Sin consideración y escrúpulo, los capitalistas alardeando de “ingeniosos” y “buenos”, amañan las encuestas de los medios de comunicación para atreverse a concluir que hay “excelentes gobernantes”; cuando lo que hay es “buenos politiqueros”, que solo se ven en campaña electoral, para engañar a las masas prometiendo lo que no pueden dar, y al final si son elegidos, simplemente desconocen sus promesas y se limitan a dar continuación a este sistema moribundo, que solo puede sobrevivir a costa del sufrimiento de los de abajo, de incrementar en las masas la miseria y seguir hacinándolos en tugurios, para que carguen sobre sus hombros la crisis del capitalismo.
Uno de esos mandatarios es el alcalde Daniel Quintero a quien lo califican como un “buen alcalde”, mientras cancela contratos del personal de aseo de la alcaldía y varios colegios, para asignárselos a otro contratista, pagando con ello favores de la campaña electoral de sus patrocinadores y dejando sin empleo 300 adultos mayores que no alcanzaron a jubilarse.
La arremetida de este representante del sistema capitalista no para ahí, en la institución de Metrosalud, asignó un gerente que sigue promoviendo los cierres de hospitales y engaveta el presupuesto necesario para que la institución pueda funcionar adecuadamente, esconde el presupuesto y desconoce descaradamente los acuerdos convencionales. En la administración del politiquero Quintero, el contrato existente entre la empresa Recuperar y el Metro de Medellín se hunde en una profunda crisis, producto de sus políticas anti-obreras; además, en el tránsito de Medellín, a mas de 300 obreros a quienes les prometió en campaña electoral que conservarían sus puestos, ya los lanzó a las filas del desempleo, dejándoles solo el camino de la lucha y la protesta, hoy los mantiene en plena navidad reunidos en una carpa frente a la alcaldía, ante la total indiferencia del “buen gobernante”.
Pero la lista de las acciones de este miserable gobernante continúa, los sindicatos de la fábrica de licores de Antioquia han denunciado ya la masacre laboral que se avecina producto de la intención de la alcaldía y la gobernación de reubicar la empresa en las afueras de la ciudad; tras de lo cual el único interés, es convertir los predios de la empresa en zonas comerciales y habitacionales. La carrera sin frenos contra los trabajadores continúa con los despidos masivos que se vienen presentando en Medellín y el resto del país, y todo con la disculpa de la pandemia; esas son las “perlas” que nos dejan ver lo que es para la burguesía, un “buen alcalde”. Los politiqueros de turno como Daniel Quintero, velan por los intereses de la burguesía y los terratenientes, con una falsa postura de “independientes”, pues al fin de cuentas deben cumplir las órdenes de sus amos y jefes lacayos del imperialismo.
Para los obreros y en general para todos los trabajadores, la solución está en sus propias manos, empezando por convencerse que pueden y deben atreverse a cambiar el mundo, dejar de seguir esperanzados en que algún politiquero, sea cual sea, los salvará; nadie, absolutamente nadie hará por los trabajadores, lo que ellos deben hacer con sus propias manos. Con esa conciencia básica lograda, la clase obrera debe destacar a sus mejores hijos para que conformen su propio Partido Político revolucionario y dirijan todo el torrente de luchas de masas que se presentan día tras día y obligar al gobierno a retroceder en sus medidas contra obreros y campesinos a través del Paro General Indefinido; un paro que además de reconquistar lo perdido, sirva de entrenamiento para la lucha por la transformación radical de la sociedad y así ponerla como debe ser, donde “los que lo producen todo, sean quienes lo administren todo” y sea así posible abolir la explotación del hombre por el hombre.