Con angustia, los trabajadores de diferentes empresas en el departamento del Huila, se encadenaron y cosieron sus labios, ante los despidos provocados por estar enfermos. Sillas de ruedas, bastones y cadenas son sus armas en contra de los patronos, que sin ninguna consideración dejan en la calle a obreros que entregaron su fuerza de trabajo, su juventud y salud, para engordar los bolsillos de los pocos que viven del sudor del obrero. Y es que esta problemática crece como bola de nieve, pues miles de trabajadores se enferman e incluso adquieren algún tipo de discapacidad, al ser sometidos a largas e intensas jornadas de trabajo, a productos químicos y radioactivos, a pesadas cargas que acaban con sus cuerpos y a la presión que por lo general imponen los capitalistas para acelerar la producción.
Esta situación comprueba una vez más que el capitalismo es un sistema que tan solo ofrece hambre, miseria y opresión a las masas, que lanza al obrero a las calles luego de exprimir su vitalidad, que lo único que considera es la posibilidad de obtener mayores ganancias a costa de las fuerzas vitales de la sociedad: la naturaleza y en este caso, el hombre. Pero no solo se trata de explotar inmisericordemente la fuerza del obrero, también se trata de humillarlo y reducir su fuerza espiritual, hasta dejarlo incluso sin ánimo para la lucha; es por esto que ellos mismos manejan el sistema de riesgos laborales, como ocurre con el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), que además de ser dueño de empresas e industrias, también lo es de las ARL como SURA, con la cual tienen conflicto la mayoría de estos trabajadores que se encuentran huelga. En junta con las ARL, los capitalistas someten a los trabajadores a través de la burocracia, para finalmente, negar las enfermedades de origen laboral y dejar en la calle a los obreros, sin ninguna posibilidad de subsistencia en medio de la voracidad capitalista, que no emplea a “enfermos inservibles”.
Pese al drama que miles de hermanos atraviesan tras una enfermedad de origen laboral que los incapacita para desenvolverse y garantizar la sobrevivencia propia y de sus familias, los obreros se enfrentan a los voraces capitalistas muchas veces solos, porque se ha aislado esta problemática de la lucha de resistencia, permitiendo separar los comités paritarios de salud de las organizaciones sindicales, que en últimas dan solo ventajas a los capitalistas. La lucha de los enfermos por el capitalismo se mantiene, para exigir que les sea redimida parte de su vida, entregada a la voracidad del sistema en sus días de trabajo. Una justa lucha, que no es de pocos, que hace parte de la pelea por impedir la degradación física de los trabajadores y por ello necesita del apoyo y solidaridad de las masas en general, pero también de la unidad, organización y lucha de la clase obrera, de quienes están activos en la producción, de los que hacen parte del ejercito de reserva y de los discapacitados y enfermos por motivos laborales; unidad necesaria, porque no es solo al patrón a quien se enfrentan, también a la sociedad entre empresas y ARL’s y a toda la maquinaria estatal, diseñada para permitir todos estos abusos en contra de los trabajadores.
Revolución Obrera, saluda la lucha de los compañeros en Neiva y los invita a unirse y apoyarse con los hermanos de GM-Colmotores que se mantienen con firmeza frente a la embajada de EE.UU. en Bogotá, con los mineros discapacitados de Cúcuta y con los enfermos por culpa del capitalismo en todo el país, para que unidos a su vez con el resto del movimiento de masas, exijan sus reivindicaciones de indemnización y derecho al trabajo como parte de las reivindicaciones del pueblo colombiano. Adelante con su lucha compañeros ¡a romper las cadenas de opresión y levantar sus exigencias como una sola clase!