Nuevamente estamos ante otro circo electoral, el 29 de octubre se realizarán las elecciones regionales, en este texto hablaremos sobre la disputa para la alcaldía de Bucaramanga. A diferencia de años anteriores en esta ocasión para elegir alcalde se inscribieron 16 candidatos lo que hace que el número sea mayor, pero los avales, alianzas y respaldos siguen untados de corrupción, politiquería, intereses de clase y personales.
En las últimas encuestas publicadas, se da como favoritos a dos candidatos, Jaime Andrés Beltrán que obtiene el mayor puntaje; este candidato ha sido concejal de Bucaramanga, en el 2019 se lanzó a la alcaldía y quedó en segundo lugar, representa ideológicamente a las iglesias cristianas, es hijo de un pastor que tiene su propia iglesia llamada Camino a la Libertad, representa los intereses de los empresarios de la Fe, también cuando fue concejal se repartió burocráticamente el Instituto de Salud de Bucaramanga (ISABU) y la Unidad de Víctimas, algo muy usual en los parásitos que se acomodan en el Estado.
El otro candidato que puntea en las encuestas y va detrás de Beltrán, es Horacio José Serpa, el hijo del fallecido Horacio Serpa; tiene el apoyo de parte de la burguesía y pequeña burguesía liberal, pero no ha podido pasar a Beltrán, porque su carrera politiquera la ha hecho en Bogotá donde fue concejal y congresista. Otro de los candidatos que suena en las encuestas con un porcentaje medio es Carlos Parra, el ahijado político de Angélica Lozano en Santander, fue concejal de Bucaramanga y en 2022 apoyó la candidatura a la legislatura de Cristian Avendaño, con eso consolidó un caudal electoral que le permite disputar la alcaldía, también recibió el apoyo de Dignidad y Compromiso que lidera en la región Leónidas Gómez amigo íntimo de Jorge Robledo, tiene ciertas diferencias por asuntos electorales con el empresario Carlos Ramón Gonzales que es cercano a Gustavo Petro, representa a una parte de la pequeña burguesía de centro y derecha.
El siguiente candidato es Jaime Calderón Herrera, un médico especialista en cirugía general y cirugía cardiovascular, no se ha movido mucho en la política, pero su círculo social le ha permitido tejer relaciones sociales con la pequeña burguesía y la burguesía de Bucaramanga, incluso los dueños de la constructora Marval lo buscaron para reunirse, mueve los votos de los simpatizantes del Pacto Histórico y votos de opinión; el director de la Fundación Cardiovascular de Colombia, Víctor Raúl Castillo, lo apoya, representa a la pequeña burguesía progresista y varias fuerzas de izquierda de la ciudad lo respaldan. Otro de los candidatos que aparece en las encuestas con un porcentaje medio es Fabian Oviedo, fue concejal de Bucaramanga bajo el aval de Cambio Radical en dos ocasiones, aunque actualmente renunció a ese Partido. En su último periodo en el concejo fue cercano a la actual administración de Juan Carlos Cárdenas, donde personas cercanas a Oviedo recibieron contratos. Representa el tradicionalismo en la ciudad, es decir, la politiquería corrupta y parásita que desangra los recursos públicos del Estado.
La única mujer candidata a la alcaldía cierra con puntajes medios en las encuestas, Consuelo Ordóñez es cercana al liberalismo y siempre afín a Horacio Serpa, pero no logró conseguir el respaldo pleno del Partido Liberal, ha tenido diferentes cargos en dependencias del Estado burgués. Para estas elecciones el empresario Rodolfo Hernández le ofreció su apoyo, a pesar de que Consuelo fue opositora suya cuando este ocupó la alcaldía.
