Ya vamos para el primer año de gobierno de la Colombia Humana, sin embargo una de las duras realidades es que su ambicioso plan nada que arranca, al menos no en los hechos. Quien tenga el tiempo y quiera echarle un vistazo al Programa de Gobierno de Petro, podrá verificar con sus propios ojos las 54 hojas que marcan el derrotero de todos sus sueños bajo el título “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, un plan de gobierno que aunque no pretende resolver de raíz los problemas fundamentales del pueblo, si se le puede adjudicar que está repleto de “buenas intenciones”. Para la muestra un botón, el de su política exterior, la cual está enmarcada dentro de 4 ejes fundamentales:
- Diálogo en las Américas sin exclusiones
- Una nueva relación con los EEUU
- Transición energética en Latinoamérica
- Colombia como una potencia mundial de vida
Con ese plan de acción, entre agosto de 2022 y mayo de 2023, Petro enfiló sus baterías para realizar 15 viajes a diversos países: Perú, Estados Unidos a la Asamblea de la ONU y luego a la reunión con Biden y otros varios políticos, viajes a Venezuela, Egipto a la conferencia sobre Cambio Climático, Francia, México, Brasil, Chile, Suiza al Foro Económico Mundial en Davos, Argentina a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños (CELAC), a Ecuador y España.
Durante sus viajes, ha tratado todos los temas de su agenda de gobierno; en la ONU fue especialmente vitoreado por quienes le aplaudieron por su discurso altisonante y emplazador a los gobiernos de los países poderosos, a quienes increpó por su responsabilidad en la catástrofe mundial en todos los órdenes de la política exterior, lo propio hizo en Egipto sobre cambio climático y en el Foro de Davos.
Respecto a los viajes a visitar jefes de Estado, ha tratado diversos problemas que competen a los dos países, enmarcado sobre todo en 2 esferas principales; de una parte en buscar fortalecer algún tipo de alianza con países de la región con los que a grandes rasgos puede tratarse en igual o similar nivel, caso Ecuador, Chile, Venezuela, Perú, incluso Brasil y México, todos enfocados en el tema de fortalecer a Centro y sobre todo Suramérica como una potencia regional, en consecuencia con su eje de Diálogo en las Américas sin exclusiones y su sueño de una transición energética en Latinoamérica.
La segunda esfera de sus viajes es con los países poderosos, en el caso de los Estados Unidos, tiene hasta el momento su punto alto en la reunión con Joe Biden el pasado mes de abril, donde trataron los temas de cambio climático, fortalecimiento de las economías de ambos países, paz y seguridad, lucha contra el narcotráfico, transición energética, reforma agraria, la opción de “Cambio de deuda pública por acción climática”, tránsito hacia energías limpias, construir una “red de transmisión eléctrica a escala americana”, mejores garantías para que los campesinos puedan desarrollar otro cultivos sustitutivos a la hoja de coca, y todo terminó en un abrazo y la promesa de Biden de que junto con Colombia, estamos enfrentando el cambio climático, fortaleciendo nuestras economías y combatiendo el narcotráfico. A medida que comenzamos el próximo siglo de nuestra asociación, estoy ansioso por profundizar y desarrollar nuestra cooperación.
Para los Estados Unidos, sin duda, Colombia es una ficha clave en sus intenciones de cerrarle el paso a la intervención de sus competidores internacionales, sobre todo de China, Rusia y La Unión Europea, quienes han venido restándole poder a los Estados Unidos en el resto del Continente Americano; igual que el imperialismo estadounidense lo ha hecho en el Medio oriente y varios países de Asia; por eso, para Biden es claro su objetivo que expresa así: construir un hemisferio más próspero, igualitario y democrático, que en palabras castizas es reordenar su casa, o más bien su patio trasero; y en eso Colombia juega un rol importante.
La otra visita que gano prensa fue la que hizo Petro a España el reciente mes de Mayo, donde trató con el jefe de gobierno del Estado Español temas como la “Paz Total”, transición energética, turismo sostenible, infraestructura y educación; la conversación tuvo como interés especial el deseo de Petro de buscar ayuda en el país ibérico para que América Latina deje de ser un simple recinto de extracción de materias primas, y buscar mejores acuerdos económicos en calidad de “socios”, además trataron temas como las jornadas laborales en los dos países para conquistar mayor estabilidad y jornadas más cortas, pedirle a España que invierta en Colombia mediante acuerdos para generar energías limpias, acuerdos de conectividad con la Unión Europea para avanzar en una economía descarbonizada y el mayor uso de la fibra óptica, entre muchos otros temas.
La agenda internacional del gobierno de Petro, ha sido muy agitada en lo que va del primer año, sin embargo, carece del mismo pecado original que tiene todo su plan de gobierno y toda su concepción de la política, cual es la de poner todas sus esperanzas en apelar a las inexistentes buenas intenciones de los gobiernos, y sobre todo de los países poderosos y sus aparatos como la ONU, la OEA y demás esperpentos que jamás actúan en beneficio de la humanidad y mucho menos de los pobres del mundo. Para todos los imperialistas y la burguesía, un personaje como Petro con sus alocuciones y discursos persuasivos, es un instrumento que ellos utilizan para posar ante el mundo de muy democráticos al punto que le dan cabida a supuestos representantes de la izquierda, para al final de cuentas, darle un puntapié y que todo siga igual y peor.
¿Acaso los jeques del petróleo van a acceder por los simples discursos a avanzar hacia energías limpias? ¿O las mafias van a ceder ante el jugoso negocio del narcotráfico por los llamados rimbombantes, pero sin fuerza real de Petro? ¿O las compañías imperialistas renunciarán por las buenas a continuar expoliando sin freno la naturaleza sabiendo que es una de las dos fuentes que les genera plusvalía, por los llamados respetuosos de Petro? Y mucho menos su amo del norte, el imperialismo yanqui va a dejar de expoliar y someter con sus políticas a los pueblos del mundo porque el señor Petro le vaya con sus discursos cargados de verdades, pero sin acciones contundentes, como impedir que se siga expoliando los recursos del país expulsando la compañías imperialistas.
El pecado de Petro, que aplica para su política exterior, igual que en su plan de gobierno nacional, es el de pretender gobernar con todos, que al final es gobernar con los que tienen el poder, excluyendo en los hechos al pueblo; esa idea de un país sin contradicciones de clases, donde todos jalen para el mismo lado es un sueño irrealizable en una sociedad donde prima el apetito insaciable de la ganancia y donde los ricos no cederán a sus privilegios por otra vía que no sea la del levantamiento del pueblo para conquistar con sus propias fuerzas lo que por derecho les pertenece.
Y no puede ser de otra forma, pues el Estado bajo el capitalismo es una máquina trituradora de hombres, y esa naturaleza que viene de su propia esencia demanda, no la remodelación del Estado, sino su destrucción para construir uno diferente. Y a todos los que se ilusionaron con Petro como el salvador, no les queda otro camino que abandonar esas ilusiones y retomar el camino de la lucha y organización asamblearia, para prepararse y preparar el próximo Levantamiento Popular.
