El escándalo del Secretario de Cultura de Medellín es una evidencia de la degeneración del Estado burgués

El escándalo del Secretario de Cultura de Medellín es una evidencia de la degeneración del Estado burgués 1
Manuel Córdoba junto a Federico Gutierrez actual alcalde de Medellín

En los últimos días ha causado mucha polémica, y con razón, un vídeo en el que el ahora ex secretario de cultura de Medellín, Manuel Córdoba, admitió públicamente, sin vergüenza y en tono burlesco, que no sabe que es una biblioteca ni un registro, pero que eso no es importante, lo importante es que no podía “descacharse” en contrataciones. Esto nos demuestra una vez más y como siempre ha sido evidente que a la burguesía, clase social dominante y dueña del poder, no le interesa en lo absoluto el impacto social y las consecuencias que en los trabajadores tienen sus decisiones institucionales, y que lo único que les interesa realmente es desde el poderío institucional proteger su fuente de poder: el capital.

Este hecho puntual no es para nada inusual, la burguesía jamás ha mostrado ni un poco de respeto o al menos consideración por las luchas culturales que durante años ha librado nuestra clase, y menos en una ciudad con tanta diversidad cultural en cuanto a cuestiones, por ejemplo, étnicas o religiosas como lo es Medellín.

Federico Gutiérrez, —el alcalde uribista que ya había gobernado Medellín (2015-2019) con el apoyo de La Oficina de Envigado y cuyas campañas electorales fueron financiadas con dinero proveniente de la cocaína enviada por las Autodefensas a la mafia italiana Ndrangheta y Camorra—, ya destituyó a Córdoba de su alto cargo en la Secretaría de Cultura y dijo cínicamente que siente una “responsabilidad inmensa” con el sector cultural de Medellín, lo cual es irónico porque el mismo Córdoba aseguró que cuando Fico le asignó ese cargo él afirmó que«yo sé que a veces no tenés ni idea de temas culturales»… ¿responsabilidad inmensa con el sector cultural de Medellín?

Y el caso no se reduce solo a eso, sino que debemos acordarnos que Manuel Córdoba fue el gerente de campaña de uno de los concejales electos por el Partido Creemos de Fico, Andrés Tobón, hoy incluso presidente del Concejo de Medellín, o sea, la designación de Córdoba como Secretario de Cultura, lejos de tener cualquier intención positiva respecto a las funciones que se desempeñan en dicho cargo, como ya lo hemos señalado, evidentemente fue una cuota politiquera de Tobón y el partido de Fico en la administración distrital. Los capitalistas y sus politiqueros le dan al Estado el mejor uso posible para el que fue construido tal y como lo conocemos hoy, para manejar el poder institucional al servicio de sus intereses individuales, para satisfacer sus aspiraciones políticas y proteger su poder económico, pues realmente esa es la función del Estado burgués; pero tampoco es algo de hoy, hace ya más de un siglo Karl Marx y Friedrich Engels advertían en el Manifiesto Comunista (que mañana cumplirá 176 años de publicación) que «el gobierno del estado (capitalista) no es más que la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa».

Cada día que pasa el Estado burgués y el poderío de los capitalistas se desgasta, pierde legitimidad y causa miseria independientemente de quién lo administre, si los uribistas o los petristas, cada vez vemos noticias sobre funcionarios inútiles y corruptos colocados para cumplir con cuotas burocráticas de tal partido, de izquierda o de derecha, de los partidos tradicionales o del Pacto Histórico, en gobiernos locales y en el gobierno nacional, ¿entonces realmente cual es el problema de fondo? El problema no es quién administre el Estado, si Petro o Uribe, si la derecha o la izquierda, esos conflictos imaginarios son presentados por los politiqueros al pueblo como si fuese el problema fundamental de nuestra sociedad, y no lo es, con todos estos problemas que se repiten siempre bajo cualquier gobierno podemos darnos cuenta que el problema fundamental es el carácter mismo del Estado, que es burgués y fue diseñado para ser administrado al servicio de los intereses de los grandes empresarios y terratenientes.

Mientras el Estado burgués exista no habrá poder político que pueda solucionar los graves problemas que tiene nuestro país, porque por más buenas intenciones que pueda tener cualquiera que se postule a cualquier puesto de gobernanza o legislación pública, el Estado colombiano está estructurado de tal forma que cualquier posible esfuerzo, si es que llega a haberlo, para favorecer mínimamente al pueblo será aplastado por los intereses de los multimillonarios empresarios y terratenientes que realmente tienen el poder político, pues tienen el poder económico.

La clase obrera en Colombia debe unirse con independencia alrededor de consignas inmediatas y organizarse en una vanguardia revolucionaria con un fundamento ideológico efectivo que realmente nos represente y apunte al derrocamiento del Estado burgués para la construcción de uno nuevo, un Estado Socialista; consignas y propuestas de unidad y organización que por este medio ya hemos planteado en distintas ediciones de Revolución Obrera y en muchas columnas de nuestro portal, pues mientras el pueblo colombiano siga depositando su confianza y esperanzas en politiqueros, de izquierda o de derecha, uribistas o petristas, seguirá hundiéndose en la miseria del hambre, la pobreza y el desempleo… ellos nos ven solo como cifras, como votos, entonces debemos demostrarles que somos trabajadores conscientes que no se seguirán arrodillando ante su corrupto poderío.

¡SÍ A LA MOVILIZACIÓN INDEPENDIENTE DEL PUEBLO!
¡NI EL ESTADO NI LOS POLITIQUEROS, SOLO EL PUEBLO SALVA EL PUEBLO!
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