«La mujer obrera es miembro de la clase obrera y sus intereses están estrechamente vinculados a los de esta clase. Cuando la clase obrera conquista un destino mejor, cambia también la situación de la mujer; si aquélla continuara sumida en la pobreza, en las tinieblas y el despotismo, la obrera seguirá sujeta a la misma existencia lamentable de hoy. No puede, entonces, ser indiferente a que su clase logre una vida realmente humana; la causa de los trabajadores es su propia e íntima causa, tan inherente a ella como al obrero».
N. Krúpskaia
¿Cuál es el miedo de educar al pueblo?, es una de las consignas que encabezan las marchas del paro estudiantil en Colombia. Y es que por estos días hombres y mujeres de todas las edades salen a las calles en defensa de la educación pública. Claro la brutalidad del gobierno de Duque no se hace esperar, ensañándose en contra de los manifestantes y realizando disturbios provocados por los mismos del ESMAD.
Y es que en principio no se esperaba la contundencia del paro, los estudiantes en algunas ocasiones tocaron puertas equivocadas que no podrán resolver el problema de la educación, tales como la visita al congreso y, el resultado fue comprobar en la práctica que esas instituciones corresponden a una clase que nada tiene que ver con los intereses de la clase obrera. En dicha visita hay que destacar la participación de la representante estudiantil Jenifer Pedraza, donde logra intervenir, aunque desde el principio el presidente del congreso Ernesto Macías solo le otorgó la palabra a su compañero, también representante de los estudiantes, muy valiente la compañera tomó la palabra, pero fue cerrado el micrófono para que sus palabras no se oyeran más en la sala, una muestra de desprecio hacia los estudiantes en general y hacia la compañera en particular… de ahí que sea necesario exaltar el papel de las jóvenes mujeres en esta lucha.
Por eso los estudiantes optaron por la lucha y es que claro en las calles la cosa es a otro precio con el pueblo, es allí donde las mujeres junto a los hombres logran desatar su furia sin temor, sin que callen sus voces; han luchado en igualdad de condiciones, en la marcha, en el tropel en donde el ambiente no es de sumisión como en el hogar o en el trabajo ¡NO! son condiciones de lucha y las compañeras se han destacado en todas ellas; en el parque Caldas, en Popayán ante el desalojo del campamento estudiantil, en Bogotá, en Cali, en Medellín,… sin miedo ¡camisetas a las cabezas, mostrando valerosamente que la pelea es peleando, moliendo piedra y levantando el puño! porque el paro es diferente, es por el derecho a la educación de todos, aquí no cabe una lucha de mujeres contra hombres, aquí se lucha por unas reivindicaciones exactas y se miden fuerzas entre el Estado y el pueblo al luchar por un beneficio para toda la sociedad.
Hoy resaltamos ¡claro la actitud de los estudiantes de mantener el paro!, pero también de las valerosas mujeres que así como en Colombia a nivel mundial han tomado la decisión de participar y luchar combativamente, rompiendo con todo esquema que pone este asqueroso sistema, salen a las calles dispuestas a ser escuchadas; madres, hijas, abuelas, tías, todas a las calles que la rebelión se justifica, a preparar un paro nacional indefinido que con toda seguridad unidos hombres y mujeres del pueblo conquistarán este mundo y solo así se acabará el sufrimiento de los pobres y la opresión sobre mujeres y niños al que este Estado capitalista los somete.