Durante todo el año 2016 los medios de comunicación privados y al servicio del capitalismo, bombardearon de día y de noche sobre las bondades de la firma de la paz, difundieron los momentos más importantes, según ellos, de la firma del supuesto acuerdo de paz en Colombia. Las fechas destacadas, decían los medios de comunicación, eran:
- 26 de septiembre en Cartagena se firma el primer acuerdo de paz
- 24 de noviembre en el Teatro Colón de Bogotá se firma el acuerdo final
- 01 de diciembre el Congreso refrenda el acuerdo de paz con las Farc
Sin embargo, a estas noticias les faltaba un pedazo, y era la cronología del asesinato sistemático de líderes sociales en medio de la firma del «acuerdo de paz» y después de éste. Revolución Obrera quiere dar a conocer a sus lectores la lista de algunos líderes estudiantiles, campesinos, sindicalistas, ambientalistas, reclamantes de tierras, defensores de derechos humanos, etc. que han sido vilmente asesinados y apenas se mencionan en los noticieros o periódicos nacionales.
Líderes sociales asesinados desde el primero de diciembre de 2016, día en que el Congreso refrendó el «acuerdo de paz» con las Farc:
- Vicente Borrego, Asesinado en Riohacha, Guajira, el primero de diciembre de 2016. Fue el primer líder social asesinado desde el día que se implementó el acuerdo de paz con las Farc. Borrego fue concejal de Riohacha.
- Luis Carlos Tenorio. Asesinado en Páez, Cauca, el 2 de diciembre de 2016, era conocido en el Cauca por ser médico tradicional y su asesinato fue denunciado por la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular.
- Samir López. Asesinado en Galapa, Atlántico, el 2 de diciembre de 2016, era concejal de la Alianza Social Independiente. Es posible que su asesinato tuviera relación con su trabajo a favor de los derechos de la comunidad LGBTI o por hacer control político al exalcalde de ese municipio, hecho por el cual fue amenazado.
- José Abdón Hoyos. Asesinado en la vereda San Isidro de Sotará, Cauca, el 3 de diciembre de 2016, era integrante de la Mesa de Víctimas de Sotará y estaba pidiendo a la CAR del Cauca la protección de unos humedales ubicados en una finca.
- Nataly Salas. Violada y asesinada en Montería, Córdoba, el 3 de diciembre de 2016, era una activista estudiantil de la Universidad de Córdoba.
- Eder Mangones. Asesinado entre Tiquisio y Norosí, Bolívar, el 10 de diciembre de 2016, era minero y líder social en el corregimiento de Mina Seca, también hacía parte de la Junta de Acción Comunal del corregimiento.
- Guillermo Veldaño. Asesinado en Puerto Asís, Putumayo, el 12 de diciembre de 2016, era el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Buenos Aires y era integrante de un sindicato.
- Anuar Álvarez. Asesinado en Argelia, Cauca, el 25 de diciembre de 2016, era un líder campesino del Cauca y trabajaba con el comité cocalero de Argelia.
- Yaneth Calvache. Asesinada en Balboa, Cauca, el 30 de diciembre de 2016, era integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos de Balboa y hacía parte de un colectivo campesino del Cauca.
- Olmedo Pito. Asesinado en el corregimiento El Palo, de Caloto, Cauca, el 6 de enero de 2017, era comunero del resguardo Huellas Caloto, de los indígenas Nasa, en el Cauca.
- Aldemar Parra. Asesinado en el corregimiento La Loma, de El Paso, Cesar, el 7 de enero de 2017, era uno de los líderes de la comunidad que luchan contra el Estado y varias empresas por la contaminación que produce la explotación carbonífera.
- Juan Mosquera. Asesinado en Río Sucio, Chocó, el 10 de enero de 2017. Además de Mosquera, su hijo Moisés también fue asesinado. Ellos fueron acusados por las AUC de colaborar con el frente 57 de las Farc.
- José Yimer Cartagena. Asesinado en Carepa, Antioquia, el 11 de enero de 2017, era el vicepresidente de la Asociación Campesina del Alto Sinú.
