Se supone que en Colombia los trabajadores sindicalizados tienen derecho al fuero sindical, es decir, un derecho ganado por el movimiento obrero, en el cual, incluso sus dirigentes no pueden ser sancionados arbitrariamente por la empresa por ejercer su cargo directivo y menos, con falsos argumentos.
Pero este derecho está siendo violentado a los directivos de Sinaltrabebicol, uno de los tantos sindicatos de Femsa Coca-Cola, cuyo presidente fue sancionado durante dos meses; y al compañero Rómulo Rodríguez Cárdenas vicepresidente, quien labora como tercerizado desde hace 23 años desempeñándose como operario de montacargas, a quien le ha sido montada una verdadera persecución sindical. Desde hace siete años, la empresa le viene reteniendo sus aumentos salariales y sus incapacidades médicas, además le han sido negados tanto su dotación como sus elementos de protección personal para laborar, deteriorándose cada vez su calidad de vida y su salud.
Y como si esto fuera poco, el compañero, fue suspendido del 18 de julio al 7 de agosto, acusándolo de portar tapaoídos, implemento que ha utilizado por más de 20 años, bajo el argumento de que ya no es necesario en el área donde labora, decisión que la empresa no notificó con anterioridad, dejando claro que existe una persecución laboral y sindical contra el compañero. Esta sanción completamente injusta se agrava al ser retenido su salario sin tener en cuenta que su esposa se encuentra incapacitada para trabajar.
Ante esta situación, los trabajadores de Coca-Cola necesitan unirse independientemente de si están o no sindicalizados, o si pertenecen a tal o cual sindicato para enfrentar la patronal; y luchar juntos por la conquista de las necesidades de todos los trabajadores de la compañía, empezando por una de las más sentidas, la estabilidad laboral; y uniéndose al resto de las luchas de todo el pueblo en Colombia avanzando al Paro General Indefinido.
Pero para comprender la situación no solamente de los obreros de Coca-Cola sino de todo el proletariado en Colombia, es necesario tener en cuenta algunas cosas. No es casual ni particular que Coca-Cola pase por encima de la legislación colombiana y abuse de los derechos de sus trabajadores, esto lo hacen todos los capitalistas, quienes a través del Estado, viven de explotar la fuerza de trabajo; y su sed de ganancia no se detiene, por tanto no les importa acabar con las dos fuentes de riqueza: los hombres y la naturaleza.
En ese sentido, la contradicción con los capitalistas, incluidos los imperialistas es una contradicción antagónica, es decir, la única manera de transformar esta situación es acabando con las causas que la generan, que socialmente, nadie vuelva a apropiarse de la ganancia obtenida del trabajo social, sino que esta vuelva a la sociedad bajo la forma de: bienestar para todos.
¿Y esto qué tiene que ver con las luchas particulares de los trabajadores de Femsa Coca-Cola? Que como parte de la preparación para poder librar esas grandes luchas, el proletariado hoy necesita mejorar sus condiciones de vida y para hacerlo necesita fortalecer su sindicato, unirse como trabajadores en una sola organización que practique una política y un método proletario y unido a otros sindicatos en una Federación Sindical y en una Central Sindical Revolucionaria les permita luchar mejor.
¿Y cómo se logra transformar del todo la situación de miseria y explotación del proletariado? Aquí es donde vienen las grandes luchas. Por un lado, derrotando a la burguesía en cada país haciendo saltar en pedazos ese Estado que defiende a los ricos en su “derecho” a explotar fuerza de trabajo, construyendo el socialismo y avanzando al comunismo que ilumine toda la tierra al acabar con la explotación del hombre por el hombre. Es decir, yendo más allá de lo que lograron las masas en Rusia y China en un determinado momento de la historia de la humanidad. Y en ello tiene un gran papel por cumplir ya no solamente el proletariado de Femsa Coca-Cola, sino el proletariado de todo el mundo en alianza con el campesinado.