Seis obreros, mineros de profesión, fueron asesinados por el apetito insaciable de ganancia que poseen los capitalistas. Aunque lo hagan pasar como “muertes accidentales”, el proletariado revolucionario es claro en afirmar que la muerte de seis obreros en la mina de carbón Montgomery, en la población de San Cayetano, Norte de Santander el pasado jueves, fue un homicidio perpetrado por los magnates capitalistas que en medio de la cuarentena para evitar el contagio y propagación del Covid-19, obligan a sus trabajadores a laborar en ramas no esenciales de la producción.
De los nueve mineros que se encontraban en el socavón solo tres lograron ser rescatados con vida en la mina que queda a 45 minutos de Cúcuta. Entre los muertos se encuentran dos hermanos, y la hermana de ellos, que fue a pedir respuestas por parte de la empresa junto con las esposas de los fallecidos, afirmó con dolor: “Es lamentable que nadie dé respuestas. Ahora mismo estamos nosotras, pero desde el mismo momento de la tragedia varios hermanos vinieron a oscuras y tampoco salieron a darles la cara. Le hemos escrito a la ingeniera encargada y nos dejó ‘en visto’ el mensaje”.
¡Malditos capitalistas!, ustedes son los culpables de estas muertes y de millones de otras más por poner la ganancia al mando, sin garantizar las condiciones mínimas de seguridad en el trabajo. ¡Capitalistas cobardes! que no son capaces de darle la cara a las viudas y huérfanos después de obligar a sus trabajadores a ingresar al socavón en un viaje sin retorno, sólo para acaparar más capital en sus arcas a costa de la vida de la clase obrera.
¡Maldito Estado burgués! también culpable de estas muertes, pues como lo denunció una de las familiares que perdió a su esposo después de la explosión, «esa mina era una bomba de tiempo»ya que en diciembre del año pasado murieron dos obreros mientras trabajaban y las autoridades mineras nunca la cerraron.
Este Estado ya se encuentra podrido hasta la médula, es un estorbo social que será sepultado por medio de la revolución social de los oprimidos y explotados. Este Estado burgués-terrateniente garantiza con todas las aristas, la ganancia de las clases magnates de la sociedad, a costa de la superexplotación de millones de obreros en condiciones miserables que incluso los llevan hasta la muerte. Los familiares y amigos de los mineros sepultados, deben recibir toda la solidaridad del pueblo para sobrellevar de la mejor forma, esta terrible situación. ¡Condenamos enérgicamente a los capitalistas y a su podrido Estado, por ser los asesinos de la clase obrera!