- Emilsen Manyoma. Asesinada en Buenaventura, Valle del Cauca, el 17 de enero de 2017, era una líder social muy reconocida en el puerto del Pacífico gracias a su trabajo en defensa de los derechos humanos en el Bajo Calima.
- Joe Javier Rodallega. Asesinado en Buenaventura, Valle del Cauca, el 17 de enero de 2017, era pareja sentimental de Emilsen Manyoma y fue asesinado junto a ella. Él siempre acompañó a Emilsen en sus procesos y también fue promotor y defensor de los Derechos Humanos en diferentes regiones del Pacífico.
- Hernán Agames. Asesinado en Puerto Libertador, Córdoba, el 19 de enero de 2017, era un líder campesino, miembro del comité cocalero de la región. Además, se dedicaba a hacer pedagogía de los acuerdos de paz.
- Porfirio Jaramillo. Asesinado en Turbo, Antioquia, el 28 de enero de 2017, era un reclamante de tierras que fue secuestrado y posteriormente asesinado por hombres armados que se movilizaban en motocicleta en zona rural del municipio de Turbo, en Antioquia.
Durante el año 2017 han asesinado a cerca de 30 líderes y en lo que va corrido del mes de julio han sido asesinados: Alberto Ramón Acosta, el 01 de julio, era el Presidente de Sintrainagro Guacari Cerrito, Valle del Cauca y el 02 de julio Eugenio Rentería Martínez, integrante del Comité Cívico por la Salvación del Chocó; tenía tan solo 27 años, fue hallado muerto y encontrado con distintos golpes y puñaladas.
Al tratar de entregar a nuestros lectores unos datos lo más cercanos posible a la realidad, sobre el asesinato sistemático de líderes sociales, nos encontramos con una gran dificultad: no existe coincidencia entre los organismos del Estado, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de derechos humanos y otras. Miremos:
La Fiscalía registró para el año 2016 tan sólo 63 asesinatos; la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirma 64; la organización no gubernamental Somos Defensores procesó 80; la Defensoría del Pueblo estimó 112; y el Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz) y el movimiento político Marcha Patriótica, 116.
Así que elaboramos nuestro propio cuadro con la siguiente información, tratando de escoger la más real:
Según el gráfico son 440 líderes sociales asesinados en 6 años y evidencia con claridad que en el año 2016, año que fue la cúspide del proceso de paz, el asesinato de líderes sociales aumentó considerablemente con respecto al año inmediatamente anterior; en el 2015 se registraron 69 asesinatos mientras que el 2016 se evidenciaron 120, es aquí donde cabe preguntarse, ¿cuál paz?
Del año 2008 a mayo de 2017 fueron 73 los reclamantes de tierras asesinados. El total de líderes sociales asesinados entre el 2002 y el 2016 fue de 558. Los departamentos que históricamente han estado en la cumbre por desplazamiento y en los últimos años por asesinatos de líderes siguen siendo Cauca, Antioquia, Córdoba, Nariño y Valle del Cauca; pero ahora presentan otra coincidencia: allí se instalan empresas legales que van desde los monocultivos para la producción de biocombustibles, la ganadería extensiva, la minería a gran escala, hasta el avance de proyectos energéticos. Y para nadie es un secreto, que estos empresarios utilizan los servicios de los paramilitares para atemorizar, desplazar y asesinar a los líderes de la población que se opongan a sus intereses de ganancia.
Cabe mencionar que la Fiscalía tan solo ha aclarado 4 casos de los 120 asesinatos reportados en el 2016, que muy seguramente quedarán en la impunidad.
Bueno, sólo resta decir que el paramilitarismo sigue vivo y convive con las fuerzas represivas del Estado, que la paz es un sofisma de distracción para que el pueblo renuncie a los procedimientos revolucionarios de lucha. Pero contrario a las pretensiones de los beneficiarios de la guerra contra el pueblo, la obstinación, beligerancia y tenacidad de los dirigentes asesinados, los convierte hoy en mártires, en ejemplo a seguir desechando la falsa paz de los explotadores, la confianza en el Estado y las instituciones que defienden los privilegios de los responsables del despojo, el desplazamiento y la muerte.