Las obreras de la empresa textil IAS, después de 14 meses de la toma de la fábrica en Itagüí, Antioquia, tuvieron una audiencia el pasado 21 de agosto para definir la liquidación de la empresa; la Superintendencia de Sociedades resolvió que las 150 trabajadoras recibirán 6 millones de pesos en promedio por las indemnizaciones de 20 y 30 años de trabajo, que se pagarán por cuotas y que algunas recibirán como parte de pago unas máquinas obsoletas.
Al iniciar el proceso se había reportado que IAS contaba con 12 mil millones de pesos para la liquidación, a sabiendas que los patronos, de apellido Arriola, habían encubierto sus propiedades en varias empresas del sector textil como TEXTILES ONCE, CONDINTEX SA, CROMATEX y otra del sector agroindustrial llamada TROPICAL FARM y aunque la Superintendencia de Sociedades realizó una integración de las activos de las diferentes compañías, al final resultó que solo aparecieron cerca de 2200 millones de pesos y el Estado permitió que los burgueses sanearan los capitales mediante los cambios de razón social, es decir testaferrato. Al final el dinero inicial desapareció y las obreras saldrán estafadas.
Además han tenido que soportar al liquidador Adrián Osorio que es un pequeño ladronzuelo, para quien no es suficiente que se auto pague 18 millones de pesos mensuales mientras las obreras de IAS recibirán 6 millones por 20 años de trabajo, sino que ha visto en la liquidación una fuente de enriquecimiento ilícito personal mediante inventarios amañados, ocultamiento y venta de activos de manera fraudulenta, producción de textiles en acuerdo con los viejos administradores de IAS en medio de la liquidación; es por esto que las activistas de las trabajadoras en la fábrica han tenido que estar en alerta y evitar que cause más estragos robando sistemáticamente.
En este contexto ha sido un error la posición de los directos de la CUT Antioquia, que desde un comienzo han llamado a entregar la bodega a cambio de una promesa del liquidador y han promovido el temor de un desalojo de la policía, que aunque es un peligro real no puede amedrentar la lucha, además que han condicionado la solidaridad a las obreras porque no han acogido sus propuestas de conciliación y concertación con los patrones y el liquidador; ha sido lamentable también el papel de los abogados Fabio Arias y Dagoberto Arango recomendados por esa central sindical, pues no han acompañado el proceso ni han hecho nada por las obreras y más bien se convirtieron en un obstáculo para su lucha política.
Las trabajadoras de IAS después de la audiencia se dieron cuenta del acuerdo de los patronos, los viejos administradores, el liquidador y el Estado para defraudar sus acreencias laborales y en cierto sentido se constituyó en una derrota temporal. Sin embargo, las obreras con dignidad han decidido mantener la toma hasta que reciban el dinero de la indemnización y PERSISTIR EN LA LUCHA pues produjeron la plusvalía que permitió el crecimiento del capital de la empresa y necesitan pagar deudas e impedir que los capitalistas se roben todo.
Se debe persistir con el apoyo a este conflicto que ha tomado un carácter político y que se ganó la solidaridad del movimiento obrero en todo país, superando el amedrentamiento por los nexos familiares que existen entre los Arriola y la esposa del mafioso Álvaro Uribe Vélez, quien hace algunos años hacía reuniones en la empresa para promover candidatos a la farsa electoral. No basta con la heroica lucha que están dando estas mujeres en la fábrica que les robó su salud, sus energías y vida. Se necesita de la independencia de clase para dirigir de forma acertada el conflicto: independencia de los politiqueros que quieren cazar votos para las elecciones de octubre; de las direcciones de las centrales sindicales que tienen como política la concertación y conciliación entre clases; y del Estado de los ricos que quiere autorizar un pago miserable a las obreras por décadas de trabajo, mientras garantiza la inmunidad a los capitalistas que por todos los medios usan su poder para esconder su capital, para seguir produciendo en otros negocios y para quedar protegidos por la justicia ramera que se vende al mejor postor.
Queda en evidencia que este Estado y su justicia no es neutral ni imparcial, pues responde a los intereses de la burguesía y los terratenientes en detrimento de las libertades y derechos de los obreros y campesinos, que deben apelar a la lucha directa, a su unidad y organización revolucionaria para defender y conquistar más y mejores reivindicaciones. Los desposeídos no deben confiar ni en este Estado, ni en sus podridas instituciones, ni en los falsos “amigos del pueblo”, que posan de revolucionarios en sus discursos, pero en los hechos son muletas que le sirven al capitalismo para sostenerlo en pie, aun cuando ya se está desplomando porque no tiene nada qué ofrecerle a la sociedad. Todos a una, a apoyar a las obreras de IAS con su valiosa lucha en contra de los atropellos de los capitalistas y contra su Estado y sus quinta columnas dentro del movimiento obrero.