¡SÍ A LA LUCHA DE CLASES!

Sobre la propuesta de ajuste salarial de Uribe

Ya todo el pueblo trabajador conoce la propuesta de Álvaro Uribe para realizar un ajuste «extraordinario» al salario mínimo en Colomba. Por si sola (aunque logre emocionar a parte de los trabajadores), la iniciativa no tiene nada bueno por ningún lado, menos viniendo del Patrón de los asesinos, pero no solamente por lo insignificante o demagoga que parezca, aunque lo es, sino por el trasfondo que lleva esa clase de propuestas cuando llegan por sí solas, como obra magnánima de compensación social o de caridad.

Antes que nada habría que entender la jugada que pretende hacer cuando por un lado hay reformas tributaria, laboral y pensional en marcha, que afectan negativamente el salario y la calidad de vida de los obreros, sustentadas en el “gran déficit económico en el que se encuentra el país” para lo que han montado al ladrón Carrasquilla en el Ministerio de Hacienda y claro, entendible cuando todos los gremios económicos son los que manejan los hilos del poder. ¿Parece lógica la propuesta de incrementar el salario? ¿Es solo un placebo?

Debe quedar claro que un alza real de los salarios no podría venir de la mano del Estado Burgués, solo sería posible como resultado de la confrontación entre las clases y arrebatada con la lucha obrera enfrentando a los capitalistas. No hay que dejarse engañar, pues el incremento propuesto por el jefe paramilitar no pretende darle compensación a los obreros, en realidad hace parte de la misma intención de sumir al pueblo trabajador en la miseria, reducir la capacidad adquisitiva del salario, darles más beneficios a los malditos burgueses, satisfaciendo a todos los lobos empresarios devoradores de vidas.

Además de la ampliación de la base gravable de impuestos incluyendo los productos de la canasta familiar que ya reduce el salario, éste se vería desmejorado con la tal propuesta porque el «aumento» no se suma al pago mensual, sino que se destina a las cesantías que son administradas en su mayoría por los fondos pertenecientes a los grandes capitalistas de este país, como el Grupo Aval de Luis Carlos Sarmiento Angulo (Porvenir) y el Grupo Empresarial Antioqueño (Protección); es decir, que el obrero no podrá hacer uso de esos pesos de más para comprar arroz, ni para pagar el IVA de ese arroz, pero sí, y esto hace más perversa esa propuesta, se debe tener en cuenta para pago de parafiscales y otras deducciones.

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Pero hay más, detrás de toda esa mentira del incremento que en últimas es disminución, se presenta otro ataque, esta vez ideológico. La idea con la que se plantean estas medidas viene con el veneno de la «colaboración entre las clases», un cuento nuevo en forma, pero no en contenido, ya que siempre los capitalistas han llamado a construir una sociedad en cooperación, esta vez quieren hacer creer que con la «colaboración» de todos, de la unión sin importar las diferencias de clase se puede construir un país próspero. Lo dijo Duque en campaña y lo repite ahora acompañado de la «economía cristiana» de Uribe. Pretenden que las dos clases antagonistas en la sociedad, los explotadores y los esclavos asalariados hagan un pacto por el crecimiento económico, según ellos para lograr un país sin lucha de clases, mientras declaran la guerra con cada medida anti obrera, con cada dirigente popular asesinado, con cada niño que muere de hambre por la corrupción estatal, con cada desplazado al que le arrebataron la tierra, con cada despedido, con cada muerto en las puertas de un hospital.

No es de extrañar que las dirigencias de las centrales sindicales se endulcen con este canto de sirena, como lo hicieron recientemente las camarillas de la CGT al invitar al títere presidente Duque a su X Congreso y de la CUT con su destemplada declaración llamando a que el gobierno respete la «Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales» o mesa de traición, terminando como siempre: llevando a la clase obrera hacia el barranco de la colaboración con la burguesía y traicionando aún más sus reivindicaciones y luchas.

Los obreros en Colombia deben tener los ojos y oídos abiertos ante estos ataques de los explotadores, se trata de clases irreconciliables, la clase obrera productora y revolucionaria contra la burguesía como clase explotadora y reaccionaria que retrasa el desarrollo de la humanidad y la reduce a mercancía, destruye la naturaleza dejando un rastro de miseria y destrucción, NO es posible la colaboración entre oprimidos y opresores, solo queda el camino de la lucha organizada y decidida del proletariado mediante el Paro Nacional Indefinido y no solo por el alza general de salarios como debe hacerlo ahora, sino por la destrucción del Estado burgués, hacia el socialismo y hacia una sociedad sin clases.

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