Nos ha llegado el escrito de la compañera Erika Luxemburgo, quien nos contactó, solicitando el apoyo para difundir esta denuncia al respecto de las Armas Autónomas Letales, las cuales están siendo utilizadas en Palestina, Ucrania y otras partes. La denuncia es importante por cuanto los pueblos necesitan conocer el grado en que está la carrera armamentista de los imperialistas, pero también para orientarse en el qué hacer respecto a la implementación de estas armas letales.
Consideramos que el enfoque de la compañera, frente a que se debe exigir su prohibición o en su defecto su regulación, la cual consiste en que exista una responsabilidad humana por lo que hagan los robots asesinos, es una medida que no impide el asesinato de civiles. La compañera cita al Embajador Thomas Hajcnoczi de Austria, quien afirma que están delegando la decisión de matar a una máquina y una máquina no tiene ninguna medida de juicio moral o misericordia, eso es cierto hasta cierto punto, pues las máquinas no se mandan solas sino que son programadas; pero de lo que no cabe duda alguna es que los actuales perpetradores del genocidio en Gaza, por ejemplo, son peores que esas máquinas; los sionistas y los imperialistas, responsables de estos crímenes, no tienen otro juicio moral que la ganancia y ella conduce el exterminio y la destrucción de todo cuanto se oponga a su voracidad sin ninguna misericordia.
Para nosotros es claro que el problema no está en que esos robots actúen de forma “autónoma”, pues de hecho, detrás de ellos, están las manos asesinas de los imperialistas y sus lacayos. Claro, como medida inmediata es correcto exigir la prohibición de dichas armas, pero es innegable que los pueblos del mundo deben organizarse para ir por los que mueven los hilos y se preparan para una guerra de mayores proporciones. La tarea urgente es la de preparase para la revolución, antes de que los que no tienen nada de humanidad, los que solo tienen el interés de la ganancia, destruyan la vida y el planeta mismo.
Agradecemos a la compañera su aporte y dejamos abierto el debate sobre el qué hacer. Invitamos a nuestros lectores y a la compañera misma a que si tienen opiniones al respecto las envíen. Estaremos prestos, pues se trata de que, sobre la base de la unidad en cuanto a al repudio a los crímenes cometidos contra los pueblos en el mundo, discutamos la forma de cómo resolver la encrucijada a la que el imperialismo está conduciendo a la humanidad. Y así como en su momento los imperialistas trataron de chantajear a los pueblos con la bomba atómica, hoy reafirmamos: ¡Ni las bombas atómicas, ni las “armas autónomas letales” asustan a los pueblos del mundo!
Revolución Obrera
Campaña para detener a los robots asesinos y la necesidad de desarrollar un nuevo acuerdo de Derecho Internacional
Antes de que sea demasiado tarde…
La primera Convención formal sobre Armas Autónomas Letales o los llamados robots asesinos fue discutida en la ONU en el año 2013; donde se acordó comenzar a examinar las implicaciones legales y éticas de las armas autónomas letales (LAWs, por sus siglas en inglés). Esta discusión se basó en la creciente preocupación por el desarrollo y uso sin ningún tipo de control de los sistemas de armas que pudieran operar sin intervención humana directa.
El rápido avance en la inteligencia artificial y la robótica, aparte de ser un negocio muy lucrativo, ya debería plantear serias preocupaciones éticas y legales para todos los Estados alrededor del mundo, puesto que estas máquinas sin capacidad alguna para tomar decisiones con implicaciones morales, ya cometen todo tipo de atrocidades en el campo de batalla, violando derechos humanos y el derecho internacional humanitario sin repercusión alguna, precisamente por la falta de legislación sobre el tema.
Esta falta de claridad sobre la responsabilidad humana en caso de fallos, acciones indebidas o malintencionadas (tal y como se evidencia hoy con la población civil masacrada en Gaza y Ucrania) es una clara violación a los derechos humanos y a los principios más básicos del derecho internacional humanitario, leyes sobre la guerra, como la distinción, la proporcionalidad y la precaución.
La cuestión de la responsabilidad. Si un arma autónoma comete una violación al derecho internacional o de los derechos humanos, ¿quién sería entonces el responsable? La evidencia indica que se debe asegurar que sea siempre una persona quien responda y sea capaz de tomar las decisiones vitales por las máquinas o de lo contrario no tendremos ya futuro sobre la tierra.
El temor latente por la proliferación de estas armas autónomas puede desestabilizar las relaciones internacionales y desencadenar una nueva carrera armamentista tal y como ya se está evidenciando.
