Desde el año pasado la burocracia de la CUT inició su campaña electoral al mejor estilo burgués. Supuestamente para prevenir el fraude contrataron una empresa de Biométrico, pero pasa lo que pasa con las elecciones burguesas para presidente, o para las elecciones regionales, como las que se avecinan: siempre hay fraude.
La burguesía utiliza métodos muy refinados, apoyándose en la tecnología para llevar a cabo su farsa electoral, pero realmente el que gana es el que tenga más plata para hacer acuerdos con los partidos y candidatos en campaña y garantizar que, ya estando en el Estado, estos cumplan con sus intereses.
Lo mismo pasa en el sindicalismo burgués; esas burocracias de las centrales sindicales, en este caso la CUT, se convierten en una maquinaria impenetrable donde los que salen elegidos son los que tengan más plata para la campaña electorera y el que mejor maquine. Un trabajador con ideas y propuestas revolucionarias no podrá llegar a los cargos de dirección, no solamente porque no tiene el dinero para costear su campaña, sino -y sobre todo- porque en la CUT predomina la política de conciliación de clases y cualquier ideílla de confrontación a los capitalistas con la lucha directa, con la huelga y de la necesidad de abolir la explotación asalariada, será rechazada y estigmatizada por las burocracias. Pero incluso si llegase algún compañero luchador a escalar, la estructura de la CUT, su ideología, su política, sus principios y sus métodos impedirán cualquier actuación revolucionaria en su interior.
Esta política de concertación y conciliación de clases, que ha sido trasmitida por casi 50 años y que consiste en hacerle pasito al patrón a expensas de los intereses de los trabajadores, ha hecho bastante daño al movimiento sindical, tanto así que muchos compañeros consideran lícito obtener prebendas individuales, venden el fuero sindical, aceptan dádivas de los patronos, muchos compañeros ingresan al sindicato únicamente para impedir que sean despedidos y no con el objetivo de defender a los trabajadores cuando son atropellados por el patrón.
En las elecciones de las Centrales Sindicales, se puede apreciar el método burgués que no tiene nada que ver con la democracia de un sindicalismo revolucionario.
Democracia que se practica con las asambleas y elecciones directas, sin veedores por parte del Estado, ni aditamentos para prevenir el fraude, el mejor veedor son los mismos trabajadores; pero sobre todo el sindicalismo revolucionario se diferencia de este sindicalismo, por tener la ideología, la política y los métodos de la clase obrera.
Ese dinero que se invierte en un biométrico sería mejor invertido para apoyar la lucha y sobre todo para amparar a los trabajadores despedidos, incluso compañeros que por abrazar la lucha sindical son despedidos por la empresa. Pero la realidad es que los trabajadores despedidos se quedan en la calle y para esta burocracia se convierten antes en un estorbo.
Por lo tanto, estas elecciones serán más de lo mismo, sindicalismo burgués y una farsa para los obreros y sindicatos de base que creen que podrán cambiar la CUT desde adentro. Algunos de los candidatos para el Comité Ejecutivo son señores que ya no tienen ningún vínculo con alguna empresa, que hace años no saben lo que siente un trabajador cuando es vilipendiado y ultrajado por los supervisores en las empresas.
Una burocracia sindical dirigida por los partidos de la burguesía y de la pequeña burguesía, en nada contribuyen a la lucha de los trabajadores, a la lucha revolucionaria, sino que por el contrario se convierte en el palo de la rueda para avanzar en las conquistas que necesita, no solo los obreros sino el pueblo colombiano, un palo en la rueda como lo fue el Comité Nacional de Paro en el Estallido Social del 28A.
Es por ello, que desde el portal se ha insistido en la imperiosa necesidad de reestructurar el movimiento sindical, lo que significa cambiar de raíz el movimiento sindical, que deje de ser el trampolín para la politiquería burguesa. Los sindicatos deben ser escuelas de socialismo científico, que sirvan de verdad para la lucha, y no para el servicio individual de unos cuantos dirigentes que solo ven en el sindicato la posibilidad de engordar sus bolsillos.
La clase obrera necesita sindicatos que luchen con independencia de clase, que sus dirigentes sean verdaderos ejemplos en su lucha diaria en defensa de los intereses de los trabajadores, y que su consciencia se eleve a la condición de formar verdaderos dirigentes y cuadros para el partido que necesita la clase obrera, que dirija a las masas hacia la emancipación definitiva, a romper definitivamente las cadenas del yugo del actual sistema capitalista.
2 respuestas
Hoy día los dirigentes sindicales son pequeño burgueses que defienden solo los intereses de ellos . actúan igual que los partidos tradicionales que son corruptos, y explotadores de los trabajadores. Ya estos sindicalistas no tienen conciencia de clase.yno representan ni defienden los obreros. Por ésto no pueden estar ahí.los verdaderos revolucionarios,les truncan sus ideales y no puede. llegar a ocupar estos cargos de delegados dentro del sindicato porque en las elecciones repiten los mismos vicios de las élites poderosas .
El sindicalismo revolucionario será siempre la tarea de los las sindicalistas revolucionario.Sin teoría revolucionaria no existe camino revolucionario y eso se da cuando exista un partido político revolucionario que eduque y organizar al proletariado