
Las contradicciones que el capitalismo engendró desde su mismo nacimiento continúan agudizándose día a día en todo el mundo y en todos los terrenos sociales, pero muy especialmente en lo concerniente al problema de la mujer. Desde que el capitalismo en su auge creciente transformó los medios de producción, del artesanal al industrial pasando por el manufacturero, la mujer comienza a hacer parte del sistema productivo, bajo una condición de desventaja, porque su mano de obra es subvalorada en relación con el valor de la mano de obra del hombre.
Adicional a esta condición de desventaja, la mujer es sometida por una cultura machista heredada desde el tiempo del feudalismo, haciendo que la mujer sea doblemente explotada: de un lado por el sistema y de otro, sometida por su pareja e incluso por algunos miembros de su familia. En los países imperialistas y en los capitalistas no imperialistas como Colombia, las contradicciones de este sistema burgués- terrateniente, imponen la cultura de la mujer como un objeto de propiedad privada y una mercancía sexual.
En esta sociedad capitalista, vulgar y decadente reflejo del atraso con que se valora la participación de la mujer en la sociedad, se pretende desconocer las situaciones de riesgo que día a día experimenta la mujer y no se da buena cuenta de los casos que a diario ocurren de agresión, maltrato y feminicidios. Se ha llegado al punto que la mujer no solamente es maltratada por su pareja, sino también por sus exparejas y en otros casos, por sus hermanos, padres, nietos… sin tener en cuenta los diferentes casos de violación y asesinato que ocurren sin que se tenga registro de ellos, los cuales van en aumento.
Allí donde todo se ve nublado y sin esperanza encontramos en la teoría Marxista- Leninista- Maoísta, una esperanza de cambio y es que es la luz de los consientes de la situación que sufre la clase obrera y especialmente la mujer, a quien el sistema capitalista estrangula y la hace sufrir la más descarnada arremetida contra sus derechos de integridad física y psicológica, y hasta su derecho a la vida, comprobado con las alarmantes cifras de feminicidio con que cerró el 2024 en Colombia y, con los casos que ya engrosan estas cifras en los primeros días de enero del 2025 en los que se cuentan 7 feminicidios y un intento de feminicidio; Rosa Ofelia Malagón, Ariana Marín, Paola Quinayás, Ruth Ospina, Yusny Mosquera, Yanith Sigua, Laura Cristina López y la más reciente y horrorosa confirmación del hallazgo del cuerpo de la niña Sara Michel, desaparecida desde el 25 de diciembre de 2024 en Sogamoso.
Es complejo que se entienda la situación de la mujer en el sistema capitalista, por eso es necesario un complemento entre hombres y mujeres para luchar en contra de los atropellos y violación de los derechos de la mujer, entendiendo esta lucha como parte de la que libra la clase obrera por su emancipación. Por eso, urge la necesidad de un Movimiento Femenino Revolucionario que eduque a hombres y mujeres por igual, que luche por conquistar los derechos de las mujeres y sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
El Movimiento Femenino Revolucionario se debe comprometer también con denunciar a diario los atropellos que sufre la mujer, así como dar ejemplo de lucha y educar estudiando la situación de las mujeres en el mundo para poder entender y descifrar los desafíos diarios, para concientizarnos realmente de lo que significa que las mujeres sean doblemente explotadas y oprimidas y que por tanto, se requiere de un doble esfuerzo, una disposición y educación especial para participar en estos movimientos, pues la agudización de la situación de la mujer nos está costando la vida y porque es la mujer quien lleva en sus hombros una doble carga: la familia y el trabajo, lo que la hace doblemente especial y luchadora por sus derechos.
Contra los feminicidios y toda opresión sobre la mujer, ¡unir la lucha en el Movimiento Femenino Revolucionario!