Angie y Manuela: dos víctimas de la violencia machista en Santander

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Esa madrugada del viernes 7 de febrero del 2020 le llegó la muerte a Angie Paola Cruz Ariza y a Manuela Betancour Vélez, ambas, jóvenes estudiantes de la Universidad Industrial de Santander. Les llegó la muerte en forma de feminicidio, en forma de violencia brutal machista encarnada en el novio de una de ellas que a cuchillo las mató.

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El caso de Angie y Manuela se suma a los 24 feminicidios cometidos en Santander en el año 2019 y a los 3 casos confirmados este año. Para la estadística burguesa, son eso, cifras y titulares de los portales amarillistas. Para los revolucionarios son motivos de indignación que mueven las fibras más sensibles del pueblo e invitan a acabar con la justicia burguesa que en su gran mayoría deja en la impunidad este tipo de casos, con el Estado de los ricos que no protege a las mujeres, con el capitalismo que es la raíz de la opresión contra la mujer y que convierte a la mujer en propiedad privada de un macho, de cualquier macho, bien sea su padre, hermano, hijo, jefe o pareja.

¡Es hora de detener este magnicidio por razones de género! ¡No más que a las mujeres las asesinen por ser mujeres! ¡No más lamentos hipócritas por parte de la «sociedad civil», de la nauseabunda sociedad burguesa! Es hora de que hombres y mujeres detengan cualquier agresión contra cualquier mujer por medio de la organización y el estudio del asunto de la mujer.

Exaltamos la unidad y la movilización del pueblo en Bucaramanga que salieron a denunciar con su voz y sus pancartas este terrible hecho. Esto no es una guerra de géneros, es una batalla abierta contra el capital que normaliza la opresión, la sutil y la brutal, independientemente de la intención de los opresores. Y lo hace por medio de la escuela, en el hogar, en el púlpito, en la televisión y las redes sociales.

Lo que vivieron Angie y Manuela, no debe ni tiene porque vivirlo ninguna mujer. Y para ello es necesario detener la ola brutal de feminicidios acabando con el capital.

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