En el establo parlamentario murió ayer, 19 de junio, el proyecto que buscaba cárcel para los corruptos. Según El Tiempo, “solo tres de las iniciativas de la consulta siguen vivas… De los siete proyectos de ley que surgieron de la consulta anticorrupción realizada en agosto del año pasado, cuatro se hundieron y tres están vivos”.
No era para menos, desde el portal Revolución Obrera (ver El corrupto Estado burgués no puede acabar su corrupción sistémica) se señaló que la podredumbre y corrupción de este Estado no se combate con las mismas leyes y trámites que genera el Estado capitalista corrupto. Se denunció la consulta anticorrupción por ser un truco electorero para ganar votos en las pasadas elecciones. Se advirtió que todo esto no era más que un teatro para desviar a las masas de su lucha contra la explotación y opresión capitalista; de ahí que siempre la posición de los obreros revolucionarios conscientes sea la de destruir el podrido Estado burgués, basados en las experiencias que los hermanos en Rusia y China hicieron realidad.
La democracia burguesa formalmente reconoce los derechos y libertades para los trabajadores, pero lo concreto es que nunca han tenido acceso a ellos; de hecho el Estado y sus instituciones han venido tumbando los proyectos de ley de la consulta anticorrupción, aun a sabiendas de que la mayoría de sus “representados” es decir del pueblo, aborrece la corrupción que cobra vidas y recursos naturales. Lo que ha sucedido es una muestra real de que este Estado burgués NO ESTÁ A FAVOR DEL PUEBLO y no es porque el problema sea de cuál partido o individuos compongan las instituciones, sino porque es un Estado al servicio de los grandes burgueses, terratenientes e imperialistas; esos que se enriquecieron con contratos como los de Odebrecht, esos que se embolsillaron la plata de la vía al Llano, esos que desfalcaron Reficar… por solo mencionar unos cuantos.
Definitivamente estos acontecimientos denotan la burla, el engaño y la fantasía de los trámites parlamentarios de los reformistas, así tengan el respaldo de 11 millones de votos como fue el caso de la Consulta Anticorrupción, que solo sirvió para la popularidad de unos cuantos candidatos y para derrochar recursos en una acción que, como demuestran los hechos, es inútil.
Como se dijo hace cerca de dos años en este medio, ¡La hipocresía imperialista en la lucha anticorrupción!: “La alharaca imperialista y burguesa contra la corrupción es mera hipocresía. Los clamores de la pequeña burguesía contra ese flagelo son vanas ilusiones mientras no se cuestione y sustituyan las relaciones de dominación imperialista, la propiedad privada sobre los grandes medios de producción y el viejo Estado al servicio de la explotación asalariada”.
¡NI EL ESTADO NI LOS POLITIQUEROS, SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!
¡ABAJO EL PODRIDO ESTADO BURGUÉS, VIVA EL FUTURO ESTADO DE OBREROS Y CAMPESINOS!