“El estadio de la producción de mercancías, con el que comienza la civilización, se distingue desde el punto de vista económico por la introducción: 1) de la moneda metálica, y con ella del capital en dinero, del interés y de la usura; 2) de los mercaderes, como clase intermediaria entre los productores; 3) de la propiedad privada de la tierra y de la hipoteca, y 4) del trabajo de los esclavos como forma dominante de la producción. La forma de familia que corresponde a la civilización y vence definitivamente con ella es la monogamia, la supremacía del hombre sobre la mujer, y la familia individual como unidad económica de la sociedad. La fuerza cohesiva de la sociedad civilizada la constituye el Estado, que, en todos los períodos típicos, es exclusivamente el Estado de la clase dominante y, en todos los casos, una máquina esencialmente destinada a reprimir a la clase oprimida y explotada.” (F. Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado)
Y no siempre fue así; en las primeras comunidades las relaciones eran diferentes, esencialmente se producía lo necesario para la subsistencia de cada grupo, básicamente la sociedad con el paso del tiempo y para resolver las necesidades que se presentaban fueron incorporando armas como flechas, lanzas y arcos para la caza. La evolución de los medios de producción y de las herramientas creadas inicialmente para resolver el problema de la subsistencia fueron cambiando su objetivo a medida que algunos cuantos hombres empezaron a apropiarse tanto de las herramientas, como de los medios de producción, de la mano de obra que producía la mercancía y de las mismas mercancías. Así mismo en el desarrollo de la humanidad la civilización trae consigo la división de la sociedad en clases y la apropiación de la riqueza de todo el planeta en algunos pocos que se la disfrutan, mientras la mayoría produce y sostiene a esos pocos vagos que se la parrandean.
Llegado el capitalismo con el desarrollo de la sociedad, se incorpora brutalmente a las mujeres y a los niños al sistema de producción ya que representaban una mano de obra muchísimo más barata de la que ya era para la época la de los hombres. Con la mujer en la industria se agudiza su situación ya que además de producir para el patrón en la fábrica, debía llegar al hogar a realizar tareas domésticas y de crianza, lo cual la pone en un papel de doblemente explotada y doblemente oprimida. En ese momento las condiciones para la lucha mejoran por el hecho de ser doblemente explotadas y oprimidas, empieza su lucha por emanciparse, pero no solas sino al lado de sus compañeros, sus hijos, sus padres y toda su clase, esa clase trabajadora que ya no aguanta más tanto abuso de poder, de aquellos hombres ansiosos de acaparar y destruir todo lo que tocan.
“«Desde el advenimiento de la civilización ha llegado a ser tan enorme el acrecentamiento de la riqueza, tan diversas las formas de este acrecentamiento, tan extensa su aplicación y tan hábil su administración en beneficio de los propietarios, que esa riqueza se ha constituido en una fuerza irreductible opuesta al pueblo…”(F. Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado)
No puede nombrarse una fecha tan importante como la del DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER aparte de la lucha y el interés de toda la clase obrera, ya que gracias a las valerosas luchas en los diferentes sectores es que se han logrado importantes triunfos para toda la clase obrera y es por esto que en esta semana queremos rendir un sentido homenaje a esas 129 mujeres obreras que en la fábrica Cotton de EE.UU el 5 de marzo de 1908, en un acto atroz el patrón las encierra en la fábrica y le prende fuego con ellas dentro, por atreverse a desafiar sus injusticias exigiendo mejores condiciones de trabajo, pagos justos y disminución de jornada laboral. Y aunque el saldo de cada masacre para la clase obrera es significativo, también lo fue la valentía de levantarse contra el abuso ya que despertó la lucha para todo el movimiento como una sola clase, hombres y mujeres unidos por la misma causa.
Queremos recordar que no siempre ha existido la explotación del hombre por el hombre, que las relaciones de la comunidad en sus inicios no eran de destrucción y sobre todo que no había explotación y opresión a la mujer y por eso no solo tenemos la esperanza, sino estamos firmemente convencidos que unidos hombres y mujeres construiremos un nuevo Estado Socialista que nos guie hacia el Comunismo, a esa sociedad sin clases sociales que tanto anhelamos, hombres y mujeres que lo único que quieren es vivir en paz.
“… La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. La democracia en la administración, la fraternidad en la sociedad, la igualdad de derechos y la instrucción general, inaugurarán la próxima etapa superior de la sociedad, para la cual laboran constantemente la experiencia, la razón y la ciencia. Será un renacimiento de la libertad, la igualdad y la fraternidad de las antiguas gens, pero bajo una forma superior». (Morgan, La Sociedad Antigua, pág. 552.)” (F. Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado)
