Desde el 13 de julio los obreros de Explocen, en Ecuador –sector de Poaló, en Cotopaxi-, se encuentran en huelga. Explocen es una empresa privada que fabrica, importa y comercializa explosivos para la industria minera, cementera, de la construcción y sísmica. Los dueños son el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) y la empresa privada gringa Austin Powder CO, es decir, corresponde a capital mixto. Las exigencias de los obreros van desde el reintegro de 5 obreros despedidos que cuentan con 31 años de antigüedad, hasta la firma de un contrato colectivo.
Esta huelga es muy importante por el tiempo que han logrado resistir un poco más de 50 obreros con la fábrica tomada. Es valerosa, porque sus patrones, por un lado, son un sector de las fuerzas armadas que son el pilar central del Estado burgués; y de otro, el capital imperialista estadounidense. Esta huelga, no se limita únicamente a lo económico, también es un conflicto político por cuanto se enfrenta directamente contra el Estado como patrón, pero especialmente por el trato militar que le ha dado a la huelga, para lo cual envió Ejército y Policía para amedrentar, golpear y detener obreros en varias ocasiones, siendo el último de los ataques el pasado 25 de diciembre, cuando 200 policías chocaron con los obreros y fue detenido un dirigente sindical que después fue liberado. Por otro lado, el Ministerio de Trabajo emitió una resolución en la cual se obliga a los obreros a volver a sus labores, sin embargo, los obreros continúan luchando. Ante todas estas arbitrariedades, han recibido la solidaridad de diferentes sectores de clase que han salido a las calles de Ecuador a realizar mítines de solidaridad con sus compañeros huelguistas.
En Ecuador más de un millón de obreros perdieron el trabajo en medio de la pandemia, por ello la acción de los obreros de Explocen es beligerante y con un alto contenido político. El gobierno asesino de Lenin Moreno congeló el salario básico -o mínimo-, en 400 dólares para el año 2021, lo que en la práctica significa una rebaja brutal del salario, ya que las mercancías no congelarán sus precios, sino, que por el contrario continuarán al alza. Y en medio de semejante ataque contra la clase obrera, los obreros de Explocen, se mantienen beligerantes en la lucha. Mientras la burguesía recibe por medio del plan de salvamento “Reactívate Ecuador” ayudas multimillonarias por parte del Estado ecuatoriano, los obreros deben salir a la huelga, tomarse la fábrica, resistir la represión militar y las sucias jugadas jurídicas que pretenden ilegalizar la huelga desde los estrados judiciales.
Mientras el gobierno reaccionario de Lenin Moreno recibe millonarios recursos por parte del imperialismo, principalmente el estadounidense, para salvar los negocios de los capitalistas; la burguesía y el Estado no son capaces de resolver el conflicto de los obreros de Explocen que según cálculos, apenas representaría el 0,03% de los 2.025 millones de dólares a los que corresponde el patrimonio neto de 2019 de los propietarios de Explocen.
Mientras los capitalistas gozan de beneficios y salvavidas por parte del gobierno, los obreros acuden a la solidaridad de clase para sostener el conflicto, y como parte de ello, organizaron colectas usando las redes sociales con el #ColectaPorExplocen y #ColectaPorLaHuelga, para recoger algunos fondos entre las masas. Se puede hacer un seguimiento casi del día a día de la huelga en esta cuenta de Twitter del Comité de Trabajadores Empresa Explocen.
Pero los obreros no solo han tenido que enfrentar al Estado y a los capitalistas, también han tenido que enfrentar la política y maniobras vendeobreras y rompehuelgas del presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT) y del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), el señor Mesías Tatamuez Moreno, al cual denunciaron públicamente en un comunicado por hacer gestiones para que los huelguistas entreguen la fábrica al gerente y para que acaben la huelga, y por resolución pública decidieron prohibirle a dicha persona que hablara e hiciera cualquier tipo de gestión en nombre de los obreros huelguistas. Esa es la mejor forma de neutralizar y aislar los ataques de los dirigentes amigos del Estado y los patronos.
Desde Colombia seguiremos atentos a este importante conflicto que hace rato rebasó los límites económicos. Es un conflicto político entre la burguesía y el proletariado y para que se decida a favor de la clase que todo lo produce, debe encontrarse unida y organizada, preparada para los ataques tanto de la burguesía como del Estado de los ricos a nivel militar, de sabotaje, jurídico, propagandístico y demás; debe ganarse la opinión de amplios sectores del pueblo, que sin duda apoyarán a los obreros económicamente o a la hora de resistir contra las fuerzas armadas asesinas ecuatorianas. Llamamos a que el proletariado colombiano aprenda las lecciones de lucha de estos hermanos de clase del vecino país del Ecuador, a que difunda en sus redes sociales y páginas independientes todos los pormenores del conflicto para abrirle más boquetes a la burguesía y al Estado reaccionario ecuatoriano, hoy en cabeza del asesino Lenin Moreno.
Lo que hoy sucede con los compañeros de Explocen, demuestra que el problema al final se debe resolver educando la conciencia política de la clase obrera, elevándola al nivel del Socialismo científico, los comunistas revolucionarios sabrán trabajar para organizar a los elementos más avanzados y destacados en su Partido político revolucionario y sumarlos a las filas por la causa de la destrucción violenta del Estado de dictadura de los ricos en Ecuador, y por la construcción del Socialismo, único sistema económico que garantiza a los obreros y campesinos que la producción cubrirá las necesidades de las amplias masas populares y no el infinito apetito de ganancias de un puñado de parásitos capitalistas y terratenientes como sucede bajo el capitalismo.
