No dejemos de hablar del Catatumbo

No dejemos de hablar del Catatumbo 1

A pesar de que los medios han dejado de visibilizar la guerra que se libra en la región, la situación en el Catatumbo sigue siendo crítica para las comunidades. La aparente calma que se había instaurado en algunos municipios, tras la victoria del ELN sobre la disidencia del Frente 33, llevó a muchos a creer que la paz había regresado al Catatumbo. Sin embargo, esto no es así. La intervención del ejército burgués ha fortalecido al grupo paramilitar del 33, y es evidente que existe un respaldo militar a dicho grupo. Un ejemplo claro de esto es el líder de la disidencia, Andrey Avendaño, quien compartió en su cuenta de X (antiguo Twitter) videos desde un cuarto bien acondicionado, donde aparece bien vestido y en condiciones que claramente no corresponden a un combatiente en el campo de batalla.

Esto como lo dijo alias Silvana comandante y alias Ricardo vocero del frente nororiental del ELN en el programa Los Informantes, quien argumenta que frente a la guerra en el Cauca, es una situación más difícil que la del Catatumbo, sin embargo, dice alias Ricardo, Petro no declaró el Estado de Conmoción Interior, como sí lo hizo en el Catatumbo, manteniendo además los diálogos de paz con el Frente 33 y rompe los diálogos adelantados con el ELN, lo que a todas luces ellos interpretan, como un favorecimiento y apoyo por parte del gobierno, pues «la única negociación con que terminará su gobierno es con el 33» eso, para mostrar algún resultado de su política de paz total.

La guerra ha vuelto a intensificarse desde que la disidencia del Bloque Magdalena Medio envió a 150 combatientes desde Arauca y el Magdalena Medio, lo que demuestra que poseen la capacidad de movilizar unidades hasta el Catatumbo. Mientras tanto, el presidente Petro ha hecho acusaciones contra el ELN por movilizarse en la región, pero guarda silencio respecto a las acciones de la disidencia. Ahora, las comunidades del municipio de Tibú están siendo gravemente afectadas por los combates entre el ELN y las disidencias del Frente 33. Al parecer, esta disidencia está avanzando hacia el Tarra, mientras los militares permanecen inactivos ante la situación.

Lo más lamentable es que quienes más sufren son los campesinos y trabajadores de la zona. Ya son 15 las familias desplazadas de Tibú, que se suman a los miles de habitantes desplazados desde que comenzó el conflicto. Asimismo, es importante señalar que el paramilitarismo ha crecido a nivel nacional bajo el gobierno de Petro, lo que deja un panorama desolador para el pueblo colombiano, que continúa pagando las consecuencias de esta guerra reaccionaria.

Por ello, los comunistas hacemos un llamado a las comunidades del Catatumbo para que, con organización y fuerza de masas, detengan el avance del paramilitarismo. Exhortamos a rechazar la presencia militar en la zona y pedimos al ELN y al EPL que rectifiquen sus errores, que se apoyen en las masas y dejen que estas actúen con conciencia. Es necesario que se coordinen con las comunidades para erradicar la coca y busquen alternativas productivas. La solución no vendrá con más guerra reaccionaria ni con el apoyo del Estado burgués; solo la organización y la lucha del pueblo pueden frenar el conflicto en la región.

¡Ni el Estado ni los politiqueros, solo el pueblo salva al pueblo!

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