Rechazamos el ataque criminal del que fue víctima el esquema de seguridad del Mayor indígena Armando Wouriyu Valbuena. Al salir de una reunión de consulta previa sobre la Ley de Minas con las autoridades Wayúu en Manaure (La Guajira) y viajando por aire hacia Bogotá, su esquema de seguridad que viajaba por tierra fue atacado a balazos en Curumaní (Cesar), como producto de ello la camioneta recibió 7 impactos de bala. Afortunadamente, todo su esquema salió ileso de este brutal ataque. Según una nota de RTVC Noticias, informan que el Mayor atribuye el ataque a los intereses entrecruzados entre grupos armados al margen de la ley y grupos políticos y económicos que pretenden perpetuar la inseguridad contra los defensores de la paz.
Según la página web de la Comisión de la Verdad, el Mayor Armando, es un Reconocido líder indígena wayúu, miembro del Clan Gouriyú cuyo asentamiento está ubicado en el municipio de Uribia (La Guajira). Desde su juventud compartió con los indígenas wayúu que explotan sal marina en Manaure; en la década de los 80 trabajó como obrero en estas salinas y se convirtió en un líder social defensor de los derechos de los trabajadores de este lugar, motivo por el cual fue expulsado de la empresa. Por su trabajo como líder, en 1997 es elegido presidente de la Organización Nacional de Indígena de Colombia. En este cargo, e incluso desde antes, Wouriyu confrontó a integrantes de grupos armados con el fin de defender los derechos humanos de las comunidades indígenas. Buscó y promovió el diálogo entre líderes indígenas y actores violentos con el fin de exigir el freno de secuestros, desplazamientos, asesinatos y otras violaciones en contra de las diferentes etnias. En el 2008 fue amenazado por grupos paramilitares y obligado a salir de La Guajira; no obstante, continuó con labor en la ONIC. Más recientemente se desempeña como secretario de la Instancia Especial de Alto Nivel de los Pueblos Étnicos – Capítulo Étnico del Acuerdo Final de Paz. Adicionalmente, el Mayor Armando Wouriyu, fue declarado como uno de los Sabios de la Humanidad y a nivel nacional ostenta la dignidad de Maestro entre todos los grupos étnicos aborígenes que están asociados.
En enero de 2023, el Mayor intervino ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y dijo que, «aunque estar incluidos en el Acuerdo de Paz “constituyó un buen ejemplo de la lucha por transformar esta realidad imperante por siglos (…) Pero de estar en el Acuerdo a que se implementara a favor nuestro, ha estado la dificultad”», «Hemos vivido por siglos ante un Estado que no nos ve, no estamos presentes en sus mentes, y que a la hora de tomar decisiones estamos ausentes», según El Espectador. Dice la nota de ese mismo diario que «Para el líder indígena es fundamental las garantías para los mecanismos de protección del territorio como las guardias indígenas y cimarronas como “como contribución en el contexto de paz que hoy día hace curso, denominada “Paz Total”». Posiciones críticas que le han valido ganarse enemigos de diferentes orillas y que muestran el talante de este líder social.
Las clases dominantes, por medio de su Estado capitalista, ejecutan a través de las fuerzas armadas estatales y paraestatales, el terrorismo de Estado contra los jefes naturales del pueblo que organizan y movilizan a sus comunidades para que exijan sus derechos. Rechazamos este terrible hecho y llamamos al pueblo a rodear a sus dirigentes, a emplear las formas de defensa que sean necesarias para salvaguardar sus vidas, empezando por hacer valer las Guardias indígenas, cimarronas y campesinas; y por crear en donde sea necesario las Milicias Populares que le hagan contrapeso a la violencia estatal. Todo esto debe ser discutido en la Asamblea Nacional Popular Independiente a llevarse en Cali el próximo 13 y 14 de julio, en la que se exija ¡Poner fin al terrorismo estatal, la militarización de la sociedad y las hordas asesinas y paramilitares!