El pasado 7 de enero los dueños de la empresa UNE EPM Telecomunicaciones de la imperialista TIGO Millicon, radicaron ante el Ministerio de Trabajo una solicitud de despido masivo en contra de sus trabajadores. Según la firma Great Place to Work, TIGO cuenta con alrededor de 3759 trabajadores que se encuentran en riesgo de ser lanzados a la calle con la excusa de las «dinámicas naturales del mercado», como afirmó la empresa. De inmediato, empezó a llegar a los correos electrónicos de los trabajadores un mensaje firmado por la Dirección de Relaciones Laborales que, a grandes rasgos dice: «…desde hace varios meses la compañía ha venido siendo objeto de profundas transformaciones derivadas de la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, […] Lo anterior igualmente nos lleva a la necesidad de reducir nuestra operación y, por lo tanto, a requerir menos personal de aquel con el que contamos actualmente. […] nos permitimos informarle que nos hemos visto en la obligación de presentar el día de hoy al Ministerio del Trabajo una solicitud de despido colectivo […] en la que hemos tenido que incluir el puesto de trabajo que usted actualmente desempeña.».
Aura Lucía Buitrago, una de las trabajadoras de TIGO afirmó en un noticiero que «Es una noticia muy preocupante, un atropello total a los trabajadores, empezando porque fuimos los últimos en enterarnos. Primero se dio la información a todos los medios de comunicación y por último se les dio a los empleados, que somos los afectados. La mayoría de empleados llevamos más de 20 años porque venimos de la escisión de EPM». La masacre laboral que están planeando, tanto por parte de la alcaldía del mafioso de Federico Gutiérrez como de los imperialistas de Millicom – Tigo con sede principal en Luxemburgo, es llamada «reestructuración organizativa» con la que buscan consumar los despidos. Pero, además, están engañando con ofrecimientos de «retiros anticipados» a los trabajadores más antiguos, como a los prepensionados, en los que a cambio de unos pesos los capitalistas intentan comprar la estabilidad y la consciencia de los que han producido la riqueza a los dueños de la empresa por décadas.
Denuncia Sintraemsdes que la política de los capitalistas en esta empresa es la de reemplazar a los trabajadores que están con contrato directo y a término indefinido, «entregando las funciones por ellos antes realizadas a personal contratado con empresas temporales o tercerizadoras, estos trabajadores tercerizados no cuentan con estabilidad laboral ni con ningún vínculo formal con la empresa, son mal remunerados contando además con una desprotección legal casi absoluta por la modalidad de contratación.» Además, cataloga como un ataque político contra la organización sindical y a sus afiliados, pues es contra ellos que se ha puesto el blanco de los despidos; asimismo, esta dirigido contra aquellos compañeros sindicalizados que no decidieron acogerse al mal llamado plan de retiros voluntarios.
¿De qué lado filará el «Gobierno del Cambio»? ¿De los proletarios y sus familias negando por medio del Ministerio del Trabajo la solicitud de cometer esta masacre laboral? ¿Del lado de los capitalistas y la ley burguesa autorizando que saquen a la calle a un número indeterminado -por el momento- de trabajadores? Es por medio de las Asambleas Populares que el pueblo debe decidir el destino de sus recursos y de las empresas que conservan una parte del capital público, como del rumbo que debe tomar la lucha por estabilidad laboral, contra los despidos masivos, por servicios públicos de calidad. Es hora de rechazar la injerencia del capital imperialista y de la mafia, que, desde la alcaldía, busca privatizar a toda costa los servicios públicos del pueblo. Tanto los usuarios como los trabajadores deben exigir en las calles que esta solicitud de cometer una masacre laboral sea negada por parte del gobierno de Gustavo Petro y más específicamente, por la ministra «comunista» del Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
Desde Revolución Obrera amplificamos el justo llamado que hacen desde Sintraemsdes «a unir esfuerzos para enfrentar las políticas de la compañía como una sola fuerza, comprender que la tarea hoy es defender los puestos de trabajo de nuestros compañeros», así como la convocatoria «a los trabajadores y trabajadoras de todas las empresas de servicios públicos de la ciudad y el departamento, de las diferentes subdirectivas de SINTRAEMSDES a la movilización en contra de la multinacional TIGO MILLICON Y DE UNE EPM». Además, llamamos a todo el pueblo colombiano a estar alertas ante los intentos privatizadores de los servicios públicos por parte de los capitalistas, lo que eleva las tarifas y empeora cada vez más la calidad de la prestación de estos. Cuando el pueblo lo gobierne y lo dirija todo, cuando los obreros y campesinos sustenten el poder en el armamento general del pueblo, las masacres laborales y las privatizaciones serán pesadillas del pasado oscuro capitalista.
¡Abajo la intentona de masacre laboral en UNE EPM – TIGO Millicon!
Contra los despidos masivos, ¡unidad, organización y lucha!