El gobierno de Petro nuevamente incumple una de sus promesas de campaña electoral. De a poco, el pueblo va descubriendo que bajo el Estado burgués terrateniente y la mentirosa dictadura burguesa, poco o nada importan las buenas intenciones de los gobernantes o la moralidad con que gobiernen. Poco o nada importó que Gustavo Petro haya prometido en su Programa de gobierno 2022 – 2026 lo siguiente:Nuestra prioridad será recuperar, a nivel institucional y operativo, el carácter civil del cuerpo policial y de acuerdo con ello, redefinir sus funciones y prioridades, que incluyen el desmonte del ESMAD y el tránsito a una fuerza orientada a la solución pacífica e inteligente de conflictos. (s.n.)
La realidad es arrolladora e indiscutible. Petro no pudo desmontar el Esmad realmente, apenas pudo llegar a realizarle unos cambios cosméticos que no cambian en nada su profundo carácter reaccionario. Cambios que no pasan de rebautizar la fuerza de choque de la Policía con el nombre UNDMO (Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden); de poner al frente del nuevo escuadrón policial a la coronel Alba Patricia Lancheros Silva, con el fin de darle el cargo de dirección de los asesinos del pueblo a una mujer, lo que para algunos sectores de la sociedad resulta algo muy “progre”, de avanzada.
Se realizan mesas de trabajo que analizan cuáles armas “no letales” podrá usar el nuevo UNDMO, es decir, no erradica las armas con las que asesinaron por ejemplo a Dilan Cruz en noviembre de 2019, entre otras víctimas del terrorismo de Estado; los cascos y otra indumentaria serán color blanco paz, la paz de los sepulcros del pueblo que tanto les gusta a la burguesía y a los terratenientes; en los blancos cascos y los chalecos azules del Dispositivo Básico de Acompañamiento (DBA) se leerán las palabras “Diálogo” y “Speak”, para que se entienda en dos idiomas la mentira, pues una fuerza como esa no dialoga, por lo contrario, le rompe las cabezas y les saca los ojos a los manifestantes.
Petro tampoco ha podido cumplir su promesa de pasar la Policía, del Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior y así, hacer de ella un cuerpo civil, no militar. Que pase de ser una institución letal para las masas populares, a un órgano igualmente represivo, pero cuyo accionar no tenga como objetivo la eliminación física de los manifestantes como lo es hoy, sino la regulación del orden burgués. Eso es casi un imposible bajo la dictadura burguesa, sin embargo, esa fue la promesa de campaña de Petro, promesa que también es casi imposible que pueda llegar a cumplir.
Es necesario conformar de nuevo las Asambleas Populares en las que las masas obreras y campesinas presionen por medio de la fuerza y la organización por la base, el desmonte efectivo del Esmad ahora maquillado como UNDMO, cuerpos represivos especializados en sacarle los ojos a los manifestantes, en violar compañeras en las tanquetas, en abusar de su fuerza y en disparar directamente contra los manifestantes.
El estallido social enseñó que es por la fuerza de las Asambleas y por la lucha directa del pueblo como se pueden lograr los objetivos populares, tal y como sucedió en el gobierno de Duque obligado a desmontar la reforma tributaria. Es necesario prepararse para la lucha, retomando las Asambleas Populares y conformando de nuevo las Primeras Líneas como formas embrionarias de las Milicias Populares y del Ejército Popular Revolucionario, tan necesarios como el Partido político de la clase obrera para destronar a la burguesía y a los terratenientes del poder político, económico y militar, destruir su podrido Estado burgués y construir sobre sus ruinas el Estado de obreros y campesinos, en el que las masas armadas garanticen que se gobierne para la inmensa mayoría de la sociedad.