La Corte Suprema en Estados Unidos ha tomado la decisión de anular la sentencia del caso Roe vs Wadede 1973, una ley federal que protegía constitucionalmente el derecho a las mujeres de practicarse un aborto. Desde ahora, cada Estado va a ser el que determine el acceso a este derecho. Trece Estados ya manifestaron su intención de prohibir el aborto, el primero en tomar esa decisión fue el Estado de Missouri, y se prevé que 7 Estados más se unan en esta agenda reaccionaria.
Este ataque contra el derecho al aborto hace parte de un plan del sector más reaccionario de las clases dominantes yanquees. Hace unos meses se filtró un memorando interno redactado por el juez de esa corte Samuel Alito en el que se esbozaba la anulación judicial del Roe vs Wade. El mismo ex presidente Donald Trump, que celebró la victoria como una “decisión de Dios”, tuvo que ver en este retroceso en derechos, ya que durante su mandato nombró a tres de los cinco jueces de la Corte Suprema que tomaron esa decisión, cumpliendo con lo que había prometido durante su campaña presidencial en 2016. 1
La decisión de anular el Roe vs Wade no va impedir que las mujeres en Estados Unidos aborten, sino que las va a empujar a la ilegalidad, especialmente a las mujeres proletarias y empobrecidas que no podrán contratar a algún medico particular o viajar por fuera del país para realizarse un aborto seguro como sí podrán hacerlo las mujeres burguesas, sino que tendrán que arriesgar sus vidas recurriendo a abortos insalubres realizados por “charlatanes mercenarios y a menudo ignorantes que hacen una profesión de las operaciones secretas”. A su vez, este suceso alentará la reacción a nivel mundial, que se va sentir inspirada para avanzar en los ataques contra los derechos y libertades de las mujeres y la clase obrera. Por ejemplo, en Colombia, el régimen uribista mediante el Ministerio de Justicia solicitó hace poco a la Corte Constitucional que anulara la sentencia C-055 de 2022, la cual despenaliza el aborto hasta la semana 24. 2
Esta ofensiva reaccionaria en la principal potencia imperialista en el mundo es la expresión en la superestructura política de la decadencia del capitalismo imperialismo como época histórica de la humanidad. Bajo el imperialismo la reacción se impone en toda línea. También es reflejo de la división existente en el seno de las clases dominantes yanquees producto de la crisis del sistema, en donde su ala más reaccionaria agita a los sectores más atrasados de las masas. Una decadente sociedad burguesa en donde el Estado capitalista garantiza salir armado a las calles, pero criminaliza a las mujeres por tomar la decisión de abortar.
Por su parte, los demócratas que tienen el control de la Casa Blanca, el Congreso y el Senado, se han visto impedidos de revertir la decisión. Lo que muestra que, como dice aquella consigna, los derechos se conquistan y se defienden en las calles y no en las urnas. Bajo el capitalismo, las leyes que se obtienen con lucha o que otorga las clases dominantes como incentivo para aplacar a las masas, no están siempre garantizadas o realizadas totalmente, sino bajo constante amenaza. La misma sentencia Roe vs Wadesiempre fue frágil jurídicamente para garantizar el acceso legal al aborto, ya que se basaba en la protección de la “privacidad” y no sobre la consideración de la autonomía de la mujer sobre su salud reproductiva, desde el punto de vista de la misma ley burguesa de la libertad individual. Aunque hay una razón más de fondo, más allá de las categorías jurídicas, y es que el sistema legal del orden burgués, así como el resto de sus instituciones, no es neutral y no está por encima de la sociedad dividida en clases, sino que es una máquina para servir y defender los intereses de las clases dominantes. Como decía Lenin, igualdad ante la ley, no significa igualdad ante la vida.
¿Lo anterior significa que no se debe luchar por derechos y libertades bajo el capitalismo por cuanto siempre estarán bajo amenaza y no será realizados totalmente? De ninguna manera, la conquista mediante la lucha de libertades y derechos para la clase obrera y las masas oprimidas son importantes por cuanto sirven a mejorar las condiciones de nuestra clase y permiten, al estar situadas dentro de un plan revolucionario, avanzar en la educación, organización y movilización de los trabajadores, pero estas conquistas democráticas siempre tendrán un límite, mientras exista una sociedad dividida en clases sociales con intereses antagónicos como el capitalismo imperialismo y con un aparato como el Estado burgués que sirve a la opresión y explotación de las mayorías trabajadoras, el retroceso en derechos y libertades para los explotados y oprimidos va estar bajo tensión debido a esa lucha de clases que se libra en el seno de la sociedad. Sólo mediante la revolución socialista se podrá obtener y disfrutar cabalmente de los mayores derechos y libertades para las mujeres y el pueblo trabajador (recordemos que la Unión Soviética fue el primer país en conceder el derecho democrático al aborto el 18 de noviembre de 1920).
Las mujeres en los Estados Unidos no se van a quedar de brazos cruzados ante la ofensiva reaccionaria; un poderoso movimiento de masas se va emprender en este país para obtener el derecho democrático al aborto, así como en otras partes del mundo en donde se vea amenazado ese derecho o donde se luche para obtenerlo. Esta lucha va ser parte de las huelgas políticas de masas que se vienen presentando en varios países como manifestación de la crisis de este sistema y es necesario que la clase obrera y su vanguardia consciente se ponga al frente de estos movimientos, dirigiéndolos, impulsando su sector femenino revolucionario y elevando las miras hacia perspectivas revolucionarias. La emancipación de la mujer solo podrá venir con la revolución proletaria, ya que esta es la única que hace saltar añicos a las causas estructurales que mantienen a la mitad de la humanidad bajo las cadenas de la opresión, es decir, a la propiedad privada, a la familia y al Estado burgués. Asimismo, remarcamos lo expresado por el capitán Thomas Sankara:
«Camaradas, no existe una verdadera revolución social si la mujer no es libre. Que mis ojos no vean nunca una sociedad, que mis pasos no me conduzcan nunca a una sociedad donde la mitad del pueblo se la mantenga en silencio. Escucho el clamor del silencio de las mujeres. Presiento el estruendo de sus borrascas y percibo la furia de su rebelión. Yo espero y ansío la irrupción fecunda de la revolución por la cual ellas transmitirán la fuerza y la justicia rigurosa que surgen de sus entrañas oprimidas».
Citas
1 https://twitter.com/AIan_Moore/status/1540381914619682816
2 https://www.elespectador.com/judicial/aborto-gobierno-pidio-anular-el-fallo-de-despenalizacion-hasta-la-semana-24/