La traginovela de las elecciones en Perú no termina. Los dos contrincantes de la segunda vuelta se pelean con uñas y dientes por ganarse la silla presidencial en una competencia de foto finishque, con un 50,125 % de votos, da como ganador al exrondero Pedro Castillo y señala la derrota de la señora Keiko Fujimori −hija del dictador Alberto Fujimori−, quien obtuvo el 49,875 % de la votación.
El novelón en el Perú sigue por unos días; pero, sea cual sea el que se apoltrone en la silla presidencial, poco o nada cambiará para el pueblo, pues ni en Perú, ni en Colombia, ni en ningún país que siga embruteciendo y engañando al pueblo con la vana ilusión de la democracia burguesa, sus luchas y sus aspiraciones se podrán resolver con un nuevo presidente dentro del Estado burgués, y esto es así porque la función de todo Estado dentro del capitalismo es administrar los negocios de toda la burguesía; defenderlos a sangre y fuego como abiertamente lo está haciendo en Colombia.
Tras una semana, Keiko Fujimori se niega a ser derrotada nuevamente en la disputa presidencial; sabe que se está quemando en la hoguera del desprestigio y que, de no lograrlo en esta ocasión, se le alejan más las posibilidades de cumplir su enfermizo deseo de continuar los pasos de su padre. La Fujimori pelea como fiera y echa mano de lo que encuentra para hacer inválidos los conteos, aduce que hay fraude en varias de las mesas, por lo que deben ser anulados cerca de doscientos mil votos y hacer el conteo nuevamente.
Por su parte, Pedro Castillo ya hace lobby y asume que es el nuevo presidente del Perú, solo espera ser ratificado por los Jurados Electorales Especiales, quienes deben resolver las solicitudes de nulidad de Keiko.
Nada bueno se espera de Keiko: por varios años fungió como primera dama, lo que la convirtió en cómplice directa de toda la barbarie cometida bajo el mandato de Alberto Fujimori; nunca se ha separado políticamente de las prácticas de su padre, por el contrario, le ha tapado todas sus porquerías. Y, como si eso fuera poco, en octubre del 2018 fue encarcelada durante 15 meses por corrupción y lavado de activos, dado que los dineros de su campaña provenían de Odebrecht y Credicorp, la corporación financiera más grande del Perú.
Sin embargo, de Pedro Castillo tampoco debe esperar nada bueno el pueblo peruano, las tristemente célebres Rondas Campesinas en Perú son parte ineludible de su hoja de vida. LasRondas Campesinas fueron organizaciones paramilitares financiadas por el imperialismo yanqui para enfrentar al pueblo contra el pueblo en la época de crecimiento y desarrollo de la Guerra Popular en el Perú, dirigida por el Partido Comunista del Perú (PCP).
Luego, Castillo se vinculó a la izquierda como un conciliador, amigo de los acuerdos de paz representados en las supuestas cartas de paz que, le adjudican a Abimael Guzmán y que pretendían decretar el fin de la guerra popular, la rendición de las fuerzas revolucionarias y la entrega de toda la lucha para postrarse al camino de conciliación y concertación con el asesino Estado peruano. Ahora, la paz con los enemigos del pueblo sigue siendo su arma para engañar a los peruanos y echar por la borda la llama de la lucha y el camino de la revolución, única solución real a las necesidades del pueblo.
Pedro Castillo ha fungido como un demócrata con tendencia de izquierda, postura que ha formado como dirigente en varias huelgas del gremio de la educación en Perú. Es el representante de esos redomados oportunistas que crean la falsa ilusión de que solamente con el triunfo electoral, el Estado burgués se puede utilizar para beneficio del pueblo.
Su propuesta máxima en el programa de Gobierno habla por sí misma: una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva constitución, la misma baratija que hoy está de moda en Chile, y cuya ineficacia conoce por experiencia propia el pueblo de Colombia, desde 1991.
En Perú −como en Colombia−, las elecciones son una farsa que está desprestigiada en la inmensa mayoría de la población, así lo refrendan las ilustrativas cifras: de un total de 25.287.954 personas aptas para votar, el ganador en segunda vuelta obtuvo 8.835.9701
, es decir, con toda la maquinaria para llevar a las urnas al pueblo, con todo el arsenal de propaganda y miles de millones que le meten al circo electoral, Castillo va para la presidencia con el 34,46 % del censo electoral. ¡Y a eso le llaman la mejor de las democracias! Esa es la democracia de un sistema basado en la explotación creciente de la población y en la destrucción sin límites de la naturaleza.
1 https://www.resultadossep.eleccionesgenerales2021.pe/SEP2021/EleccionesPresidenciales/RePres/T
Pero, por fortuna, la lucha revolucionaria también se abre camino en el Perú. De las entrañas del pueblo, en campos y ciudades, nuevos destacamentos se lanzan a la lucha y crece la movilización revolucionaria del pueblo. Grandes contingentes se toman calles y levantan las banderas de las asonadas, del paro y de la huelga; y a su lado, la llama de la Guerra Popular, que el Partido Comunista del Perú mantuvo por muchos años, vuelve a prender con fuerza entre los obreros y los campesinos en ese país. Nuevas gestas están por venir: el fin del capitalismo imperialista está cerca, y el pueblo del Perú tiene un lugar de privilegio que la politiquería no podrá evitar.