El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, autorizó el ingreso a las universidades de personal antiexplosivos de las fuerzas armadas que protegen los intereses del Estado de los burgueses y terratenientes. Quintero, el «independiente», es aplaudido por los sectores más cavernarios y atrasados de la sociedad colombiana, como el Uribismo por ejemplo, que por años ha atentado contra la autonomía universitaria ilegalmente, pero que ahora, con esta directiva podrá hacerlo dentro de la ley burguesa y de forma generalizada en todo el país: esa fue la puerta que abrió el «independiente» alcalde que ordena ejecutar el terrorismo de Estado contra los estudiantes.
Gustavo Petro apoyó a Quintero en su candidatura y lo calificó como «el mejor resultado de todos» cuando salió nombrado alcalde de Medellín. La socialdemocracia apoyó al hoy alcalde que autoriza ya no solo al ESMAD para que ingrese a las universidades sino, a los cuerpos Antiexplosivos que ahora ingresarán con equipos sofisticados y armamento para infiltrar las manifestaciones y sembrar pruebas falsas para judicializar a los luchadores.
Medida no solo terrorista, sino estúpida, ya que todos saben que cuando hay «tropeles» por lo general suceden afuera de las universidades, por 20 o 30 encapuchados, mientras la vida al interior de la universidad para miles de estudiantes, profesores y trabajadores sigue en total normalidad.
Medida desesperada, porque las clases dominantes no saben qué hacer ante el ascenso de la lucha de masas en todo el país y ahora buscan reprimirla más con este tipo de políticas que exacerban el terror estatal, propio del Estado burgués que no puede ni quiere resolver las necesidades del pueblo. Decisión que le abrirá la puerta de par en par a los terroristas del ESMAD que siembra infiltrados en las manifestaciones y que entra a romper vehículos, laboratorios e instalaciones de las universidades, porque ellos son los verdaderos vándalos.
Política que deja al descubierto que la tal «independencia» o el declararse de «centro» en política es una mentira, porque siempre terminan apoyando la dictadura que los ricos ejecutan contra el pueblo laborioso que todo lo produce en la sociedad, como lo está haciendo de igual forma la alcaldesa Claudia Nayibe López en Bogotá con su tal «protocolo» reaccionario elaborado y ejecutado para proteger el monopolio del Transmilenio cuando estallan las protestas en la capital.
Hoy los estudiantes del pueblo responden con lucha, con protesta, con paro en las universidades en Medellín desafiando al régimen mafioso uribista que encontró en el «independiente» Daniel Quintero su mejor escudero y esa actitud debe generalizarse en todos los sectores populares preparando el Paro Nacional Indefinido conformando Comités Pro-paro que confronten el terrorismo de Estado. Por más fraseología en defensa de la «democracia» y de una tal «independencia» son los hechos los que demuestran que estos gobernantes son enemigos del pueblo y de la lucha social en Medellín y Bogotá.
