Declaración Internacional Conjunta por Palestina

¡Intensificar las acciones y hacer avanzar de manera cada vez más poderosa el movimiento militante, de masas en apoyo a la causa palestina!

Han pasado ya más de 11 meses desde el inicio de la ofensiva criminal por parte del terrorista Estado de Israel contra el pueblo palestino. Desde entonces, más que 40.000 palestinos han sido asesinados, entre ellos mujeres y niños, y más que 100.000 han resultado heridos.

Los sionistas mediante sus bombardeos, asesinatos y ocupaciones han obligado a más de un millón de palestinos a desplazarse hacia el sur de la Franja de Gaza. Sin duda los genocidas sionistas están desarrollando una operación para ocupar el sur de la Franja de Gaza. Los sionistas quieren aniquilar al pueblo palestino, apoderarse de su territorio y recursos, intentando empujar a los palestinos al desierto del Sinaí en Egipto, un viejo proyecto de desplazamiento forzado que deja el camino libre para la ocupación definitiva de todo el territorio de Palestina.

Rafah, ciudad del sur de la Franja de Gaza, ha servido como refugio de los palestinos, concentrando casi un millón y medio de personas en un pequeño territorio, donde viven bajo bombardeos e impedimentos por parte de las fuerzas israelíes para que les llegue la ayuda humanitaria.

Esto agrava la crisis humanitaria, pues la población palestina que se encuentra en Rafah viene sufriendo enfermedades infecciosas producto de falta de agua potable, escasez de medidas de higiene, inseguridad alimentaria, falta de hospitales y refugios en buenas condiciones, causados por la constante ofensiva de los sionistas. Son muchos los niños que mueren no solo por los bombardeos, sino por falta de alimentos. Cerca del 80% de los niños palestinos menores de cinco años en ocasiones no pueden comer cada día, según informes de una agencia sanitaria de la ONU.

A esto se le suma la intención de los sionistas de golpear también espiritualmente el pueblo palestino, con varios actos violentos más allá de masacrar civiles. La destrucción premeditada de los templos, de las viviendas, de las escuelas, de las universidades y los hospitales, unido a la privación del agua y la energía, desquebrajan salvajemente la vida de los palestinos, socava sus esperanzas y los expone a una muerte lenta.

Los asedios a hospitales violan las más básicas reglamentaciones de la guerra causando un efecto desastroso, al destruir la infraestructura para poder atender enfermos y heridos, asesinar al personal médico y sitiar las zonas aledañas.

El pueblo palestino debe soportar que soldados de las fuerzas sionistas se burlen de su desgracia y les desprecien, con bailes sobre las ruinas de sus casas, con la grabación de despreciables escenas jactándose de sus acciones y con absurdos comerciales de TV; sus videos en redes sociales llenos de discursos anti palestinos, se unen a las declaraciones racistas de los gobernantes israelíes y a la educación violenta de sus niños, enseñándoles a odiar palestinos desde pequeños.

El genocidio contra el pueblo palestino no es solo obra del sionismo israelí; los Estados imperialistas que le prestan su apoyo también son responsables, en especial Estados Unidos y el Reino Unido junto con otros gobiernos imperialistas europeos, Alemania, Francia, Italia, etc. cómplices. Los imperialistas yanquis apoyan incondicionalmente a su “perro de presa” en Medio Oriente. Han utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear cualquier medida de iniciativa de paz. Han enviado armas y dineros a los sionistas para fortalecer su poder militar. Y recientemente, en un acto que muchos consideran histórico, el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para sancionar a la Corte Penal Internacional por haber ordenado la detención de los dirigentes políticos sionistas.

Frente a todo esto, el pueblo palestino y las Organizaciones de su Resistencia ofrecen una resistencia heroica en las condiciones dadas, y continúan asestando golpes a las tropas de ocupación y de invasión genocida. Expresamos nuestro máximo apoyo a esta Resistencia.

El genocidio contra el pueblo palestino desencadenó una solidaridad internacional que no ha cesado desde octubre. Los proletarios y los pueblos del mundo han mantenido en alto la causa de la liberación de Palestina, condenando la feroz ofensiva sionista.

Pasando por encima de la represión de los Estados reaccionarios, las masas han realizado mítines y grandes movilizaciones exigiendo parar la agresión, impulsado el boicot a las empresas israelíes o aquellas que apoyan a los sionistas, exigiendo el rompimiento de relaciones y tratados de sus gobiernos con Israel, hasta el extraordinario desarrollo en los últimos meses del movimiento de los estudiantes, que ha incendiado las universidades, las calles, desde Estados Unidos hasta Europa y en todo el mundo, recordando el movimiento de solidaridad con la causa del pueblo vietnamita en los años 60 y 70.

Bajo esta presión de las masas, algunos gobiernos han roto relaciones con Israel, y han obligado a promover acciones jurídicas por parte de organismos internacionales. La Corte Internacional de Justicia (CIJ), presentó su fallo sobre la demanda presentada por Sudáfrica, ordenando a los sionistas detener de inmediato las operaciones militares sobre la Franja de Gaza. La Corte Internacional de Justicia emitió órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y su ministro de defensa, Yoav Gallant. Pero al mismo tiempo ordenó la detención de dos dirigentes de Hamás. Este último hecho demuestra el carácter burgués de la CPI al equiparar la violencia de los opresores con la de los oprimidos.

Frente a esta situación hoy más que nunca se necesita ¡Intensificar las acciones y hacer avanzar cada vez más poderosamente el movimiento militante de masas en apoyo a la causa palestina! La presión popular debe avanzar a huelgas de solidaridad y a acciones cada vez mas contundentes contra los gobiernos que apoyan Israel y las Embajadas Israelíes en cada rincón del mundo.

Los partidos y organizaciones comunistas marxistas-leninistas-maoístas deben jugar un papel cada vez más de primera línea en este movimiento, en torno a demandas de masas compartidas:

Exigir que las tropas israelíes abandonen la Franja de Gaza y Cisjordania;
Exigir que las tropas imperialistas abandonen la región y cesen sus acciones militares en Medio Oriente en apoyo al Estado de Israel y contra las fuerzas solidarias con el pueblo palestino, en el Mar Rojo, en el Líbano, etc.;
Exigir la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y militares con Israel;
Exigir que los gobernantes sionistas sean juzgados por crímenes de guerra y genocidio.

Al mismo tiempo invitamos a que en las manifestaciones de solidaridad con el pueblo de Palestina y de denuncia del genocidio sionista, también haya una denuncia de la acción que está llevando a cabo en la India el estado fascista Hindutva de Modi, gran partidario del gobierno de Netanyahu, con el apoyo del imperialismo yanqui, contra los pueblos indígenas y tribales de este país. Una campaña genocida, denominada ‘Operación Kaghaar’, en medio de la cual se perpetran masacres y deportaciones forzadas, asesinatos de civiles y líderes de pueblos tribales, activistas y líderes revolucionarios; al igual que se persigue a periodistas y defensores de derechos humanos que se oponen. Una operación que pretende asfixiar la lucha de liberación de las masas indias, la guerra popular anti-imperialista de las masas populares.

Los trabajadores y pueblos del mundo debemos apoyar la resistencia y la guerra de liberación nacional del pueblo palestino, dentro de la lucha por la liberación definitiva de los pueblos de la explotación y opresión capitalista, imperialista, que será posible con el triunfo de la revolución en cada país y el avance de la revolución proletaria mundial, para erradicar toda forma de opresión y explotación de la faz de la tierra.