Los demás candidatos no despegan en las encuestas, pero siguen en sus respectivas campañas, uno de esos es Carlos Fernando Sotomonte, fue líder del movimiento estudiantil en la Universidad Industrial de Santander (UIS), para esa época estuvo cercano al MOIR, pero con el pasar de los años rompió con esa organización; luego se convirtió en líder ambientalista defendiendo el Páramo de Santurbán y usó eso para ir escalando en el panorama politiquero de la ciudad; apoyó a Rodolfo Hernández y la alcaldía de Juan Carlos Cárdenas, incluso hasta hace poco el apoyo de Cárdenas a su candidatura se mantuvo, pero supuestamente rompieron lazos; el diputado liberal René Garzón y el contratista Carlos Duarte cercano a Cárdenas, y que se ha ganado varios contratos de mucho dinero en estos cuatro años de alcaldía, ayudaron a Sotomonte a obtener las firmas para lanzarse como candidato independiente. Sin embargo, la maquinaria que lo respalda proviene del apoyo que le brinda el empresario Danilo Romero, uno de los empresarios cercanos a Petro, incluso varios empresarios que simpatizan con Petro podrían estar apoyando a Sotomonte por la referencia de Romero, a pesar que el candidato del Pacto Histórico en Bucaramanga es Jaime Calderón; el empresario quiere establecer una administración de centro-derecha, es decir, representar los intereses de la pequeña burguesía y la burguesía. No obstante el apoyo económico obtenido por Sotomonte, su candidatura nada que despega.
Los demás candidatos que no tienen muchas posibilidades según las encuestas son: Giovanni Álvarez Maldonado cercano al exconcejal Luis Jesús Pinzón Mejía, quien fue condenado por estafa y es conocido como «Chucho Limonada»; Jorge Alberto Figueroa Clausen, es uribista, amigo personal de Álvaro Uribe Vélez y cercano a José Obdulio Gaviria, pero el Centro Democrático no le dio el aval; Ludwing Mantilla Castro es cercano a Carlos Caicedo actual gobernador del Magdalena; Manuel Parada Rueda es cercano a los politiqueros liberales, pero esta vez consiguió el aval del grupo Creemos del movimiento de Federico Gutiérrez, representante del ala de la extrema derecha de la burguesía en el país; José del Carmen Velásquez Pereira, un líder motero de la ciudad que tiene ideas reaccionarias, promovía la “paloterapia” para los ladrones y su enfoque es hacia la seguridad con mano dura; Diego Arturo Tamayo Salcedo, hijo del excongresista Gerardo Tamayo y sobrino del exdiputado Luis Tulio Tamayo, su familia por varios años manejó el Partido de la U e hicieron alianzas con Richard Aguilar que hace parte del clan Aguilar, lanzó su candidatura con firmas, pero el Centro Democrático no le dio el aval; Álvaro Torres es un suboficial retirado del ejército, ha tenido poca vida política, pero se acercó al grupo de Ingrid Betancourt, y en esta candidatura el aval se lo dio el partido del congresista Wilder Escobar, llamado Gente en Movimiento.
Después de mencionar a cada uno de los candidatos con sus respectivos respaldos, avales y alianzas, se puede identificar que la corrupción, la politiquería, los intereses de la burguesía y el ascenso social que buscan algunos candidatos siguen muy presentes como cada cuatro años en el circo electoral; nada ha cambiado, incluso el progresismo que es la corriente representada por Petro ha caído en esta degradación para mantenerse viva electoralmente. Por eso, los comunistas siempre decimos que en la farsa electoral no están las soluciones, porque es repetir el círculo vicioso cada cierto tiempo; la burguesía y los corruptos siguen mandando y moviendo sus tentáculos con sus respectivos candidatos, no solo sucede para la alcaldía de Bucaramanga, así también se repite en las candidaturas a la gobernación, a la asamblea departamental y a los concejos en los municipios del departamento.
Los trabajadores y campesinos pobres no debemos confiar en ese circo, hipócrita y mentiroso que nos monta la burguesía con su democracia, donde el pueblo no está decidiendo nada; comencemos a mostrar nuestro rechazo a todos los politiqueros. Igualmente, el pueblo debe retomar sus formas de organización y volver a salir a luchar contra el Estado, contra el capitalismo y a favor de sus derechos, la única forma que tiene la gente de lograr victorias es con la lucha directa, no votando. No olvidemos esta consigna para difundirla en las calles:
¡Ni el Estado, ni los politiqueros, solo el pueblo, salva al pueblo!
Corresponsal de Santander