En las últimas semanas hemos podido observar la activación del movimiento estudiantil en Bogotá, específicamente en la Universidad Nacional donde los estudiantes en pie de lucha cuestionan la mal llamada democracia universitaria, y es que en la última elección del rector, el Consejo Superior pasó por encima del deseo de los estudiantes de que Leopoldo Alberto Munera Ruiz fuera rector, en las elecciones de consulta a la comunidad estudiantil, Munera venció a los demás candidatos con más del 34 %, pero el exrector Ignacio Mantilla propuso un método de votación en la sesión del Superior supuestamente “democrático”, una fórmula matemática que entró a jugar como técnica para poner los dos votos que inclinaron la decisión hacia José Ismael Peña, una ficha de la rectora reaccionaria Dolly Montoya.
Eso ha generado que los estudiantes de la “nacho” se organicen en asambleas estudiantiles e incluso triestamentarias (profesores y trabajadores). En una de esas asambleas se decidió un paro indefinido, que hasta el día de hoy ha mantenido en movilización a los estudiantes. Es necesario que en esa lucha logren uno de los objetivos históricos del movimiento estudiantil, la reforma a los estatutos de la universidad, una reivindicación que los estudiantes de las demás universidades públicas del país deberían acoger para conquistar con la lucha directa.
La reforma a los estatutos lograría cambiar muchos asuntos de trascendencia en cómo funcionan las universidades, uno de esos es como se compone el Consejo Superior donde se toman decisiones importantes, y que en la actualidad en todas las universidades están inclinadas a favorecer el modo de producción capitalista, a la burguesía, a los imperialistas y al gobierno burgués de turno, a excepción de este gobierno progre, porque Munera es ficha del petrismo, pero ni en eso la burguesía reaccionaria cedió. Además, la lucha estudiantil debe comenzar a retomar reivindicaciones nacionales que logren mejorar las condiciones para los estudiantes, profesores de cátedra y trabajadores.
Igualmente, la lucha debe ser desde las bases, con decisiones tomadas en asambleas y con el método de la democracia directa, que logre conquistar verdaderos cambios y no pañitos de agua tibia, por eso, los comunistas tienen una labor importante en el trabajo de las universidades, porque deben apoyar la lucha estudiantil como parte integral de la revolución y a la vez deben combatir las corrientes ideológicas burguesas y pequeño burguesas que abundan en los círculos académicos y desmovilizan a los jóvenes.
Así mismo, los trabajadores organizados en sindicatos de clase no pueden ser indiferentes a la lucha que libran los estudiantes, quienes en su mayoría son hijos de trabajadores. En ese sentido, es importante respaldar la lucha para que haya acceso a la educación superior gratuita y de calidad: ¡Educación primero para el hijo del obrero! Se requiere tener universidades transformadas en el socialismo donde los obreros puedan acceder a la educación científica y revolucionaria, tenemos que ir dando pasos y victorias que comiencen a construir ese camino revolucionario.