A continuación reproducimos un excelente material de denuncia al imperialismo enviado por los compañeros del Frente de Defensa de las Luchas del Pueblo.
No estamos de acuerdo en generalizar como fascismo toda la reacción del imperialismo y sus régimenes como el Turco, que se hace precisamente a nombre de la democracia burguesa, pero esto es un asunto secundario frente a la unidad de los revolucionarios para repudiar los crímenes de este asqueroso sistema.
El proletariado y pueblo del Ecuador emite su total repudio al cruento atentado en contra de la marcha pacifista en Ankara, Turquía, que ha cobrado aproximadamente 100 víctimas mortales y centenares de heridos…
La responsabilidad del estado fascista de Tayyit Erdogan es evidente. La sostenida colaboración que tiene este régimen genocida con el imperialismo y el estado Islámico cobra cada vez más víctimas entre el pueblo turco, kurdo y sirio.
La ferocidad y sevicia del ataque terrorista son un muestrario de cuánto está dispuesto el fascismo a hacer para detener la creciente lucha popular y a los pueblos oprimidos del mundo.
Después de lo que han vivido los pueblos en Alemania, Japón, Vietnam, Corea, Afganistán, Irák, Palestina, Siria, etc., no debería llamarnos la atención este vertedero de sangre inducido por el imperialismo.
No serán las marchas pacifistas, las publicaciones mediáticas y ni siquiera la solidaridad internacional con el pueblo turco y kurdo lo que detenga la ferocidad sanguinaria de la reacción si estas manifestaciones no están seriamente comprometidas a combatir al fascismo, al imperialismo y a sus lacayos en cualquier lugar del planeta.
No diferente sucede con la renovada campaña de exterminio del pueblo palestino en manos del sionismo internacional también auspiciado por el imperialismo yanqui. Anteponer a esta guerra injusta, guerra justa, ha sido la dinámica del pueblo palestino. Y hay que reconocer ante los ojos del mundo la valiente resistencia de este pueblo que se ha dado modos de resistir estoicamente la agresión de una potencia mundial que no ha encontrado, ni siquiera en el vil asesinato selectivo o colectivo, la fórmula para doblegar a un pueblo que clama y defiende su derecho a existir de la única manera como saben hacerlo los pueblos dignos: LUCHANDO.
Ha llegado el momento de entender que la única manera de detener a estas hienas de la reacción y del imperialismo es ahogándolas en su propia sangre.
«La guerra es un acto de fuerza y no existe límites en el empleo de ésta; cada beligerante impone al otro la ley…» «…el que emplee esa fuerza sin miramientos, sin economía de sangre, adquirirá superioridad si el enemigo no hace lo mismo. Por este medio impone la ley al otro, y así pujan hasta el último extremo, sin que haya otros límites que sus intrínsecos atenuantes»
lo decía Karl Von Clausewitz. El fascismo turco, el estado islámico, el sionismo y el imperialismo tienen claro esto, y no solo eso, en la práctica lo ha refrendado cotidiana y sistemáticamente. Están dispuestos a utilizar la fuerza sin límite alguno.
Que siempre estemos dispuestos a dar más que el enemigo hasta aniquilarlo. Que esta sangre del pueblo no sea absorbida por los reformistas para levantar su perorata de diálogo y paz. Que la sangre derramada por estos nuevos mártires del pueblo sea el fermento para fortalecer la Guerra Popular en Turquía y la definitiva liberación del pueblo kurdo. Que esta sangre sea fermento de resistencia en Palestina y que su lucha sea abrazada militantemente por los pueblos oprimidos del mundo.
¡MUERTE AL FASCISMO EN CUALQUIER LUGAR DEL PLANETA!
¡MUERTE A ERDOGAN Y SU CAMARILLA ASESINA!
¡MUERTE AL SIONISMO Y SUS LACAYOS!
¡MUERTE AL IMPERIALISMO!
SOLO CON GUERRA POPULAR CONQUISTAREMOS EL PODER Y LA PAZ PARA EL PUEBLO
¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN TURQUÍA!
¡VIVA LA RESISTENCIA DEL PUEBLO PALESTINO!