La muerte de Sara y Ermilda Tunay y de Hidebrando Rivera solo tienen un culpable: El Estado Burgués

La muerte de Sara y Ermilda Tunay y de Hidebrando Rivera solo tienen un culpable: El Estado Burgués 1

Anoche en las afueras de Bogotá sucedió una tragedia que enluta a los indígenas Embera, quienes tienen a cuestas otras más por culpa de una guerra reaccionaria, que los desplazó y ahora deambulan por el país esperando que alguien les responda por todo lo que han tenido que vivir; enluta también a la humilde familia del conductor de una empresa de aseo que terminaba su jornada después de producir para el patrón, a cambio recibir un mísero salario. Todo por cuenta de un Estado indolente y criminal.

La muerte de las indígenas Sara y Ermilda en el accidente, desbordó la ira acumulada de la comunidad Embera contra el conductor quien también murió. Hechos lamentables y dolorosos deben generar la indignación más profunda del pueblo contra las clases dominantes e hipócritas como Claudia López, quien lamenta la tragedia, diciendo que ha tratado de ayudar a los indígenas pero que toda la culpa la tiene el gobierno nacional; indolentes se lavan las manos, tirándose la pelota entre unos y otros, pues también el gobierno no les ha resuelto la reparación y restitución de sus tierras que fueron expropiadas por cuenta del conflicto.

Claudia López, no se puede hacer la de la vista gorda, pues hace unos meses con la muerte de un bebé Embera en el campamento del Parque Nacional, quedó en evidencia la negligencia de su administración. Por otro lado, el títere Duque, que anda ocupado robando junto con sus compinches el erario, no está interesado en atender los reclamos de una población que ha sido despreciada por años.

La situación de miseria, pobreza, desespero e impotencia seguirá aumentando por culpa de los parásitos burgueses y terratenientes y de 20 años de un régimen mafioso y paramilitar que para lo único que ha servido es para desnudar la podredumbre del Estado burgués y lo despreciables que son las clases dominantes.

Los hermanos indígenas no están solos, porque su clamor es el mismo del pueblo que volverá a levantarse contra el hambre y la miseria, contra la guerra reaccionaria, contra el despojo y por la solución a todos los problemas del pueblo que las clases parásitas no quieren resolver. Crece la indignación y la necesidad de moler a puños, uñas, palo y bala, pero esta justa furia, debe descargarse contra el Estado y el sistema capitalista, únicos responsables de las tragedias del pueblo colombiano.

Comparte

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *