EL SINDICALISMO BURGUÉS ES UN INSTRUMENTO AL SERVICIO DE LA POLITIQUERÍA

EL SINDICALISMO BURGUÉS ES UN INSTRUMENTO AL SERVICIO DE LA POLITIQUERÍA 1

Revolución Obrera ha insistido en lo decisivo que es para la clase obrera rescatar la independencia de clase en el movimiento sindical; independencia con respecto al Estado, los patronos y los partidos políticos que los representan.

Hoy los jefes vende obreros reformistas y oportunistas aliados con la burocracia sindical de las centrales sindicales están participando en la campaña politiquera; es el caso la CUT Antioquia que convocó un evento en el auditorio de la ENS en la ciudad de Medellín en el mes de enero invitando a la Coalición Colombia (Sergio Fajardo, Claudia López y Jorge Robledo), al que asistieron varias organizaciones sindicales, dirigentes del magisterio – ADIDA, y los pensionados (Ver Informe Especial).

El tema central fue la reforma pensional, sobre la cual presentaron una propuesta llamada «sistema de tres pilares»; que en términos generales, según ellos mismos, recoge elementos formulados por el Banco Mundial, Angelino Garzón cuando fue Ministro de Trabajo y la Escuela Nacional Sindical.

La propuesta de la Coalición Colombia sirve a los intereses de los capitalistas y se resume en los siguiente: un primer pilar de «seguro de vejez universal» que no sería una pensión sino un subsidio, algo que supere el programa del Adulto Mayor, pero lo importante es que todos coticen a un fondo público; el segundo pilar corresponde a los trabajadores formalizados y que ganan hasta 4 salarios mínimos, o un valor por definir, a la vez que estaría también por definir si esas cotizaciones van para una entidad pública como Colpensiones o mixta con capital privado; y el tercer pilar corresponde a quienes devenguen más de 4 salarios mínimos y sería un ahorro voluntario, si ahorra más, la pensión será acorde con el ahorro, y estarían en un fondo que podría ser mixto o privado totalmente.

Lo que anunciaron como una propuesta estructurada para resolver el problema pensional, resultó ser pura palabrería para esconder la pretensión de los capitalistas de aumentar las cotizaciones y privatizar a Colpensiones; para nada se refirieron al régimen de prima media, único que garantiza algunos derechos a los trabajadores; en cuanto a la edad de jubilación, obviamente en campaña politiquera enredan el discurso y no se atrevieron a decir cuánto van a aumentarla, pero sí admitieron que el promedio de vida se ha extendido, siendo su planteamiento igual al de Uribe Vélez y de los grandes monopolios; es decir, nada distinto a los discursos del resto de politiqueros, porque en el fondo todos son títeres de los monopolios y de los capitalistas y por tanto tienen que someterse a sus peticiones.

Son los grupos económicos los que deciden quien queda de presidente; pero es una canallada la del señor Robledo del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario – MOIR, que se dice llamar de izquierda, quien ahora de la mano del consentido del Grupo Empresarial Antioqueño – GEA, Sergio Fajardo, se preste para asestar un nuevo golpe al pueblo. Nada tiene de obrero ni de revolucionario este señor cuando se une con los representantes de los capitalistas, furibundos enemigos de la clase obrera.

Nada tiene de independiente tampoco cuando en sus planteamientos dice: «Es posible defender a los trabajadores y al mismo tiempo defender la producción nacional». Es imposible defender al mismo tiempo a los empresarios y a los trabajadores, porque sus intereses son totalmente antagónicos: mientras a los capitalistas solo les interesa acumular ganancia a toda costa, pasando por encima de los trabajadores, a los obreros les interesa lograr unas mejores condiciones de vida y laborales que solo se podrán conquistar con la lucha, comprendiendo que sus intereses son diametralmente opuestos a los de los patronos; por lo tanto no están del mismo lado.

Precisamente esa política de conciliación y concertación de clases es la que ha maniatado la lucha y postrado a la clase obrera. Una política que por orientación de las burocracias sindicales ha convertido las sedes en antros de la politiquería burguesa en lugar de centros para dirigir la lucha de los trabajadores; una política que utiliza los fondos de los trabajadores para apoyar a los verdugos que después legislaran a favor de los grupos económicos y aplastarán al pueblo.

Los obreros deben luchar intransigentemente por conquistar la independencia de sus organizaciones, no pueden contribuir a consolidar un Estado que está en su máximo grado de descomposición, siendo imposible tapar la podredumbre porque esta sociedad está basada precisamente en la corrupción; la clase obrera no debe prestarse para ello, el Estado burgués es una máquina para proteger los intereses de los capitalistas y de los empresarios.

A los obreros revolucionarios les corresponde denunciar el sindicalismo burgués que actualmente se impone en la burocracia de las centrales obreras y llamar a realizar campañas de denuncia frente a la farsa electoral, a no creer en la democracia burguesa que es dictadura contra el pueblo. Luchar por rescatar la independencia de clase proponiéndose crear federaciones independientes hacia una Central Sindical Revolucionaria que sirva como correa de transmisión del socialismo científico y contribuya al triunfo definitivo de la clase obrera sobre sus enemigos.

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