Es hora de vencer el miedo y salir a protestar contra el régimen uribista que quiere condenar a muerte al pueblo colombiano. El 9 de junio es el día en que los oprimidos y explotados del país están llamados a mostrar su descontento con las medidas antipopulares que el régimen ha tomado en su contra.
¡La pandemia es el capitalismo! Llegó el momento de seguir el ejemplo de lucha directa que ya han dado los habitantes de los barrios populares cuando salen a exigir comida y subsidios para poder sobrevivir; o el de los vendedores de dulces, frutas o de tintos que protestan contra la criminalización de que son víctimas por parte de la policía cuando los persiguen y les roban sus mercancías; también el de los trabajadores de la salud o del transporte masivo que han exigido cesar los despidos masivos, pago de sueldos atrasados y condiciones seguras de trabajo. Es hora de seguir el ejemplo de miles que han salido a las calles de forma segura a exigir sus derechos.
El Estado hace elefantes de ratones con el coronavirus con el objetivo de inmovilizar la acción rebelde del pueblo indignado con el capital. Luchar es posible en las condiciones actuales, basta tomar las medidas necesarias para hacerlo de forma segura. A los pobres de país, o los mata el covid-19 o el hambre o las balas asesinas o el desempleo. Por lo tanto el 9J se debe y se puede salir a los mítines programados, pues hay más probabilidades de morir por otras enfermedades curables, por inanición o a causa del terrorismo de Estado.
¡Todos los oprimidos y explotados a las calles el 9J! No hay ninguna razón para no hacerlo. Si los capitalistas obligan a la clase obrera a salir de sus casas a producir en sus fábricas, bancos o comercios y a transportarse en el insalubre servicio público, ¿qué razón hay para que los desposeídos del país no salgan a protestar contra los parásitos capitalistas y su podrido Estado que legisla en contra del pueblo y que lo asesina selectivamente en el campo y la ciudad? ¡Ninguna! Es preferible salir a luchar para presionar cambios a favor de las masas, que morirse pasivamente en las casas.
Por lo tanto, el 9J a las calles, a vencer el miedo, el confinamiento y el control estatal que se encuentra satisfecho con el apaciguamiento generalizado de la sociedad, que venía en un ascenso en su lucha antes de la pandemia. A seguir el ejemplo de los sectores que ya salen a manifestar su rebeldía en las calles. A forjar la unidad de los luchadores en las calles. Llegó la hora de demostrarle al régimen que no hay temor en enfrentarlo y tampoco al Estado de dictadura que lo respalda.
