¡Somos Trabajadores Explotados! ¡No somos “colaboradores”!

¡Somos Trabajadores Explotados! ¡No somos “colaboradores”! 1

La sociedad capitalista transpira hipocresía burguesa por todos sus poros. La doble faz y doble moral es la ética de los capitalistas. Por ejemplo dicen “defender los intereses de todo el pueblo”, cuando en realidad solo les preocupan sus privilegios e intereses de clase explotadora. Alegan “defender la democracia” donde todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y poderes políticos, pero en los hechos su Estado burgués es democracia para los ricos opresores y dictadura de clase para los pobres. Anuncian campañas en “defensa del medio ambiente” para bien de la comunidad, sin embargo en la práctica su ambición de máximas ganancias destruye la naturaleza en perjuicio de toda la humanidad…

Los explotadores capitalistas atribuyen sus ganancias y acumulación de riqueza, dizque a sus “inversiones de capital y habilidades gerenciales”, ocultando descaradamente que es la explotación asalariada de nuestro trabajo la que les produce su capital, tanto transformando materias primas en mercancías, como extrayendo las riquezas de la naturaleza. Por eso la burguesía jamás en sus leyes, ni en sus códigos, ni en sus discursos admite que los trabajadores asalariados somos explotados, como en efecto lo somos en un sistema que nos compra la fuerza de trabajo por un mísero salario, para usarla en la producción durante una dura jornada de trabajo, en la cual recuperamos no solo lo que cuesta el salario, sino que producimos un valor adicional, una plusvalía que es la materialización del tiempo de trabajo no pagado que enriquece a los dueños del capital.

En el colmo de la hipocresía burguesa, los empresarios han dejado de llamarnos “trabajadores”. Ahora nos dicen “colaboradores” pretendiendo disimular la relación social de explotación existente entre el capital y el trabajo.

¡No somos “colaboradores” de los capitalistas! ¡Somos trabajadores asalariados explotados por el capital! Somos dos clases antagónicas, enemigas irreconciliables porque todos los capitalistas son parásitos que se apropian del producto de nuestro trabajo. Porque son vampiros humanos que viven de maravilla a cuenta de succionar nuestra energía vital en la explotación. Porque su sistema capitalista nos ha condenado a vivir peor que los esclavos de la antigüedad cuya existencia por miserable que fuera, estaba asegurada. En cambio nuestra vida todos los días está en entredicho, porque depende de la compra de nuestra fuerza de trabajo solo si alguien la necesita para explotarla; porque sufrimos la rebaja continua del salario en abusivas formas de contratación; porque un día cualquiera los cierres de empresas, los despidos masivos, nos pueden lanzar al infierno del desempleo, del hambre, de la calle y sus alcantarillas…

¡No somos “colaboradores” del sistema de explotación asalariada! Porque es un régimen económico donde trabajar ha dejado de ser una función normal de la vida, y se ha convertido para nosotros los obreros en el sacrificio de nuestra propia vida, de nuestro descanso, libertad y disfrute social y familiar. Porque hemos aprendido con Marx que El capital va convirtiéndose, además, en un régimen coactivo, que obliga a la clase obrera a ejecutar más trabajo del que exige el estrecho círculo de sus necesidades elementales. Como productor de laboriosidad ajena, extractor de plusvalía y explotador de fuerza de trabajo, el capital sobrepuja en energía, en desenfreno y en eficacia a todos los sistemas de producción basados directamente en los trabajos forzados, que le precedieron.

¡No somos “colaboradores” de los empresarios, ni de sus capataces y defensores! Los mismos que hoy a nombre del “cambio” pervierten el Primero de Mayo llamando a convertirlo en un día de apoyo al Gobierno y sus remiendos al sistema de la esclavitud asalariada. A través de la historia, las clases explotadoras sí han tenido “colaboradores” entre las clases explotadas, tales fueron los villanos en el esclavismo o los vasallos en el feudalismo. En el capitalismo los verdaderos colaboradores de la burguesía, son los oportunistas y vende-obreros cuya función es impedir la lucha de los explotados asalariados mediante el engaño de la conciliación de clases y la paz social. Por eso los llamamos lugartenientes de la burguesía en el movimiento obrero.

Somos trabajadores explotados que salimos a las calles este Primero de Mayo a reafirmar, que tarde o temprano, sepultaremos este putrefacto sistema de explotación, aboliremos revolucionariamente toda la propiedad privada de los medios de producción, y con ella, toda forma de explotación para que reinen ahí sí, las relaciones sociales de colaboración entre todos los trabajadores nuevos dueños del poder y de la producción social.

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