No a la guerra imperialista

No a la guerra imperialista 1

El capitalismo imperialista, decía Lenin: «ha desarrollado las fuerzas productivas a tal extremo, que a la humanidad no le queda otro camino que pasar al socialismo, o bien sufrir durante años, e incluso durante decenios, la lucha armada de las “grandes” potencias por el mantenimiento artificial del capitalismo mediante las colonias, los monopolios, los privilegios y todo género de opresión nacional».

El imperialismo siempre ha significado guerras de agresión contra los pueblos y disputas armadas entre los países imperialistas por apoderarse de fuentes de materias primas, mercados, zonas de influencia y fuerza de trabajo en los países oprimidos. Y las dos guerras mundiales que ha soportado la humanidad obedece a esa lógica del capital que en tiempos de crisis, como la actual, no encuentra otra salida que la carrera armamentista para seguir acumulando ganancias y obligando a los imperialistas a prepararse para una nueva confrontación internacional por un nuevo reparto del mundo.

Los acontecimientos recientes en Europa, en el Medio Oriente y en el Sudeste Asiático que han ocupado los medios, alertan del escalamiento de la confrontación entre los imperialistas y el aumento de los preparativos de guerra mundial por parte de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y sus demás aliados contra Rusia, China, Corea del Norte y sus amigos.

De ahí que se hace necesario conocer y mantenerse al día sobre los nuevos movimientos económicos, diplomáticos y militares para denunciar a los enemigos de la humanidad, elevar la conciencia del proletariado y los pueblos del mundo para escalar la movilización mundial de los trabajadores contra la guerra, con la mira puesta en la revolución proletaria que ponga fin a todas las guerras.

Nuevos movimientos guerreristas en Europa

El lanzamiento de misiles estadounidenses y anglo-franceses contra Rusia y de esta contra Ucrania en los últimos días, seguida de las declaraciones de la OTAN y la aceleración de los preparativos militares de los países miembros de esa coalición en Europa, tanto como los de Corea del norte aliada de Rusia, han acelerado las alarmas frente a la posible ampliación del conflicto en Europa.

Suecia y Finlandia repartieron millones de folletos con instrucciones frente a la eventualidad de la guerra y el 19 de noviembre se conoció el documento “secreto” de Alemania llamado “Operación Deutschland”, “un escalofriante plan estratégico consignado en un documento de 1.000 páginas”, según Belinda Saavedra. Plan que además de orientaciones concretas para la ciudadanía contempla movilizar 200.000 vehículos y 800.000 tropas de la OTAN a través de su territorio si la situación con Rusia se convierte en una gran guerra o se desata una III Guerra Mundial.

Pero no es solamente Alemania, los demás países de la Unión Europea hacen lo propio obedeciendo a las ganancias que deja la carrera armamentista, además de la necesidad que tienen de armarse ante el anuncio de Estados Unidos de disminuir su apoyo a Ucrania.

Se amplía la confrontación en el Medio Oriente

El genocidio del pueblo palestino a manos del Israel, el perro de presa de Estados Unidos en el Medio Oriente no le ha bastado, agrediendo a otros países como Líbano e Irán, y aunque el Estado sionista haya firmado recientemente una tregua con Hamas por 60 días y haya cesado el bombardeo al Líbano, la guerra tiende a convertirse en una guerra regional.

Ahora, después de varios años de “paz”, revive la vieja confrontación entre las fuerzas subversivas en Siria, las cuales son amparadas por Estados Unidos y apoyadas por Turquía que buscan tumbar el régimen de Bachar al Assad amparado por Rusia y apoyado por Irán. A la ofensiva de los rebeldes que se tomaron la ciudad de Alepo (segunda ciudad de Siria) respondieron las fuerzas oficiales con bombardeos apoyados por la aviación rusa y respaldados por Irán.

Todo indica que la confrontación va a seguir escalando para afianzar su zona de influencia por parte de los imperialistas yanquis de un lado y los rusos del otro; confrontación que pone en la mira la permanencia o no de los regímenes en Irán y Siria principales aliados militares de Rusia y económicos de los imperialistas chinos.

(Nota: este artículo fue escrito para el número 514 de Revolución Obrera, impreso y distribuido el sabado 7 de diciembre. Por lo tanto no se tienen en cuenta aquí los recientes acontecimientos en Siria que exigen un analisis más profundo y actualizado, estaremos hablando de estos hechos en próximos artículos)

Recomendado: Edición 514 de Revolución Obrera

Siguen mostrándose los dientes en el sudeste asiático

Pero Europa y Medio Oriente son apenas terreno de entrenamiento y avanzadillas para posicionarse por parte de los imperialistas yanquis y europeos con miras a la confrontación ya anunciada con China quien se convirtió en el principal competidor económico mundial, y que en poco tiempo se convertirá en su principal rival militar según los analistas.

Es una guerra anunciada que se desatará por la isla de Taiwán (la séptima economía del mundo y la fábrica de microchips más avanzados) reclamada por China como parte de su territorio y “protegida” por Estados Unidos como su aliado, y alrededor de la cual se vienen presentando maniobras militares de envergadura.

Misiles de largo alcance en bases militares yanquis en Filipinas apuntando a China, sobrevuelos de aviones militares sobre el estrecho de Taiwán, siendo el más reciente el presentado el 26 de noviembre y justificado por Estados Unidos: «El tránsito de la aeronave en el estrecho de Taiwán demuestra el compromiso de Estados Unidos con una región indo-pacífica libre y abierta». A la par que el gobierno chino manifestó que se trató de un acto «provocativo», recalcado que sus fuerzas armadas «organizaron a las fuerzas navales y aéreas» para supervisar el tránsito del aparato.

Otros frentes de disputa

Si bien estos son ahora los principales frentes de disputa interimperialista no son los únicos, la región del Sahel en África vive en medio de la guerra patrocinada por todos los imperialistas en la disputa por los territorios, donde han armado bandos a su favor y han enfrentado a los pueblos entre sí, a lo cual se agrega la terrible deforestación y las consecuencias del cambio climático que a su vez alimenta la guerra y han hecho de Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía infiernos de muerte, desolación, hambre, miseria, desplazamientos forzados…

Según ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados): «Los conflictos armados están empeorando a causa del aumento de las temperaturas y las condiciones meteorológicas extremas en el Sahel. Estos conflictos ya están destruyendo los medios de vida, están perturbando la seguridad alimentaria y están provocando desplazamientos». Una muestra de las consecuencias de la voracidad de los imperialistas.

Como se decía al principio, el imperialismo es la guerra y por eso el proletariado y los pueblos del mundo deben oponerse a estas guerras reaccionarias y a los preparativos de guerra mundial imperialista con su movilización revolucionaria, preparándose para impedirla con la revolución o, en caso de que estalle, transformarla en guerra contra las clases reaccionarias en los distintos países. Quienes de verdad aman la paz deben prepararse para la guerra popular contra la clases parásitas dominantes y los imperialistas, empezando por avanzar en la unidad del Movimiento Comunista Internacional que trabaje por la nueva Internacional Comunista, donde los proletarios del mundo dirijan la necesaria revolución proletaria mundial que enfrente la amenaza que representa la guerra imperialista.

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