¡NO MÁS ASESINATOS DE DIRIGENTES SOCIALES!

¡NO MÁS ASESINATOS DE DIRIGENTES SOCIALES! 1

¡ATRÁS EL TERRORISMO DE ESTADO!

Evelia Atencia, José Abraham, Carlos Jimmy Prado, Julio César Montalvo, Orlando Negrete, Fradi Chica… otros líderes más de Ituango, de juntas comunales, de sindicatos, de organizaciones sociales, algunos otros activistas de la campaña de Petro, hacen parte de los asesinados en los últimos días por paramilitares de las Águilas Negras y Autodefensas Gaitanistas; fuerzas que de sobra saben los colombianos quien maneja y que están amenazando a diestra y siniestra a quienes apoyaron la campaña de Petro y a quienes se atreven a levantarse contra el sistema y a denunciar a los corruptos y verdugos del pueblo. A los casi 100 asesinados en lo que va corrido de este año se suman los innumerables y groseros panfletos contra dirigentes y luchadores de diferentes sectores, sembrando terror en las comunidades y organizaciones y regando balas por todo el territorio colombiano con el ánimo de acallar la protesta y la lucha de las masas que exigen sus derechos.

Los de arriba pretenden silenciar al pueblo con el terror estatal ¡SÍ TERRORISMO DE ESTADO! porque es con su beneplácito como el ejército paralelo a las fuerzas oficiales perpetra sus crímenes contra el pueblo; porque a propósito se hace el de la vista gorda ante las denuncias de amenazas, persecuciones y asesinatos; porque el terror estatal hace parte de la forma oficial para mantener el estilo de vida de burgueses, terratenientes e imperialistas y su poder; porque como ya lo anunciaron en su Agenda Empresarial pretenden aplastar la protesta y para ello pusieron a la facción mafiosa que Duque representa en el gobierno.

Pero también el pueblo trabajador sabe cómo responder al régimen mafioso, al terror estatal y a la represión. Lo demostró durante 8 años en el régimen de Uribe y 8 más en el gobierno de Santos; la movilización, la lucha directa, los paros regionales, las actividades constantes en busca de conquistar los derechos esenciales a la salud, la educación, el alza de salarios y demás reivindicaciones son indicadores de la tendencia a un gran estallido, que debe concretarse en un gran Paro Nacional Indefinido con la participación de todos los sectores del pueblo y la movilización en las calles contra el Estado capitalista y asesino.

Y efectivamente ese es el camino seguro para impedir que los líderes sociales y sindicales sigan siendo asesinados bajo la paz de los cementerios de los ricos; el pueblo no tiene salvadores, pues mientras en las instituciones del Estado se rasgan las vestiduras por los ires y venires de la Justicia Especial para la Paz (JEP), en la calle siguen siendo asesinados los luchadores, sin que ¡nada ocurra! Los politiqueros en el establo parlamentario ni siquiera mencionan el tema porque están al servicio de una máquina que jamás defenderá o salvará vidas de los desposeídos, al contrario, esa máquina que es el Estado anuncia protección vitalicia para los asesinos del pueblo y para los ricachones. Por eso ¡A las calles por nuestros muertos! ¡A las calles contra el Terrorismo de Estado! ¡A las calles y al paro contra el Estado de los ricos y por el nuevo Estado de Obreros y Campesinos!

¡El pueblo no debe acudir a su verdugo pidiendo protección! Necesita proteger a sus dirigentes por sus propios medios y con sus propias fuerzas, a la vez que es necesaria la movilización, la protesta, la huelga, el enfrentamiento, para frenar el terrorismo de Estado, para hacerlo retroceder en sus pretensiones antipopulares y conquistar las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores; para avanzar en el aprendizaje en cuanto a las formas de organización y de lucha que contribuyan a despejar el camino para acabar con la explotación y la opresión; para elevar el nivel del conciencia del movimiento de masas en la necesidad imperiosa de conquistar el nuevo Estado dirigido por los obreros y campesinos, ese sí a favor del pueblo, de sus intereses y de su vida.

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