Hace unos días con vallenato incluido, una multitud despedía a uno de los patriarcas de esas familias que en la costa atlántica son dueñas de fortunas, conseguidas gracias a que han mamado de la teta del Estado de forma legal e ilegal por años. Lucas Gnecco, miembro del Clan Gnecco, murió el pasado 7 de julio. En esa multitud que asistió al sepelio se encontraban distinguidas personas de la política del Cesar, Alfredo Saade, quien es recordado porque estuvo apoyando la campaña de Gustavo Petro, el reconocido y polémico vallenatero Poncho Zuleta y claro Vicky Dávila, la directora del pasquín Semana, pues Lucas Gnecco era su suegro.
Es de público conocimiento quienes son los Gnecco, envueltos en casos de corrupción, asesinato ̶ como se pudieron enterar, el fiscal Barbosa trasladó en estos días en su jet privado a José Manuel neGnecco hasta San Andrés, implicado en el asesinato de su esposa y prima Mercedes Gnecco ̶ , y otros delitos que la hacen una familia con bastante poder económico y político. Sin embargo, prestigiosas familias y reconocidos personajes de la política con suficiente educación, saludaron el gran legado del patriarca y lamentaron su muerte.
El pasado 9 de julio otro de esos políticos, miembro también de esas familias ricas, corruptas de la costa, Bernardo Miguel Elías Vidal más conocido como el “ñoño Elías” fue recibido por una multitud en Sahagún (Córdoba) de donde es oriundo, después de pagar un mínimo de 5 años de cárcel por el caso de Odebrecht. En las redes y la prensa fue noticia y lo común de intelectuales, políticos etc., fue insultar al pueblo como estúpido, bruto, inculto, sin memoria, por recibir con jolgorio a este político corrupto. No suscitaron los mismos insultos el sepelio de Lucas Gnecco.
¿No es lo mismo? fueron dos eventos para reivindicar a políticos corruptos. ¿Por qué el del pueblo es de brutos y el de la “gente de bien”, lo máximo que dijeron algunos fue que los asistentes son complacientes con la corrupción?
En efecto, tanto lo sucedido en el Cesar, como en Sahagún, no es un problema de incultura, de falta de educación, sino de beneficios recibidos. Pero existe una gran diferencia en los beneficios recibidos por los que asistieron al sepelio de Lucas Gnecco, quienes junto al Clan Gnecco han amasado fortunas, a las migajas que tipos como el “ñoño Elías” han entregado con las inversiones hechas en Sahagún, y que de alguna forma alivian la situación del pueblo, que como consecuencia de una histórica ausencia del Estado en todos los sentidos, cualquier limosna entregada por corruptos, mafiosos, etc. se recibe con beneplácito.
Lo que deben hacer políticos como Gustavo Bolívar, que dicen defender al pueblo, no es insultarlo, sino, condenar al Estado, a las clases dominantes, quienes son responsables de la miseria del pueblo; no sembrar ilusiones en que las elecciones próximas a realizarse ayudan a mejorar la situación de raíz y mucho menos con acuerdos politiqueros en los que, según se conoce, el mismo Pacto Histórico al que él pertenece, respalda a Gabriel Calle Aguas ficha del “ñoño Elías”.
Hay cinismo en esos intelectuales y politiqueros, que invitan al pueblo a confiar en la falsa democracia burguesa, en las jugadas políticas para ganar un escaño en el Estado, en el que se beneficia, es quien obtiene ¡tremendo puesto!, pues hacer parte de la maquinaria estatal, les permite ganar muy bien, contratar con el Estado y si no son tan tacaños, entregar unas limosnas que les hacen quedar bien con un pueblo que pragmáticamente trata de sobrevivir.
Por nuestra parte como comunistas, nos compete elevar el nivel de consciencia de las masas, para que en algún día no muy lejano, aquellos que han cabalgado sobre el pueblo, quienes se han enriquecido a costa de la explotación, del erario , y la expoliación de los recursos naturales, no sean despedidos, ni recibidos, por el pueblo, sino, abandonados y enterrados junto al sistema de explotación capitalista responsable de producir y reproducir a esos parásitos y vividores de nuestro sudor y sangre.
