MÁS SUELDO A LOS CONGRESISTAS Y MAYOR OPRESIÓN CONTRA EL PUEBLO

El bandido presidente Santos acaba de subir –por decreto– el sueldo de los zánganos congresistas en dos millones de pesos.

Para los parásitos que no hacen nada más que barnizar la amputada democracia, ya van dos alzas de salarios por parte de este infame gobernante. El decreto firmado el 1 de octubre de 2013 ordenó que los miembros del Congreso recibirían mensualmente una prima especial de $7’898.445, además de un reajuste anual “en el mismo porcentaje en que se reajuste la asignación básica”, y ahora nuevamente el gobierno emitió un decreto con un aumento salarial para todos los funcionarios de la rama legislativa, incluidos los 102 senadores y 167 representantes a la Cámara. Este último Decreto 1739 de 28 de agosto de 2015, manda a que se les aumente desde el 1º de enero de 2015, lo que representa un desembolso inicial –por ser retroactivo– de $5.000.000.000 (cinco mil millones de pesos).

¿Pueden los 5.5 millones de posibles deportados desde Venezuela solucionar los problemas que tienen con lo que cuesta solo una parte del sostenimiento de la burocracia? No solo de Venezuela sino también de Europa y Estados Unidos, así como miles de desempleados que hay en el país, podrían estabilizarse no solo con ese dinero sino además con los $93.000 millones que cuesta anualmente cuidar a 655 zánganos “servidores públicos” y sus familias, y con más de 11 billones de pesos que suman las pensiones de los ex presidentes, funcionarios de la justicia, Congreso y algunos integrantes de los organismos de control.

Mientras estos “padres de la patria” quedan con una remuneración de $26 millones mensuales, continúan con los privilegios de designar altos cargos y aprobar multimillonarios proyectos, para recibir a cambio parte de los jugosos porcentajes por corrupción, donde ninguno de ellos renuncia a un peso –ni siquiera los “desinteresados” “representantes de los trabajadores”– para los obreros que laboran honradamente, en todos los años de gobierno de este bandido, el alza no ha sido de más de $28.000 para la gran mayoría que gana salario mínimo.

Cuando Santos en su mandato ya garantizó a los capitalistas el 40% del territorio colombiano para que devasten la naturaleza y saquen sus recursos, sigue sin resolver nada a los campesinos y a las masas trabajadoras, a quienes se les ha incrementado la represión en cada una de sus movilizaciones y luchas, los impuestos y el costo de vida.

Son los hechos de un gobierno democrático burgués, “menos malo”, que mantuvo su reelección con el apoyo de la democracia burguesa y pequeño burguesa, así como de los traidores jefes de las centrales obreras.

Con razón los Congresistas “al servicio de los trabajadores” –incluyendo a Robledo y compañía–, han preferido sentarse a puerta cerrada con el gobierno, que empujar la lucha y unir las reivindicaciones de las masas para hacerle huelgas políticas. Sus intereses están bien asegurados con Santos en la presidencia.

Por su parte, Santos garantizó –como le corresponde a todo gobierno reaccionario– más ganancias a los grandes capitalistas burgueses, terratenientes e imperialistas, más poder y expansión a los grandes grupos monopolistas. Por lo anterior es que en la sociedad moderna, el proletariado, avasallado en lo económico, político y social por el capital, no puede dominar políticamente si no rompe las cadenas que lo atan al capital. Esa es la razón de una campaña política antielectoral en los actuales momentos propuesta por los revolucionarios para manifestarse activamente contra la farsa electoral y organizar la actuación política independiente de la clase obrera contra ésta. Esa actividad es una más que va por el camino de la lucha directa y revolucionaria del pueblo, por la Huelga Política de Masas a nivel nacional y por la Revolución Socialista.

La gran farsa electoral de los explotadores, cuenta con el apoyo y participación de los reformistas y oportunistas, del Polo, Moir y mamertos de los falsos partidos comunistas, o de grupos trostkistas que aunque llaman a votar en blanco o nulo, en la práctica todos hacen el papel de bufones al servicio de los explotadores para engañar al pueblo y legitimar la farsa electoral. Son traidores a la causa obrera, que además utilizan la campaña electoral como escenario para respaldar la otra gran farsa orquestada entre el Gobierno y las Farc, la farsa de la paz en La Habana, que ha unido en el mismo bando a todos los enemigos del pueblo: imperialistas, burgueses, terratenientes, guerrillas, reformistas, oportunistas, jerarcas religiosos, para presentar esa como la verdadera paz para el pueblo, cuando en realidad esa paz de los ricos ha sido, es y seguirá siendo guerra contra el pueblo.

Tomado de: Revolucion obrera No. 438
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