Hong Kong se Levanta en Huelga General

Hong Kong se Levanta en Huelga General 1

Hong Kong es uno de los más importantes emporios industriales y comerciales de Asía, y el pasado 2 de agosto se vio convulsionada por una serie de protestas que desembocaron en la realización de una huelga general, que tuvo su motivo inicial en la decisión del gobierno local de permitir la extradición de personas desde Hong Kong a Pekin, capital de China. Tan pronto como su mandataria local expresó la pretensión de llegar a un acuerdo con el gobierno central para enviar detenidos a la capital, las calles se llenaron de manifestantes, sobrepasando más del millón de personas que denunciaban al gobierno por adoptar una postura servil y seguidista frente al gobierno central de Pekín.

Hong Kong es una ciudad con cerca de 7 millones de personas, la cual ha mantenido su autonomía frente a buena parte de las políticas que se trazan desde el gobierno central, situación que viene como evolución del proceso de haber pasado de ser una colonia británica, a hacer parte del territorio chino desde 1997. Su autonomía comercial en muchos aspectos formal, le ha servido al menos a la población, para no ser blanco directo de las políticas represivas y dictatoriales de los nuevos ricos de China, quienes han aprovechado su condición de gran potencia para someter económica y políticamente a Hong Kong.


La población de la ciudad ve cómo su autonomía se ha visto cada vez más amenazada, y el vaso se ha rebozado, la magnitud de las manifestaciones paralizó gran parte de la economía, lo que obligó a la primera mandataria del Ejecutivo autónomo Carrie Lam a echar atrás la extradición; pero las marchas no pararon, las manifestaciones continuaron y crecieron, el contenido de las exigencias se amplió, y las masas empezaron a pedir reformas de mayor alcance, como el derecho a la vivienda y la salud, entre otras; además a exigir la renuncia de la primera mandataria local.

La represión fue creciendo con el paso de las horas, la policía de Hong Kong salió a las calles a disolver las manifestaciones, pero la multitud estaba dispuesta a mantenerse, y los enfrentamientos fueron creciendo con el paso de los días. El domingo 4 las calles estuvieron más llenas que los días anteriores, y aunque fueron cerca de 100 los detenidos y varios los heridos, las protestas se mantenían. El recuerdo de “la revolución de los paraguas” de hace 5 años, cuando una revuelta similar exigía mayor democracia en contra del gobierno central de Pekín, anima a los manifestantes a mantenerse en la lucha.

Son muchos los motivos concretos que pueden llevar a tantos habitantes en una ciudad como Hong Kong a lanzarse a una huelga de estas proporciones, y aunque al parecer no hay una dirección unificada del movimiento, si se observa una clara oposición al gobierno que se encuentra en Pekín y en la misma proporción, a los que gobiernan de manera “autónoma” en Hong Kong. En medio de tanta riqueza concentrada en este emporio industrial y comercial como lo es esta ciudad, y en el corazón de esta potencia imperialista, las contradicciones entre ricos y pobres no son cosa extraña, a las masas de Hong Kong hoy, nuevamente se les rebozó la copa y han explotado.

Por el piso vuelve a quedar, como hace 5 años con la “revolución de los paraguas” la cháchara sobre la superioridad del gobierno democrático-burgués que está al frente de la Isla y que según ellos es muy superior al mal llamado régimen socialista del resto de China. Ni el uno ni el otro es mejor para las masas, ambos resguardan el gobierno de los ricos y sobreviven a expensas de la explotación y opresión de quienes todo lo producen, pues al final de cuentas, ambos gobiernos son en realidad dos formas de un gobierno burgués; nada comparable desde ningún punto de vista con lo que fue el Estado socialista que dirigió la revolución china desde 1949 hasta 1975. Lo que vino de ahí en adelante, es puro y craso gobierno burgués.

Y aunque las masas en Hong Kong, no la puedan todavía tener clara, seguramente allí también la verdad se abrirá camino; y esas revueltas contra los gobiernos servirán para que las ideas de los revolucionarios pueda llevarle claridad a los luchadores y hacer que toda esa rebeldía pueda encausarse hacia la retoma del camino revolucionario que ya está sembrado en el pueblo chino, y que seguro volverá a germinar, y ahora con mayor fuerza.

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