En México, el 19 de junio, un bloqueo de maestros protestando contra la Reforma a la Educación, terminó con 11 personas asesinadas, más de 100 heridas (entre ellas muchos niños), otro tanto detenidas y muchos daños materiales para la población. En el periódico La Jornada, en su edición digital del 28 de junio, se publica bajo el título «La colonia 20 de Noviembre, paupérrimo escenario del ‘infierno’ en Nochixtlan», un relato de la manera asesina como llegaron las fuerzas armadas aquel día 19 de junio a asesinar y golpear a la población, «¡Maldito gobierno, quiere acabar con nosotros!», dice Alejandro, quien tuvo que hacer cuatro viajes en su vieja camioneta para salvar a los niños. «Nos vinieron a atacar a nuestras casas. ¿Y por qué? No más porque tienen el poder. Pero no lo van a tener todo el tiempo. Al rato se quedan igual y van a estar comiendo chapulines y tortillas con sal, como todos nosotros».
El asesinato aleve registrado en Nochixtlán, en la región de Oaxaca, es una muestra de la manera sanguinaria con que las fuerzas del gobierno actúan frente a todo brote de protesta que suceda en México, y muy especialmente contra las movilizaciones que encabeza el gremio de los maestros, quienes tienen un gran peso en la combatividad y fuerza que las masas están desarrollando en este país azotado por la miseria, el desempleo, el hambre, el narcotráfico, la superexplotación, los crímenes de Estado.
La retardataria Reforma a la Educación en México, consiste esencialmente en establecer un nuevo modelo de ingreso y promoción de los maestros mediante el ya conocido en Colombia «sistema de evaluaciones». Es decir, que ingresar, permanecer y ascender en la rama de la educación dependerá de los llamados concursos, en los que periódicamente los maestros deben participar si quieren aspirar a mejorar su situación laboral y de ingresos. Lo demás que se presenta en la tal reforma, no son más que colgandejos para disimular el claro objetivo económico y laboral de la medida. Ahí no hay absolutamente nada que tenga que ver ni con los métodos, ni con los contenidos, ni con la cobertura. La «Reforma» es un golpe directo a la organización gremial docente y a sus salarios. Toda vez que los tales concursos son exámenes realizados para abiertamente rajar a los maestros y encontrar así su despido o la imposibilidad de mejores condiciones laborales y sobre todo de salario.
La lucha, a partir del 19 se ha intensificado en todo México, cientos de enfrentamientos se han desarrollado entre las masas y las fuerzas represivas del gobierno, el cual adopta una postura dictatorial e inflexible con las justas demandas de la población. La marina, el ejército y la policía continúan la brutal represión, con o sin protestas; en las conversaciones con los representantes de los maestros, el gobierno se niega a echar atrás la lesiva Reforma y la impunidad por los hechos del 19 se mantiene, junto a muchos otros casos de asesinatos a manos del Estado, como el sucedido con los 24 estudiantes de Ayotzinapa. Lo que hay en México, es un abierto pulso entre las fuerzas progresistas y revolucionarias, contra las fuerzas reaccionarias representadas en el Estado y que administran los bienes de los burgueses, terratenientes y los jefes de las mafias del narcotráfico, todos entremezclados en una masa informe de pestilencia que debe ser acabada con la violencia revolucionaria de las masas.
El lunes 27, las movilizaciones y bloqueos de vías en varias ciudades se retomaron, empezando por Baja California, Chihuahua, Morelos y el Estado de México. Las consignas principales son en resumen: Derogar la Reforma Educativa, castigar a los responsables del brutal desalojo y asesinato de 11 muertos y más de 100 heridos en el municipio de Nochixtlán del Estado de Oaxaca, reparación a la víctimas de esta incursión militar, la construcción de un nuevo modelo educativo, libertad inmediata para los profesores y demás personas detenidas en las movilizaciones, reintegro de los despedidos.
Los bloqueos tienen un peso importante en la lucha contra la reforma de la educación. Sólo en Oaxaca los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) realizaron el lunes 27 de junio, 37 bloqueos entre permanentes e intermitentes. En ellos la participación masiva de la comunidad es una muestra de cómo se ha logrado entender que la educación es un problema que afecta a todo el pueblo mexicano, y eso sin duda imprime una gran fuerza a la lucha que encabezan los maestros y estudiantes.
Llama igualmente la atención el tipo de bloqueos que han realizado en los principales puntos de conectan con las ciudades, donde los maestros permiten el paso a vehículos particulares, reteniendo solamente a los carros y camiones que transportan mercancías de las grandes empresas capitalistas, lo que le imprime un sello de clase muy exacto a las formas de lucha, ya que son las clases dominantes, quienes tienen el sartén por el mango en las políticas represivas, explotadoras y asesinas del gobierno de turno. Igual, los activistas en las movilizaciones se preocupan por imprimirle sentido político y acercar a sectores proclives a apoyar la lucha de la clase obrera, tal es el caso de los artistas, a quienes se les promueve la participación en los bloqueos de manera activa y combativa, mediante la realización de jornadas nocturnas de música, danza y poesía, jornadas ya muy conocidas como «barricadas culturales».
México es un hervidero de contradicciones; la reforma a la educación, es sólo una parte del paquete de reformas a las que se suman la laboral, a la salud, al sector energético; todas ellas, como si fueran una reproducción calcada de lo que aplican en otros países; ya no solo oprimidos como México o Colombia, sino similares a Francia, España, Italia, etc. Y no puede ser de otra forma, ya que todo hace parte de un plan muy bien elaborado desde las altas esferas de los imperialistas buscando superar su crisis, endosándosela a las masas trabajadoras, y sobre todo a toda la clase obrera. La burguesía de todo el planeta toma medidas para exprimir mucho más a los trabajadores y con ello contrarrestar la tendencia a la disminución de su tasa de ganancia producto de la crisis general del capitalismo.
Así las cosas, lo que se vive hoy en México, es en los hechos, una parte de toda la lucha del proletariado mundial por enfrentar a sus comunes enemigos, por echar atrás sus políticas, como parte de la preparación de las grandes batallas para cortar de raíz algún día la putrefacta causa de la mayoría de los males que aquejan a las masas en campos y ciudades: la explotación capitalista.