrales sindicales y por los jefes de los partidos reformistas y revisionistas, como el PCC mamerto, el MOrIR -hoy «Dignidad»- entre otros, que buscan encaminar la lucha de las masas hacia la farsa electoral en el 2022, como si el futuro luminoso del pueblo dependiera de un salvador supremo o de la democracia burguesa que es dictadura para las amplias masas obreras.
¡A las calles contra esta nueva cachetada del régimen contra la clase obrera! ¡A organizar de nuevo el Paro General Indefinido! Queda demostrado que el régimen está ensañado contra la juventud a la cual asesina, persigue y superexplota. Pero además, si se quiere acabar de raíz con los males que aquejan a las clases productoras de la riqueza social, es necesario organizarse políticamente en un Partido independiente y revolucionario, que dirija la lucha directa de las masas contra el poder político, económico y militar de la burguesía y los terratenientes, y que tarde o temprano tomará la forma de una Guerra Popular, que en Colombia será un insurrección armada de los obreros y campesinos contra todo el poder del capital, única vía correcta y científica que acercará el triunfo de la revolución Socialista en el país, y que será un nuevo amanecer para el futuro del pueblo, pues la educación dejara de ser una mercancía, los estudiantes tendrán garantizada sus prácticas laborales y el trabajo para poder desarrollarse socialmente en una sociedad basada en la solidaridad y la cooperación mutua.
Jóvenes, estudiantes y trabajadores del pueblo, ¡la Rebelión se Justifica!
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