Dos planes de gobierno para salvaguardar el capitalismo imperialista

Dos planes de gobierno para salvaguardar el capitalismo imperialista 1

Justo cuando se posesionaba el nuevo representante del imperialismo yanqui Joe Biden, Gustavo Petro declaró por las redes sociales que el programa de gobierno de la Colombia Humana era igual al programa de aquel sanguinario gobernante. Y no se puede dejar pasar esta confesión de Gustavo Petro pues confirma lo que hemos dicho los comunistas en otras ocasiones y que para la clase obrera, ¡insistimos!, debe quedar claro: el programa de Petro no es nada más ni nada menos que para salvaguardar la explotación asalariada, la causa por la cual estamos en las condiciones en las que estamos.

Gustavo Petro, es un reformista burgués que no se propone un cambio radical de la sociedad, sino realizar algunas reformas para “suavizar” la explotación capitalista y la dominación que ejerce el imperialismo, principalmente yanqui, sobre el pueblo colombiano. Dice que le interesa el progreso, pero en realidad es un progreso que beneficia principalmente a “los de arriba”, pues como él mismo lo ha dicho, su interés es desarrollar -aún más- el capitalismo en Colombia.

La promesa de Biden de “subir impuestos a los ricos, elevar en 100% el salario mínimo, invertir en educación pública, construir un sistema de salud pública con 100.000 trabajadores, condonar deudas de educación e invertir en ciencia”, la misma que dice Petro es el programa de la Colombia Humana es una frase demagógica de politiquero en campaña que no podrá cumplir, pues las clases dominantes, dueñas del poder económico, son realmente quienes ejercen el poder político; si Petro por casualidad queda presidente, le toca cumplir los designios de los amos, y si no lo hace, lo destituyen o hasta lo matan. Ni subir salarios, ni garantizar la salud y la educación para el pueblo está en la agenda de los explotadores colombianos, por lo cual las promesas de Petro solo sirven para engañar incautos y conseguir votos.

En el caso de Biden es claro que este ha sido un fiel representante de la burguesía imperialista, así que desde ya se sabe que cumplirá el plan de sus socios, y seguramente podrá entregar algunas migajas a algunos sectores del pueblo estadounidense, obviamente a cuenta del mayor saqueo y la superexplotación del proletariado y los pueblos que los yanquis oprimen, pero en esencia la situación de los más pobres en Estados Unidos se mantendrá igual e incluso empeorará.

De Petro ya se conoce la experiencia de cuando fue alcalde de Bogotá; por ejemplo, del negocio de las basuras en el que trató de quitarles una pequeña tajada a los capitalistas; lo que ocasionó su destitución por medio del poder económico y político que tienen los explotadores; este finalmente cedió ante la presión e hizo un acuerdo con Juan Manuel Santos para continuar en la alcaldía y para que todo volviera por las mismas. Incluso el reconocimiento de la labor de los recicladores se obtuvo por una dura lucha que dieron y no por Petro.

En fin, los planes de gobierno de Biden y Petro son en esencia la permanencia del capitalismo imperialista, que con “rostro humano” o no, es el mismo que ha ocasionado la pandemia, el despido de millones de trabajadores en el mundo, el que tiene a pueblos enteros sometidos a guerras absurdas, el que viene arrasando con la Amazonía, y tiene en peligro la misma supervivencia de la humanidad y el planeta. Por tanto, esos programas solo buscan distraer a la clase obrera para salvar a sus enemigos.

¿Cuál es el camino entonces? se preguntarán ustedes, de inmediato desechar las ilusiones en los politiqueros. Pero además se necesita construir el Partido de la clase obrera, independiente y revolucionario, que sea capaz de dirigir a las masas para que destruyan las relaciones capitalistas y construyan un nuevo sistema de producción socialista que proteja la naturaleza y garantice el bienestar de toda la sociedad. Dicho Partido será capaz de orientar a las masas para que ellas se emancipen a sí mismas de toda forma de opresión y explotación.

Solo contando con su propio partido político independiente, la clase obrera será capaz de barrer con el viejo mundo que solo brinda miseria, hambre, represión y muerte para las clases trabajadoras de la sociedad. Es ese Partido el que los elementos más avanzados del proletariado están llamados a construir si de verdad desean liberarse, liberar a la naturaleza y en general liberar a la sociedad del pesado yugo capitalista y de todas las formas de opresión y explotación que hoy aplastan a las masas trabajadoras.

¡Ni El Estado Ni Los Politiqueros! ¡Solo El Pueblo Salva Al Pueblo!

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