Discurso Primero de Mayo 2023

https://youtu.be/T6Q_5-GQP10

¡Sequen sus lágrimas, los que sufren!
¡Tengan coraje, esclavos! ¡Levántense!

Así terminaba una octavilla que circulaba en el Chicago obrero hace 137 años, después de la matanza en la fábrica McCormick, en medio de la huelga por la jornada de ocho horas.

Hoy, en medio de la jornada mundial honrando la memoria de los mártires de Chicago, aquellas frases resuenan en los puños de los millones de proletarios que levantan la roja bandera de la lucha, denunciando la explotación capitalista, los preparativos de guerra imperialista y dispuestos a la lucha por abolir la explotación asalariada y enterrar el capitalismo moribundo.

En Colombia, a dos años del poderoso estallido social que hizo temblar a los de arriba, que enterró la reforma tributaria y frenó temporalmente la pretensión de los explotadores de continuar descargando la crisis de su sistema en los hombros del pueblo, también los obreros levantan sus puños y agitan sus banderas.

Y no podía ser de otra forma, porque a pesar del cambio de Gobierno:

¡Aumenta la carestía y persiste el hambre y la miseria en los hogares de los desposeídos!

¡Nuestros hijos y hermanos siguen en prisión a pesar de la promesa de liberarlos!

¡El criminal ESMAD tampoco ha sido desmontado como prometieron! Apenas le cambiaron de nombre, siguen apareciendo luchadores mutilados, y solo puede esperarse nuevos asesinados por las recalzadas y las Venom de ese escuadrón asesino.

¡Prometieron la paz y la tierra! Pero sigue siendo la paz de los fusiles y la tierra de los cementerios porque la guerra contra el pueblo continúa desplazando, despojando de la tierra y cobrando la vida de nuestros hermanos campesinos, a la par que campea la matanza de dirigentes y activistas populares.

Y hoy en Colombia, como hace más de 80 años, el presidente llama a los obreros, en su día internacional, a apoyar su gobierno y las reformas prometidas, mientras les entrega a los capitalistas parásitos, traficantes de las EPS, la cabeza de Carolina Corcho porque no quiso ceder en unos mínimos, que solo pretendían disminuir un poco el caudal de ganancia que le ha costado al pueblo más de 100 mil muertos desde la imposición de la Ley 100 del 93, pero que les ha dejado a los traficantes de la muerte, billones a montones.

¡El odio de los opulentos parásitos, que se alimentan del sudor y la sangre del pueblo laborioso, no tiene límite como no lo tiene su sed de ganancia!

Por ello el pueblo no puede esperanzarse en que un simple cambio de gobierno podrá entregarle lo que no alcanzó a conquistar en las calles en el estallido social, con la huelga y los bloqueos, con las manifestaciones y los combates librados por la juventud obrera con al apoyo popular.

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos! Decían los dirigentes hace 137 años, y los proletarios revolucionarios retomamos ese llamado para convocar a nuestros hermanos a persistir en el camino de la lucha. A levantarse nuevamente para conquistar las exigencias de los grandes movimientos de 2019, 2020 y 2021 como son:

  • ¡Por empleo, subsidio a los desempleados y alza general de salarios!
  • ¡Por la abolición de las nefastas Ley 50 del 90 y 100 del 93!
  • ¡Por la libertad de organización, movilización y huelga!
  • ¡Por la entrega de la tierra a los desplazados, la reparación de las víctimas y garantías de no repetición!
  • ¡Por la Condonación de las deudas de los campesinos pobres y medios, nuevos créditos, asistencia técnica y compra de sus cosechas a precios justos!
  • ¡Por el desmonte efectivo del ESMAD y el castigo a los responsables de las mutilaciones, violaciones y muertes en el Estallido social!
  • Sí, hermanos y compañeros: ¡A levantarse para tomar en sus manos las riendas de la sociedad!

El mundo no puede ni debe seguir siendo dirigido por las clases parásitas, burgueses, terratenientes e imperialistas, sino que debe ser dirigido por los obreros en alianza con los campesinos.

Son ustedes los verdaderos protagonistas capaces de hacer una revolución de verdad sin esperar milagros de los politiqueros u otros salvadores.

Son ustedes los héroes que conquistarán el poder, destruyendo el viejo y podrido Estado de los explotadores para darle vida al nuevo Estado de obreros y campesinos armados.

Son ustedes los únicos garantes de construir un nuevo Estado barato y eficiente, sin burocracia privilegiada, ni ejército permanente, capaz de acabar con la propiedad privada sobre los grandes medios de producción y suprimir para siempre la explotación del hombre por el hombre.

Tal era el sueño de los obreros hace 137 años, y sigue siendo el sueño del ejército proletario mundial que hoy en todos los países se levanta contra la explotación capitalista y contra los preparativos de guerra imperialista.

¡Proletarios y pueblos del mundo, uníos!

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