En la Campaña para detener a los llamados robots asesinos, una Ong llamada Stop Killer Robots, hacen eco del fuerte llamado a prohibir estas armas autónomas por el hoy secretario general de las Naciones Unidas (ONU) António Guterres quien en el Foro de la Paz de París, en el marco el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial; dijo:
«Imagínense las consecuencias de un sistema autónomo que podría, por sí solo, apuntar y atacar a los seres humanos. Hago un llamamiento a los Estados para que prohíban estas armas, que son políticamente inaceptables y moralmente repugnantes».
El secretario general de la ONU desde que asumió el cargo, en su «agenda para el desarme» detalló las preocupaciones por las armas totalmente autónomas, también conocidas como sistemas de armas autónomas letales, y se ofreció a ayudar a todos los Estados para elaborar «acuerdos jurídicamente vinculantes» y garantizar que «los seres humanos mantengan en todo momento el control del uso de la fuerza».
El Secretario de la ONU y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja hicieron esta llamada conjunta ante la creciente evidencia de que se están desplegando armas con funcionalidad autónoma en los conflictos contemporáneos, los Estados deben actuar con decisión por una nueva ley internacional sobre armas autónomas letales, para que todos los estados en el año 2026 creen un instrumento jurídicamente vinculante, que como antecedente esta ya presente la primera resolución histórica de la ONU sobre sistemas de armas autónomas, esta primera resolución de la Asamblea General, demuestra el deseo generalizado de los estados, en avanzar hacia un nuevo derecho internacional, que el pasado 1 de noviembre de 2023, como resultado de la votación de la resolución L.56 con 164 estados a favor, 5 en contra y 8 abstenciones, se concretó con la Primera resolución sobre armas autónomas, destacando la necesidad urgente de que la comunidad internacional aborde los desafíos y preocupaciones que plantean los sistemas de armas autónomas.
Por otro lado el pasado 29 y 30 de abril de 2024, en Viena, Austria, se realizó la conferencia ‘La humanidad en la encrucijada: armas autónomas y el desafío de la regulación’. “Esta conferencia marcó la reunión más grande sobre el tema de la autonomía en los sistemas de armas fuera de la ONU hasta la fecha, con la asistencia de 144 estados, más de 1,000 participantes, representación de alto nivel de ministros de relaciones exteriores de todo el mundo, discusiones del panel de expertos y una presencia fuerte y significativa de la sociedad civil (incluidos 60 activistas de Stop Killer Robots).”
Claramente existe cada vez más un mayor consenso sobre la necesidad urgente de regular este nuevo negocio de armas inteligentes, en palabras del Ministro Federal de Asuntos Europeos e Internacionales de Austria, Alexander Schallenberg, quien dijo que : «la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa, mientras que la política se queda atrás», y que «no puede exagerar la urgencia» de la necesidad de regulación, enfatizando que: “¡Este es el ‘momento Oppenheimer’ de nuestra generación! No podemos dejar pasar este momento sin tomar medidas. Ahora es el momento de acordar reglas y normas internacionales para garantizar el control humano.”
“Para lograr el instrumento jurídicamente vinculante que se necesita con tanta urgencia, los Estados deben comprometerse a actuar después de Viena. Este instrumento debe negociarse a través de un proceso que sea transparente e inclusivo, y motivado por una determinación compartida de garantizar que la toma de decisiones de vida o muerte no se delegue a las máquinas. Stop Killer Robots está dispuesto a apoyar a los estados en este esfuerzo.”
Retomemos entonces las palabras del señor Embajador Thomas Hajcnoczi de Austria, uno de los 26 estados que piden una prohibición completa de estos sistemas de inteligencia artificial, quien dijo que su gobierno se opone a las armas completamente autónomas porque estás delegando la decisión de matar a una máquina y una máquina no tiene ninguna medida de juicio moral o misericordia.
Por lo tanto, este momento histórico que nos convoca en tiempos de guerra, es un llamado a la acción, a dar un paso al frente en contra de lo que está ocurriendo hoy en Gaza, en Ucrania, en África…, al futuro que nos espera, estos momentos nos deben tocar como humanidad, para no perderla aún más, debemos prestar atención entonces al llamado del Secretario General de la ONU sobre los robots asesinos, las armas autónomas letales deben ser prohibidas o al menos reguladas, con un instrumento jurídicamente vinculante que garantice el control humano total de estos sistemas, un componente humano total y obligatorio en los procesos de toma de decisiones, un responsable humano por sus acciones y omisiones, alguien a quien dirigir las acciones penales por crímenes cometidos, para que ya no exista más impunidad, para que ya no exista más venganza, para que ya no exista más guerra, por una legislación que prohíba los robots asesinos o al menos los regule, debemos abordar estos temas de forma diplomática, que la sociedad civil se haga oír, y haga respetar sus derechos, antes de que los hechos nos superen, antes de que sea demasiado tarde debemos abordar colectivamente los graves riesgos que tales armas representan para toda la humanidad.
Erika Luxemburgo