Quienes hoy encabezan la lucha contra la corrupción, hacen parte de los gobiernos y partidos más corruptos que ha tenido Colombia. Así se disfrace de «iniciativa ciudadana» sus propuestas le llevan agua al molino de la íntima amiga del corrupto alcalde Peñalosa (ver cuando Claudia López y Enrique Peñalosa eran los mejores amigos) compañera de lides del inepto y también corrupto ex alcalde Lucho Garzón… ¡Sí! Claudia López, la misma que propone, pensando en las elecciones del año entrante, la realización de un referendo para que los ciudadanos aprueben una serie de medidas inútiles para acabar con la corrupción, una hija legítima de la dominación y el poder del capital.
El grupo de «Iniciativa ciudadana» con el sitio www.8millonesdevotos.com quiere convencer a los grandes pulpos económicos del país como Sarmiento Angulo, Santodomingo y Ardila Lulle, que ganan mucho menos de lo que cuesta la corrupción al país, cuando por el contrario, son ellos los que requieren del soborno de los funcionarios, la corrupción de las instituciones públicas y el saqueo de las riquezas del país para conseguir los jugosos negocios que explotan. Iniciativa que no van a respaldar quienes tienen el poder y los contratos del país, y si se lograse hacer por la indignación popular, recolectar cinco millones de firmas y obtener once millones de votos para aprobarlo, requerirá una maquinaria política solo realizable por los carteles y grandes pulpos responsables de la corrupción.
Las propuestas concretas contra la corrupción son demagógicas e ineficaces, porque el mal es endémico. De nada serviría la destitución de un mandatario porque son los partidos políticos quienes ponen en los puestos públicos y otorgan contratos a los hijos, familiares y amigos del afectado; porque el mar de funcionarios e instituciones públicas y privadas que trabajan con el Estado son fieles sirvientes del poder del capital. Igualmente, controlar las cuentas personales de los funcionarios tampoco es efectiva por cuanto desde los mafiosos hasta los más «honrados» (como Lula da Silva en Brasil) usan testaferros para ocultar sus bienes ilícitos.
Mientras para los más honestos liberales acabar con la corrupción depende de la conciencia y la voluntad ciudadana, para los comunistas el problema se resuelve rompiendo las cadenas de la opresión imperialista y la explotación asalariada, porque la corrupción en el capitalismo es la norma y seguirá existiendo mientras se mantenga en pie este sistema económico social. Mientras para los liberales, la esperanza está puesta en la pequeña burguesía y en los movimientos policlasistas, para los revolucionarios, en la clase obrera y la dirección de su partido político revolucionario.
De ahí estimado lector que la línea de https://revolucionobrera.com/documentos/programa.pdf sea diametralmente opuesta a las burguesas y pequeño burguesas. Si como luchador busca una salida auténtica, la tendrá que buscar en esta tendencia revolucionaria.