Los capitalistas y sus voceros gobernantes mienten doble al presentar la recuperación económica como superación de la crisis y en beneficio para todos los ciudadanos. En realidad, cuando las instituciones y medios del imperialismo como el Banco Mundial y FMI muestran entusiasmados el crecimiento de la economía mundial, prevista para este año en un 5.6%… Cuando en Colombia la burguesía se vanagloria del “histórico crecimiento” del 13.2% del PIB en el tercer trimestre del año… Es cuando más crece la inconformidad de los asalariados y el hambre se cierne como una peste entre los pobres. La reactivación económica va de la mano con la explosividad social.
Los vividores de la explotación asalariada y sus lugartenientes, alardean sobre la recuperación económica mundial tras la profunda recesión causada, según ellos, por la pandemia que dejó un déficit de -3.5% en el mundo y en Colombia de -6.8%; recesión que realmente obedece a la profunda crisis económica del capitalismo mundial desde el 2008, siendo la pandemia apenas un factor acelerante de la misma.
Las cifras actuales de la recuperación económica esgrimidas por los de arriba para sembrar confianza, son apenas la consecuencia del gigantesco capital inyectado durante la pandemia por los gobiernos, especialmente en los países imperialistas, cifras que los economistas oficiales asocian además a la vacunación, para explicar las grandes diferencias entre el “crecimiento” por ejemplo, en la zona euro del 14.3% y del 6.6% en Estados Unidos durante el segundo trimestre del 2021, en contraste con el estancamiento en los países llamados emergentes o en los países atrasados que no superan el 4%. Índices que, por demás, están lejos aún de los alcanzados en el 2019.
En Colombia, el crecimiento económico del segundo y tercer trimestre de este año fue de 17.6% y 13.2% respectivamente, indicando una caída de 4.4% que todos tratan de ocultar, porque muestra la oscilación de un aparato productivo convulsionado y oxigenado artificialmente. El hecho es que, a pesar de la alharaca, con respecto al PIB del tercer trimestre de 2019, el crecimiento alcanza apenas un 2.1% y el PIB por habitante es inferior al de 2019 en un 0.62%. Pero aún hay más. La mentada recuperación económica va acompañada de una agudización extrema de la crisis social, reflejada en el desempleo galopante, el aumento de la miseria y lo que llaman “precarización” de los salarios, eufemismo utilizado por las clases dominantes para esconder la superexplotación del proletariado incluso a los países imperialistas, donde los obreros, como en Estados Unidos y España, se lanzan a la huelga por estos días.
Solo como una muestra de la gravedad de la crisis social, en Colombia, todos los analistas reconocen que la reactivación económica de 2021 no se ve reflejada en el empleo. Según el DANE, para el mes de septiembre de 2021 hubo 2.992.919 desempleados en el país, lo que significa que la tasa de desempleo fue del 12,1%, cifras que respecto al 2019, antes de la pandemia, aún se encuentra 1,9% por encima, y eso que el DANE no cuenta como desempleados a más de 1.500.000 personas que en este período desistieron de buscar empleo, es decir, a quienes ya perdieron la esperanza de encontrar un empleo, que de conjunto superan los 6 millones de personas.
Al ejército de los desempleados se suma el contingente de los subempleados o trabajadores “por cuenta propia” con que la burguesía enmascara la terrible condición de quienes se refugian en las ventas ambulantes y otros menesteres, para no caer en la mendicidad o en la delincuencia que, dicho sea de paso, aumenta en la misma proporción con la miseria, y donde las clases explotadoras tratan con medidas reaccionarias como la nueva ley contra la inseguridad presentada en estos días por el régimen mafioso, con urgencia de trámite en el Congreso, aumentando la penas y medidas contra los pequeños ladrones, mientras a los corruptos, delincuentes de cuello blanco que roban billones, les brinda casa por cárcel cuando caen en desgracia.
Y como si no fuera suficiente, los asalariados que aún cuentan con un empleo formal, se ven sometidos a las nuevas medidas cavernarias de contratación y de trabajo (salarios miserables, trabajo por horas, teletrabajo, etc.) que piensan aumentar los explotadores. Millones sometidos al infierno de la superexplotación más despiadada para engordar las arcas de una minoría parasitaria que vive en el derroche y la disipación.
Los contrastes de la situación indican que, a pesar de la reactivación de algunos sectores, el capitalismo no ha podido superar la crisis económica. Las alentadoras cifras son un espejismo de corto alcance, que solo garantiza una mayor acumulación y concentración de la riqueza en un puñado de grupos monopólicos parásitos; mientras se extiende la miseria en la inmensa mayoría de la sociedad trabajadora, cuya consecuencia inevitable es la agudización de la lucha de clases y la maduración de crisis políticas por arriba y de las condiciones para nuevos y más poderosos levantamientos, como los ocurridos en el mundo durante el 2018-2019 y los acaecidos el 21 de noviembre del 2019 y el 28 de abril de este año en Colombia. Eventos para los cuales las clases dominantes se preparan, introduciendo nuevas medidas represivas criminalizando la protesta y penalizando a los “instigadores”, en el vano intento de contener la inevitable rebelión.
La cruda realidad muestra la caducidad de un sistema moribundo que debe ser sepultado, porque está estrangulando la sociedad y destruyendo la naturaleza, planteándole al proletariado y a los pueblos de todos los países, la necesidad de prepararse para desatar la Revolución Proletaria Mundial.
La explosiva situación deja en claro además, que son inofensivos, ridículos y quiméricos los remiendos de los curanderos reformistas que proponen “humanizar” este infierno de explotación, opresión, hambre y miseria. A la vez que plantea a los comunistas ponerse a la altura de los desafíos, por cuanto son ellos el factor decisivo y de su unidad y organización depende el desenlace de los levantamientos que se avecinan: ¡El capitalismo imperialista debe ser sepultado! ¡El mundo necesita la revolución! Sólo la Revolución Proletaria Mundial podrá salvar a la humanidad del atolladero imperialista.
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Noviembre 25 de 2021
Un comentario
El crecimiento del 13.2 % del PIB trimestre III 2021 es un espejismo habida cuenta que la base comparativa del Trimestre III 2020 fue negativo -8.4 % . Pero no es ese el asunto cardinal; el tema más importante es quién o quienes se benefician del «crecimiento «de la económica y evidentemente no son las masas trabajadoras que no ven mejorar su nivel de vida en la capacidad adquisitiva de las mercancías necesarias para tener una vida vital.
No se compadece, además ,dicho » crecimiento » con el desempleo de dos dígitos y el segundo lugar en desigualdad social en A. L.
Los países donde la tasa de rentabilidad del capital es mayor presentan un proceso de acumulación y distribución de la riqueza que contienen en sí mismo poderosas fuerzas que empujan hacia un nivel de desigualdad sumamente elevado . Eso ocurre con más profundidad en países como Colombia, Brasil, Chile por mencionar unos tantos.
De tal suerte que lo que debemos observar es dónde se queda el crecimiento y a quién beneficia: Lenin lo advirtió anticipadamente : El capitalismo pone en manos de individuos,en forma de riqueza y capital individual, lo que la sociedad entera produce .