El presidente títere de Colombia, Iván Duque, dio un discurso en Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la imperialista ONU, el 12 de abril. Lo que se suponía iba a ser un discurso sobre los supuestos avances que ha tenido el Proceso de Paz firmado con los jefes de las Farc en La Habana, al final resultó ser propaganda para la política del régimen llamada “Paz con Legalidad”, que no son más que zancadillas que le pone la mafia al Acuerdo. Ante los representantes de los 15 países que conforman ese Consejo de guerra imperial, que dictan políticas para mantener su seguridad y su paz en detrimento de la paz y la tranquilidad de cientos de países y naciones oprimidas alrededor del mundo, lo único que dijo el títere Duque fueron verdades a medias y mentiras para disfrazar de “avances” la política de terror estatal que las clases dominantes, por medio de sus ejércitos estatales y paramilitares, ejecutan contra las masas trabajadoras. Y claro, las víctimas de la guerra contra el pueblo fueron las grandes ausentes.
Entre los imperialistas de la ONU acordaron darles tribuna a los asesinos del pueblo representados en los enviados por el régimen mafioso a Nueva York en cabeza de Duque; mientras los balazos, desplazamiento y cárcel reciben los obreros y campesinos humildes, como los proletarios agrícolas que aún se ven obligados a trabajar por un jornal recolectando hoja de coca y marihuana en las plantaciones de los grandes capos del narcotráfico, o contra los firmantes del Acuerdo de los cuales ya van «313 asesinados y más de 7.000 de un total de 13.000 que han sido desplazados por la fuerza de sus espacios de reincorporación», según Indepaz.
Esa fue una reunión de asesinos divididos en bandos: de un lado, Rusia que mantiene su agresión militar contra el pueblo ucraniano; de otro, los otros imperialistas que en pandilla buscan afianzar por medio de la fuerza y las sanciones, su poder en el Este de Europa encabezados por los Estados Unidos y con el apoyo del régimen neo fascista de Zelensky, pro-Banderista y agresor constante de su propio pueblo por años ubicado en la zona del Donbass. Tanto los bandos imperialistas como sus regímenes socios y lacayos de los países y naciones oprimidas, son verdugos todos del pueblo desarmado en diferentes partes del mundo, a los cuales no se les puede creer ni una palabra de lo que dicen, pues los hechos de guerra contra el pueblo se ponen por encima de las falsas intenciones de paz que supuestamente tienen todos.
El régimen de la mafia está desprestigiado y sólo puede acudir donde sus amos imperialistas para recibir órdenes y aplausos. Las masas populares odian a la mafia en el poder y es deber de los comunistas revolucionarios encauzar ese odio hacia la lucha directa de masas en las calles, pues no deben esperanzarse en que van a ser escuchados por los imperialistas en medio de una reunión de criminales y menos por los representantes de la mafia en el poder que son los que los masacran y desplazan.
A medida que se hace la contrapropaganda a las mentiras del régimen encabezado por el cerdo Duque, es necesario avanzar en la organización consciente y por la base de las masas obreras y campesinas en la preparación del próximo Paro Nacional, para lo cual se necesitan las Asambleas, Guardias y Milicias Populares que garanticen la vida de los dirigentes del pueblo y que lo decidido en las reuniones de masas se materialice en la práctica. Es hora de construir verdadero poder de masas por medio de la lucha revolucionaria de masas para hacer retroceder el terrorismo de Estado, en oposición a las falsas esperanzas que siembra la reacción en que será la imperialista ONU la salvadora y garante de los derechos de las masas populares.
